... Unos y otros presumen de conocer hechos, personas y acontecimientos porque dicen que los vivieron en primera persona, o porque conocieron a tal o cual protagonista de lo sucedido en aquellas fechas. Por mi parte debo decir que acababa de ascender al empleo de Comandante de Infantería, estaba como alumno en la entonces Escuela de Estado Mayor (hoy Escuela de Guerra del Ejército) y tenía 31 compañeros alumnos procedentes de todas las regiones de España, además de otros 9 alumnos extranjeros. Todo lo que sucedía a diario en nuestro país lo conocíamos de inmediato al recibir información desde todos los rincones de España… y del extranjero.
Después de muchos años de recopilar informes, hacer entrevistas, leer libros y documentos y la prensa de la época, hice un resumen de lo que fue el 23 F en mi libro “El PSOE y la Transición” publicado el año pasado.
Los siguientes son hechos demostrados que se pueden comprobar y que conducirían a que se produjera aquel golpe de Estado:
1) A primeros de 1979 comenzaron a reunirse determinados personajes en la agencia EFE o en domicilios particulares para conspirar contra Suárez, con el propósito de salvar la figura del Rey en vista de la deriva que tomaba el llamado Estado de las Autonomías.
2) Como resultado de estas reuniones, el CESID redactó un documento llamado “Operación De Gaulle” que podía ser la base para llevar a cabo una actuación operativa en relación con la situación caótica que se vivía en España.
3) El partido de Adolfo Suárez, UCD, comenzó a dar señales de descomposición a partir del verano del 79. Casi todos los “barones” del partido comenzaron a criticar a Suárez con dureza.
4) En el mes de octubre el prudente presidente de la Generalidad catalana, Tarradellas, dijo que había que dar “un golpe de timón” porque era necesaria una operación en la política española en la que sería imprescindible el uso del bisturí. O esto, o “llegaría inevitablemente una intervención militar”.
5) A finales del 79 el terrorismo de ETA, GRAPO y TERRA LLIURE era insoportable. En aquel año fueron asesinadas 181 personas (incluidos los 80 asesinados en el hotel “Corona de Aragón” de Zaragoza, acto terrorista que se ocultó a los españoles). A razón de un asesinato terrorista cada dos días.
6) En mayo de 1980 Pujol se hizo con el poder en Cataluña. A partir de aquí la embestida del nacionalseparatismo periférico contra la integridad territorial de España se acrecentó.
7) El cerebro de la “Transición”, Torcuato Fernández Miranda, fue relegado por Suárez cuando éste creyó que él se bastaba para culminarla solo. Torcuato murió en Londres en junio de 1980, con 64 años, de amargura y decepción. Para él, el Rey y Suárez habían sido “demasiado osados”.
8) En julio de 1980 Suárez reunió a sus “barones”, que le cuestionaban abiertamente. Se habló del II Congreso de UCD para celebrar en enero de 1981. El presidente dijo que “había que racionalizar el proceso autonómico”. Y les avisó de un posible plan socialista para formar un gobierno de concentración nacional presidido por un militar.
9) El desmadre de las Autonomías, su mantenimiento económico y la deslealtad de los nacionalseparatistas periféricos, se les había ido de las manos al gobierno. Esto, junto a un bestial terrorismo, al incremento del paro, a una inflación de dos dígitos, a la inseguridad ciudadana, al desarme moral de la sociedad, la proliferación de huelgas políticas, el aumento del consumo de drogas, la extensión dramática del SIDA… les daba a millones de españoles una sensación de caos e incertidumbre.
10) En aquel verano el distanciamiento del Rey y Suárez era evidente . La “química” entre ellos había acabado. Al monarca le preocupaba el mal funcionamiento del Estado y la posibilidad de que la crisis arrastrara tras ella a la Corona.
11) El general Sabino Fernández Campo, secretario de la Casa de SM, declaró que, en este verano del 80, el CESID puso en conocimiento del Rey la existencia del documento sobre la llamada “Operación De Gaulle”.
12) En el mes de agosto el general Alfonso Armada pidió al exministro López Rodó un informe sobre cómo podría ser relevado Suárez de forma constitucional. López Rodó le informó que podía ser a través de una moción de censura en la que los partidos acordaran llegar a formar un gobierno de salvación nacional y a su frente poner una persona respetada por todos. Este informe se lo envió Armada al Rey.
13) La propuesta de López Rodó era inviable dado el enfrentamiento entre UCD y PSOE. A primeros de septiembre los servicios de inteligencia ya estaban convencidos de que para “dar un golpe de timón” no bastaba con relevar al presidente por otro miembro de UCD, ni de que un partido solo se hiciera cargo del gobierno. Era necesario algo más contundente para poner a todos de acuerdo. Toda la crisis en España era preciso combatirla a base de un acto que galvanizara a la opinión pública para lograr lo que López Rodó proponía. Y utilizar el nombre de dos o tres militares monárquicos de prestigio, que se hicieran cargo del proceso.
14) A finales del verano el general Armada, exsecretario personal del Rey y monárquico, jefe de la División “Urgel” y gobernador militar de Lérida, decía que gente del CESID “me empujaban mucho. Querían que yo influyera en el Rey para que cambiara la situación”.
15) En septiembre miembros del CESID se instalaron en un piso cerca del Congreso de los Diputados. Desde un determinado despacho le llegó al Rey un informe sobre qué hacer para que la situación no se degradara más. Decía: “El riesgo de la democracia no es el golpe militar, sino su propio inventario de fracasos… La paz española está por encima de escrúpulos y lenguas hipócritas… Cualquier miedo a la autoridad es una precipitación al caos”.
16) Pujol escribió años después: “El PSOE tenía auténtica obsesión por hacer caer a Suárez… Enrique Múgica me visitó a finales del verano de 1980 en mi casa de Premiá de Dalt para preguntarme cómo veríamos que se forzara la dimisión del presidente y su sustitución por un militar de mentalidad democrática”. Es evidente que los políticos españoles de UCD, PSOE y CiU, de momento, sabían que era muy posible un golpe de Estado para quitar a Suárez de en medio y reconducir la situación política española.
17) En octubre de 1980 el empresario Juan Tomás de Salas, dueño de la revista Cambio 16, publicó en ella un artículo titulado “Suárez no sirve ya”. Fue demoledor para el presidente. El mito Suárez se había acabado.
18) El presidente de AP, Fraga Iribarne, fue informado por Peces Barba. Supo por él que el PSOE deseaba participar en un “gobierno de gestión” sin Suárez.
19) Se produjeron las famosas cenas de Lérida. La del 22 de octubre en el domicilio del alcalde socialista de la ciudad, Antonio Siurana. Asistieron Enrique Múgica, Juan Raventós y el general Armada, el más monárquico de los militares españoles –junto con Milans del Bosch– y muy querido por don Juan Carlos. Múgica aseguró a Armada que volvería muy pronto a Madrid. E informaba de aquellas cosas a F. González. Armada hacía lo propio dando cuenta a SM.
20) En noviembre el PSOE creía necesario formar un gobierno de concentración nacional. Enrique Múgica, Luis Solana e Ignacio Sotelo tenían ya asumida la inminencia de un golpe militar. Por eso el PSOE promovió la idea de un “gobierno de gestión más un general”. En este mes Fraga advirtió el Rey de un posible golpe.
21) ¿Cuántos militares estaban enterados de estos conciliábulos? El 99,5% no teníamos ni idea de lo que se estaba tramando. Mientras, Armada y Milans del Bosch ya hablaban por teléfono. Armada le informaba de la preocupación del Rey por la situación política y que deseaba que volviera a Madrid destinado para que fuera “sus ojos y oídos” sobre lo que pudiera suceder. Armada podía ocupar el puesto de 2º Jefe del Estado Mayor del Ejército, vacante, aún con la oposición frontal de Suárez.
22) A primeros de diciembre Armada comunicó a Milans del Bosch que el CESID le había propuesto que se hiciera cargo de un gobierno de salvación nacional para reconducir la situación política y que Milans sería designado presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM).
23) El CESID ya estaba preparando el terreno. Entregó a diversas autoridades un documento titulado “Panorámica de las Operaciones en marcha” sobre posibles golpes de Estado. Enumeraba tres supuestos: el de los Generales, el de los Coroneles y el de los espontáneos. Este último era el más probable. Señalaba en él al Teniente Coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero Molina, como el hombre capaz de dar el golpe para que se instalara un gobierno militar. Aquel documento fue una filtración premeditada. Ningún político se fue a un Juzgado de Guardia para presentar ninguna denuncia, ni lo comunicó a los medios afines.
Dejo aquí esta primera parte del proceso del 23 F, resumido. Intentaré acabarlo en un próximo artículo.
Enrique Domínguez Martínez Campos
Coronel de Infantería DEM (R)