... La insurrección de la Comuna de París de 1871 da nombre al Partido y al Manifiesto.
En 1981 algunos de los partidos nacionalistas, autonomistas o separatistas europeos fundaron la Alianza Libre Europea (EFA en su acrónimo en inglés) como una red de grupos políticos nacionalistas que se reorganizó en 2004 y se presentó a las elecciones como agrupación de partidos en el Parlamento Europeo. Nada menos que 47 partidos nacionalistas o independentistas a lo largo de toda Europa forman parte de la EFA, siete de los cuales son españoles con representación en Galicia, País Vasco, Cataluña, Valencia y Canarias.
Quince años después, en 2019, esos partidos presentaron un Manifiesto bajo el lema “construyendo una Europa de los pueblos”, basado en diez principios: Autodeterminación, Derecho a decidir de todos los pueblos, Europa de todos los pueblos, Justicia “linguística”, Paz y Libertad para Europa, Sostenibilidad, Igualdad de Género, Justicia social (en términos de dignidad e igualdad), Solidaridad entre los pueblos y Reforzamiento de los Jóvenes.
En el Manifiesto se mezcla la Justicia, que es dar a cada uno lo que le corresponde, con la Igualdad que es dar a todos por igual. La igualdad que pregonan no es la igualdad de oportunidades o ante la ley, pues esto está recogido en las constituciones nacionales, la igualdad que defienden es la de un mundo igualitario, la del igualitarismo, donde viene a colación la anécdota que tuvo lugar aquel 14 de abril de 1931 de implantación de la República, en un teatro de Pamplona, cuando un famoso tenor y artista principal entraba por la puerta y el portero le espeta “¡Qué bien, Señor Fleta ya somos iguales!”, a lo que el tenor contestó “Muy bien, pues entre usted a cantar, que ya me quedo yo cuidando la puerta”.
En cuanto a la justicia linguística no se sabe muy bien a qué se refieren, pero para el manifiesto, parece que es dar a cada lengua, la hablen 500 millones o 500 personas la misma importancia. Hay que cuidar las lenguas minoritarias como parte del acerbo cultural de Europa, solamente en Francia, Italia y España hay casi 30 lenguas o dialectos, pero hay que recordar también, que el Reino Unido y los Estados Unidos han utilizado su lengua, el inglés, como arma política, diplomática, educativa, empresarial, cultural y de influencia desde hace mucho tiempo.
El manifiesto oculta tras los principios de Libertad, Paz, Igualdad, Solidaridad o Sostenibilidad, que cualquier organización social o política de cultura occidental comparte, los de Autodeterminación o Derecho a Decidir, derechos reconocidos por la Organización de Naciones Unidas para las naciones que fueron colonizadas por los Imperios, pero de imposible aplicación a regiones europeas que al no ser colonias no pueden esgrimir esos derechos. No debemos olvidar que la EFA dirige sus actividades principalmente a defender la diversidad cultural y linguística de los pueblos, el regionalismo, autonomismo, nacionalismo y en definitiva la independencia de los pueblos.
La historia nos ha enseñado que el objetivo de los movimientos separatistas o independentistas que existen en todo el mundo es controlar “el poder, el dinero o los recursos” disponibles en el territorio, en todos los casos el poder y el dinero están presentes. Estos movimientos defienden por encima de todo las libertades de los pueblos, a pesar de que el proyecto europeo se basa en la Libertad, Seguridad y Justicia como sus tres pilares.
El objetivo principal de los movimientos separatistas es que sus territorios, sus pueblos, sean reconocidos por las naciones de la Unión Europea como Estados y además, una vez lograda la secesión, puedan mantenenerse como miembros de la Unión, sin solución de continuidad. Para ellos es una simple propuesta, si ya son europeos ¿por qué cambiar el status? En el fondo, el supuesto derecho de autodeterminación, no reconocido legalmente por ninguna nación europea ni por la UE, no tiene más importancia que por el hecho de que es utilizado por estos grupos secesionistas como herramienta para llegar a su objetivo final, la autodeterminación, el derecho a decidir, la libertad de los pueblos son meros instrumentos para lograr la independencia.
Sin embargo, teniendo en cuenta que la secesión o autodeterminación no está reconocida en ninguna de las Constituciones de los miembros de la UE, ni en el Tratado de Lisboa, el círculo de simpatizantes de la EFA es más bien reducido. Para intentar ampliarlo, la imagen que tratan de presentar los independentistas es muy pro-europea, muy de la UE como estrategia calculada para desarrollar la visión de la “Europa de los pueblos” que naturalmente no se refiere a las naciones miembro de la UE, sino a los grupos étnicos, linguísticos o culturales. La redefinición del concepto de nación, que persiguen, incluso algunos grupos políticos no secesionistas, pone en peligro la estabilidad de las naciones y la integración europea. La UE es sobre todo una sociedad de naciones y estos delirios de poder suponen un riesgo cierto para la estabilidad del proyecto de la UE.
En ese escenario es preciso distinguir entre nacionalismo y separatismo, quizá la unica diferencia está en que uno utiliza procedimientos lentos, “con paciencia llegará la independencia”, y el otro rápido, no importando los medios que se utilizan para conseguir el fin, aunque sean criminales, “el fin justifica los medios”. Sea cual sea la velocidad del movimiento, el objetivo final es el mismo y por ello los nacionalistas y los separatistas o independentistas se realimentan mutuamente.
Volviendo a la EFA y al Manifiesto 2019 permítanme presentarles los partidos de los diez miembros que configuran el comité ejecutivo de la Agrupación de Partidos, de los que cuatro son españoles, a saber, tres de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y uno del Bloque Nacionalista Valenciano (BNV), tambien conocido como “Compromis”, dos de Flandes (Bélgica) y los cuatro restantes de Escocia, Córcega, Gales y de Armenia (?!). No debe sorprender que Escocia o Gales se mantengan después del BREXIT pues la EFA está reconocida como una Organización No Gubernamental por el Parlamento Europeo.
El Manifiesto 2019 de la EFA, en su página 22, dice “Mientras el nacionalismo estatal se basa en la exclusión y los valores nacionales, la vision de la EFA sobre el nacionalismo de los pueblos es la contraria y defiende la inclusión, la diversidad, el establecimiento de puentes entre los pueblos en lugar de levantar fronteras entre ellos”. Está claro que no se refiere solo a las fronteras interiores de Europa, que no existen de acuerdo con el Tratado de Schengen, sino a otras y a otros pueblos o caso contrario, no deja de ser una contradicción.
También en la página 10 del Manifiesto se propone una “ampliación interna” de la UE de tal manera que Escocia y Cataluña, entre otras regiones, consigan su independencia dentro de la UE, tratando de modificar la normativa por la que una secesión de parte de un país miembro de la UE no suponga la pérdida automática de la condición de miembro, manteniéndose sin perder privilegios. Es por ello que pretenden una reforma del Tratado de la UE por la que se asegure que las “naciones sin estado”, según su nomenclatura, como Cataluña, Escocia, Gales, Flandes o Córcega u otras regiones europeas, se puedan incorporar a la UE a través de nuevos mecanismos políticos, aún desconocidos, una vez que consigan la independencia.
El Tratado de Lisboa de 2009, establece que las naciones miembro de la UE se comprometen a una “leal cooperación y mutuo apoyo” entre todos ellos, lo que impide de facto y de jure las oportunidades de los separatistas de obtener reconocimiento por ninguna nación europea o por parte del Consejo, la Comisión o el Parlamento que deben proteger el Tratado de Lisboa. Caso contrario sería el principio del fin de la UE.
Leyendo con detenimiento el Manifiesto 2019 de la EFA, vemos que está lleno de contradicciones, por un lado sonríe a los principios de la UE y se acerca a los Organismos principales de la misma y por otro mantiene la tensión de los movimientos independentistas en Europa que son una amenaza para la UE. Es por ello que parece representar una bomba de relojería para una UE, a la que actualmente no le faltan los problemas. Los objetivos de los partidos que componen la EFA son difíciles, por no decir imposible, de conseguir según el Tratado de Lisboa que obliga a todos sus miembros a cooperar y prestar apoyo mutuo.
Si los independentistas no tienen opciones de conseguir sus objetivos dentro de la UE y probablemente mínimas fuera de ella, ¿qué es lo que pretenden realmente esos partidos secesionistas? Quizá el fin no es lo importante y sí los medios o el proceso para llegar, supuestamente, a ese final lo que importa, pues a través de ellos pueden conseguir mantener el poder regional o autonómico mediante una utopía permanente. Terminamos como empezamos estas letras, la utopía comunista fracasó cuando pasó de la teoría a la práctica, pero se mantiene viva en muchos partidos, nada menos que siete de tendencia comunista en España. Con la utopía de la independencia pasa lo mismo, es seguro que puede fracasar pero hay que mantenerla viva para controlar “el poder, el dinero, los recursos” de la región correspondiente. Nada nuevo bajo el Sol.
Luis Feliú Bernárdez
Mayo 2020
Referencias:
- "Wie der Separatismus Europe in Beschlag nimmt und gefährdet", Schungshorizonte, Politik & Kultur 1/2019. Traduccion por Sabine Riedel
- Stiftung Wissenschat und Politik. Sabine Riedel
- www.culture-politics.internacional
- Manifiesto 2019 de la EFA.