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Relatos de ficción (o no) de un confinado

Intoxicación permanente

El socialista Miguel Carmona manda cortar a Tele 5. (El video en el interior de la noticia).
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El socialista Miguel Carmona manda cortar a Tele 5. (El video en el interior de la noticia).

LA CRÍTICA, 31 MARZO 2020

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A estas alturas del confinamiento no me queda la más mínima duda de que el Gobierno nos engaña. No solo el Gobierno con sus decretos tramposos que rezuman populismo y que cuando son desmenuzados uno se da cuenta de que algunas ayudas lanzadas a bombo y platillo son una quimera, sino también sus satélites mediáticos –que salvo contadas excepciones– le hacen la ola. (...)

... La razón de esconder los muertos en el armario y dar una cifra de contagiados muy por debajo de la real no la entiendo muy bien salvo pretender que no cunda el pánico y maquillar las tremendas meteduras de pata que tuvieron especialmente al principio.

Al final todo se sabrá por mucho que quiera ocultarse y le costará al Gobierno una factura carísima y tal vez la existencia del partido político que lo sustenta.

Que este partido es el que escribe los guiones de algunas cadenas mediáticas lo sospechábamos y no era preciso que Miguel Ángel Carmona nos lo confesase en un video que se filtró ya en 2013:

En una imagen reciente -que ilustra este artículo- puede verse a este mismo tertuliano dando instrucciones al regidor de Tele5 para que corte y no se puedan ver las medidas acertadas respecto al Covid-19 que estaba tomando Ayuso en Madrid. Vean al corte y tal vez coincidan con las explicaciones de Carmona en Twitter aclarando que se refería a las carreteras:

Que el número de afectados tiene que ser muy superior al reconocido está claro. La morbilidad (el número de afectados por 100.000 habitantes) puede ser distinta entre los países afectados pero no así la mortalidad específica entre los infectados (letalidad) cuando esos países tienen variables demográficas parecidas.

Según esos números, los afectados a día de hoy serían al menos 10 veces superiores a los contabilizados. Ello es así porque los test no terminan de hacerse a los sospechosos y se les manda a casa con la duda de si ese catarro que tienen es por el coronavirus o no. Los tres únicos casos directos que conozco entre familiares y amigos están a la espera desde hace 12 días que alguien les llame para seguimiento o confirmación y dan una pista de por dónde van las cosas aunque desde el punto de vista estadístico no tengan valor alguno por lo ridículo de la muestra.

Los periódicos afines al Gobierno manipulan de una manera descarada. Un vistazo a un conocido periódico digital nacional conocido por su alineación con la ideología de sectores gubernamentales viene a decir para contradecir “la narrativa centroeuropea derechista” que las manifestaciones y actos de masas de primeros de marzo son intrascendentes que “quienes trajeron y extendieron el virus por Europa fueron los centros financieros. La extensión física de las redes del dinero”, con una expresa alusión a Inditex que tiene un centro de negocios y relaciones en Wuhan. Al final va a resultar que el culpable es Amancio Ortega. Tiempo al tiempo.

Una muestra más la encontramos en ese mismo diario con un titular cuando menos confuso: ”España supera su máximo diario de fallecidos aunque la tendencia a la baja se mantiene”. ¿…? ¿Será esto el aplanamiento de la curva?

No es menos corrosivo un artículo de hoy mismo en ese mismo diario de un conocido antimilitarista que, después de echar pestes contra la UME, intrínsecamente falta a la verdad afirmando: “el gasto militar es 7 veces superior al de Sanidad, 11 veces al de Educación y 9 veces al de Servicios Sociales, es hora de plantarse y exigirle a nuestros representantes políticos que dejen de justificar y dar cobertura a esta exhibición militarista.” Seguramente por ser un corta-pega alguien ha confundido los conceptos y no ha tenido en cuenta que las competencias de esos ministerios están transferidas correspondiendo el verdadero gasto a las CCAA. El presupuesto de defensa comparado con esos gastos no es nada desproporcionado siendo de los más bajos de nuestro entorno. Hay que ser muy corto o muy mal intencionado para afirmar algo así.

¿Podemos hacer algo contra esta permanente intoxicación? Poco, salvo dejar de ver la tele o seleccionar adecuadamente nuestras fuentes. Si no queda más remedio que verla hagan una lista negra de los anunciantes y eviten comprar los productos que allí se anuncian. Seguramente pagarán justos por pecadores (si son las grandes compañías del IBEX no hay cuidado porque seguro que están entre estos últimos). Tal vez dé resultado.
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