... fijando como meta el año 2035. Es por ello preciso hacer unas consideraciones generales previas.
Las Fuerzas Armadas en general y el Ejercito de Tierra en particular, son los grandes actores dentro las misiones asignadas al Ministerio de Defensa. Al tratarse de Entidades sujetas a decisiones políticas, tanto en su empleo como en su mantenimiento, es la gestión política la que decide dentro de un Concepto Estratégico, cuales son las Amenazas a contemplar que afecten a la Defensa Nacional, que Riesgos hay que asumir, cuál debe ser el Objetivo de Fuerza y que cantidad del Presupuesto Nacional se dedica a conseguir estos concepto dentro de una eficacia-coste.
Desde hace algunos años esta preocupación por un futuro relativamente inmediato, se ha hecho patente en todos los niveles relacionados con la Defensa. El Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN.) a través del Programa “Trabajos de Futuros” elabora documentos que recogen las tendencias geopolíticas globales entre 2019-2040 y el entorno operativo para el 2035. Y el Ejército de Tierra ha creado en su División de Planes (DIVPLA.) del EME. un Centro de Estudios Fuerza 2035 y se ha constituido el Grupo de Trabajo Fuerza 2035, presidido por el jefe de la DIVPLA. Y dentro de este cometido, tanto la Fuerza Terrestre (FUTER.) como el Mando de Doctrina (MADOC.) y la División de Logística del EME. tienen cometidos muy importantes, habiéndose fijado un plazo inicial para finalizar la fase de experimentación en el 31 de diciembre del año 2019, que se plasmará en un Plan de Transición con el horizonte del año 3035.
Esta inquietud se ha plasmado además en una serie de documentos tales como “La BRIEX. 2035. Un nuevo conceptos para futuros conflictos.”, “La Estrategia de Seguridad Nacional 2017” publicada el 1 de diciembre de 2017 por el Gobierno de la Nación y recientemente ha salido a la luz -Septiembre de 2018- un documento emitido por el MADOC. titulado “Entorno Operativo Terrestre 2035”, que recogen y marcan las directrices a tener en cuenta en este proceso de “futurología”.
Son muchas las incógnitas a resolver y además existen una serie de parámetros sociales y políticos desconocidos, cuya incidencia en el transcurso de los años venideros hasta el año 2035, son una verdadera incógnita.
Las primeras cuestiones “macros” que surgen entre muchas y que al final afectan al Ejercito futuro y como consecuencia a las infraestructuras en que debe apoyarse, son referidas al año 2035:
- ¿Cómo será la Unión Europea en su evolución?
- ¿Cuál será la población Europea como consecuencia de las migraciones?
- ¿Qué compromisos internacionales tendrá España que afecten a la Defensa Nacional?
- ¿Qué demografía tendrá España en dicho año y como será “la pirámide de edades”?
- ¿Los Gobiernos de turno hasta ese año, que Presupuesto en tantos por cientos habrán dedicado a la Defensa Nacional?
- ¿Qué grado de crecimiento o decrecimiento tendrá el PIB. Nacional?
- ¿Cómo se habrá tratado el tema económico nacional en relación con el déficit y la deuda crónica que asfixia la capacidad de inversiones y desarrollo?
- ¿Qué inflación o deflación existirá en el valor del euro del 2035 (si existe) con el valor actual?
- ¿Cómo se habrá tratado el tema fundamental de adquisición de Energía en la que somos absolutamente deficitarios y que afecta fundamentalmente al desarrollo?
- ¿Qué conciencia de Defensa Nacional existirá en la población española?
- ¿Qué tanto por ciento de PIB. “obligará” la OTAN. y la UE. a que cada Nación que la integré dedique a Defensa?
Estoy seguro que expertos en Prospectivas y “Futurología” serán capaces de aportar “visiones” apocalípticas o celestiales -así las he encontrado a “cientos” en páginas de Internet- pero solo la Estadística y unos modelos apropiados de Investigación Operativa, podrán aportan unos datos para que los economistas y sociólogos comiencen a “elucubrar”
Para este trabajo uno de los puntos de partida fundamentales son los que expone el documento del ET. ya mencionado “BRIEX 2035. BRIGADA EXPERIMENTAL. La Fuerza del Futuro” donde comienza diciendo:
“En los próximos años, el Ejército de Tierra deberá actuar en entornos impredecibles, dinámicos, inestables y de creciente complejidad. Esto, unido a los rápidos avances tecnológicos, la posibilidad de acceso a tecnologías de uso civil y militar, por parte de potenciales adversarios y amenazas, así como la hiperconectividad, gran influencia y omnipresencia de los medios de comunicación y redes sociales, obliga a una evolución….”
Lo cual supone que hay que empezar a transformarse ¡¡¡YA!!! aunque desde el año 2017 haya tenido una gran transformación LA FUERZA y el APOYO A LA FUERZA, tal como se expone en el documento del año 2017 del ET:“INFORME DE SITUACIÓN. PREPARADO, DISPUESTO Y OPERATIVO”.
Pero entre todos los documentos ya citados, prácticamente no se encuentra nada referido a la Infraestructura que necesita ese Ejército del futuro. En el documento sobre la BRIEX 2035 aparece el siguiente párrafo: “…el MADOC. asegurará el empleo de los campos de maniobras y tiro y centros de adiestramiento necesarios para la ejecución de las actividades de experimentación…”
Para trabajar hacia el futuro con las Infraestructuras, es preciso tener en cuenta que actualmente existen asignadas al ET. unas 355 instalaciones (BAE.) entre Bases, Acuartelamientos y Establecimientos (aplicando el criterio de la SACIN.)Su distribución es:
- 21 Bases.
- 78 Acuartelamientos.
- 256 Establecimientos
señalando que dentro del concepto de BAE. se incluyen Campos de Maniobras, Centros de Adiestramiento, 77 Residencias Militares y Centros Deportivos de todos los tipos, y 16 Zonas de Interés para la Defensa Nacional.
A esta situación y número de instalaciones se ha llegado tras una gran transformación sobre el concepto “anterior” de un despliegue basado en el territorio, a un despliegue funcional y a emplear una racionalización y en consecuencia, una concentración de Unidades. Gran parte de las propiedades del Estado asignadas “al Ramo de Guerra” han sido cedidas a Organismos Civiles nacionales, comunitarios o locales, en condiciones económicas que casi no han repercutido beneficiosamente de reinversión para la estructura de la Defensa Nacional, incluso afectando al propio despliegue operativo, fundamentalmente de establecimientos para el Apoyo a la Fuerza y en concreto para el despliegue logístico. En otras palabras, el Estado se ha quedado sin terrenos y propiedades donde poder instalar medios adecuados a una situación de crisis, como acaba de comprobarse en el desplazamiento de Unidades de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a una zona del territorio español y no había instalaciones ni zonas militares para albergarlas.
Por otra parte en los acuartelamientos actuales ha tenido que comenzarse un amplio programa de mejoras de vida, infraestructuras militares de todo tipo relacionadas con el adiestramiento, etc, y actualmente está en vigor desde el año 2014 el “Plan de Transición de la Estructura de la Fuerza”.
Pero para el futuro y dentro del territorio nacional habrá que realizar una clasificación fundamental entre aquellas instalaciones que son utilizadas directamente por los Unidades Operativas en sus distintos niveles y en razón a su misión, y aquellas otras que corresponderán a misiones administrativas o sociales de las FAS. que deberían ser dirigidas, controladas y mantenidas por organismos del Ministerio de Defensa tales como Delegaciones y Subdelegaciones de Defensa.
La evolución situación social de la población española y su nivel de “acomodación”, requerirá que las Bases estén dotadas de unas áreas de vida donde el personal profesional que se aloje en ellas, disponga de unas comodidades adecuadas a los requerimientos ajenos a la preparación para el combate. Recientemente y teniendo en cuenta la referencia a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desplazadas a determinada zona del territorio nacional para cumplir sus misiones, -en lo referente a alojamientos y comedores- se ha considerado por las mismas que no reunían condiciones adecuadas. En un futuro habrá que efectuar un gran esfuerzo para transformarlas en “viviendas dignas”.
Hay que ir a la concentración de Unidades teniendo en cuenta que la entidad Brigada ha sido determinada como la Unidad fundamental. Esto obligará a que las Bases – en donde trabajará una gran cantidad de profesionales - estén próximas a ciudades donde la vida familiar pueda conciliarse y desarrollarse, y se disponga de todo lo necesario para que pueda llevarse a efectos (guarderías, colegios, e incluso mercados). A estos efectos sirve de referencia como los Ejércitos de naciones de nuestro entorno (USA., Francia, Reino Unido, etc.) han resuelto la infraestructura en sus Bases.
Desde un punto de vista operativo, los sistemas de simulación son fundamentales. Habrá que dotar de nuevas instalaciones a las Bases donde la mayor parte de la preparación del combatiente se efectué con estas nuevas tecnologías.
Será muy necesario que estas Bases dispongan de instalaciones donde puedan entrenarse las Unidades no solo para la guerra convencional sino para la guerra hibrida, lo cual exigirá construir –como ya se ha empezado a hacer- poblados para combates en poblaciones, poblados de contenedores o similares donde las unidades y CG,s. que vayan a desplazarse fuera del territorio nacional (o dentro) se acostumbren a desenvolver en este tipo de “campamentos”, etc.
Siempre dentro del concepto de concentrar medios y de los criterios “conjuntos”, se estima preciso aprovechar al máximo las capacidades que las instalaciones de otros Ejércitos no las tienen utilizadas al máximo. A este fin, se ha demostrado el enorme éxito de haber ubicado en algunas Bases Aéreas, unidades del Ejército de Tierra que precisan para su finalidad de amplias zonas de terreno para instruirse o zonas de embarque aéreo próximas.
Pero todo este esfuerzo de “futurología” concretado en necesidades y programas, necesitan para materializarse unas dotaciones adecuadas en el Presupuesto Nacional para la Defensa y una voluntad decidida de llevarlos a efectos.
Y de Planes y Programas perfectamente diseñados y que no han podido llevarse a efecto, saben muchos las Fuerzas Armadas.