De cómo se resuelva la sucesión de Sadat Maraña al frente de Ciudadanos en León dependerá la estabilización de este partido en la provincia o su desarticulación a más corto que medio plazo.
El inesperado desenlace del "asunto Maraña", con su renuncia ayer día 10 a los cargos orgánicos que ostentaba en León y su inmediata aceptación por la dirección nacional de Ciudadanos, así como las informaciones publicadas hoy mismo por un diario leonés poniendo sobre la mesa las relaciones de dependencia económica del excoordinador con un empresario leonés, dan un giro inesperado -quizá no tanto para algunos, como el citado diario- a la crisis que vive el partido de Albert Rivera en León desde hace bastantes meses.
De cómo se resuelva la sucesión de Sadat Maraña al frente de Ciudadanos en León dependerá la estabilización de este partido en la provincia o su desarticulación a más corto que medio plazo.
Según informa el mismo diario hoy día 11, la sucesión de Sadat Maraña deberá resolverla la actual Junta Directiva de León, eligiendo de entre sus miembros al sustituto, según establecen los estatutos del partido. La cuestión es que, si la crisis se resuelve de este modo, no será una solución sino todo lo contrario, porque sería consolidar a los órganos internos del partido articulados en su composición por Sadat Maraña, a través de una gestión que precisamente es la que se ha venido cuestionando por una mayoría aplastante de los militantes.
La solución no vendrá solamente por la sustitución estatutaria de Sadat Maraña, sino por la legitimación de los órganos internos del partido en León, con la suspensión en sus funciones de los mismos y posteriores elecciones democráticas, limpias y transparentes, cualidades que habrá de garantizar la dirección nacional de Ciudadanos.
Los militantes de Ciudadanos y la opinión pública están expectantes ante las decisiones de la dirección de Ciudadanos, no solo por su repercusión en León sino por la trascendencia que habrán de tener en muchas otras provincias, de nuestra Comunidad y del resto de España, que viven situaciones parecidas como consecuencia de la rápida expansión del partido a nivel nacional, y a las que puede devolver la esperanza de que Ciudadanos es el partido político modelo que necesita España.