SM “La Reina” de Gibraltar

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Por tanto, VOX pidió la comparecencia en el Congreso de los ministros de Exteriores y de Defensa para que explicaran sus respectivas actuaciones tras la colisión de los dos buques y que provocó la consiguiente fuga de combustible. VOX, en relación con esa zona de exclusión, dijo que “reviste implicaciones muy graves, pues Fabián Picardo se ha arrogado todas las competencias de soberanía en aguas españolas. Hasta el punto de que Gibraltar llegó a “expulsar” a una patrullera de la Guardia Civil de esa zona de exclusión mientras un buque de nuestra Armada observaba el hecho a media milla de distancia. ¡No me dirán que no es vergonzoso semejante espectáculo!

Por eso VOX decía que el gobierno responda por escrito a su pregunta de cómo pretende defender la soberanía nacional y qué va a hacer ante la declaración “unilateral” por parte de Gibraltar de una zona de exclusión en aguas territoriales españolas.

Con Gibraltar la palabra sorpresa es recurrente. Porque se puede ir de sorpresa en sorpresa con estos individuos y añadiría que con el actual gobierno de España. En realidad, tal para cual. Nos enteramos de que, desde el domingo 4 de septiembre, un barco tecnológico llamado “OC-Tech Horizon” de 11 metros de eslora, dedicado a recuperar residuos marinos, entre ellos hidrocarburos y aceites separándolos del agua del mar, es un barco español de la empresa Ocean Cleaner Tecnology del Puerto de Santa María, que está trabajando alrededor del “OS 35”.

El director de Desarrollo de Ventas de la compañía, Santiago Miranda, dijo que para poder cooperar con Gibraltar en la limpieza alrededor del “OS35” fue necesario obtener una “dispensa” por parte de la autoridad portuaria gibraltareña. El barco funciona como una gran aspiradora marina que separa el agua del mar de vertidos sólidos y líquidos. El día 4, por ejemplo, pudieron recuperar 3.000 litros de aceites y combustibles.

En resumen, como el nombre del barco está en inglés, nadie piensa que es español. Así no hay problema para que los británicos reconozcan la necesidad de la colonia militar del apoyo español. Y no lo reconocen en este y en otra infinidad de asuntos, Ya lo hemos dicho en muchas ocasiones: es Gibraltar quien depende de España, no al revés. Aunque los llanitos se crean los reyes del mambo y los británicos los amos del Mundo.

El mensaje que envió el gobernador de Gibraltar, vicealmirante sir David Steel, ante la proximidad del llamado Día Nacional de Gibraltar (que de nacional no tiene nada al no ser Gibraltar ninguna nación) fue la exaltación de la “unidad” de Gibraltar y GB. Entre otras cosas dijo que un día, Winston Churchill aseguró que “una nación que olvida su pasado no tiene futuro”. Por eso, el vicealmirante dijo que Gibraltar celebra con entusiasmo su Día Nacional (¿?) permaneciendo como parte de la familia del Reino Unido y de la Commonwealth. Y así llevan 318 años.

¿Se merece esto España, mejor dicho, los españoles? Firme aliada y amiga de GB según todos los medios oficiales de las diferentes Administraciones del Estado español. Pues al parecer, según el señor gobernador de Gibraltar, se merece esta y algunas bofetadas más. Tantas, al menos, como cada año que pasa y nuestro país sigue aguantando y soportando este anacronismo que se ceba en Celtiberia.

Sorprendentemente Picardo, que estaba en Londres el día 8, regresó rápidamente a Gibraltar cuando se conoció la noticia de la situación médica de la reina Isabel II que estaba en su palacio de Balmoral.

Solo dos días después de recibir la Reina a la nueva primera ministra de GB, Liz Truss, SM fallecía el día 8 y la noticia se conoció en la tarde de aquel día. Picardo declaró en el Peñón que “con gran tristeza, el pueblo de Gibraltar y el gobierno de SM de Gibraltar, han recibido la noticia del palacio de Buckingham del fallecimiento en Balmoral, Escocia, de SM la Reina Isabel II”. Añadió que el pueblo gibraltareño lloraría a la Reina por “nuestro surgimiento en la posguerra como parte de la familia británica de naciones (¿?)” Por supuesto, proclamó su lealtad a la Corona del Reino Unido y a SM el Rey (Carlos), etc., etc., etc.

El gobernador del Peñón también se hizo eco del fallecimiento de la Reina y llegó a decir que Isabell II era la Reina de Gibraltar. Esta gente, cuando se pone a decir tonterías, no tiene límites. Verá, sir David, el Rey de Gibraltar es el Rey de España, hoy Felipe VI. Porque en aquel famoso tratado de Utrecht, el Rey de España cedió “la propiedad” de la plaza, no la soberanía de la misma a favor de nadie de GB. Por tanto, el soberano de Gibraltar es el Rey de España. ¿Lo ha entendido o hay que dárselo en puré como a los bebés?

Pero las loas y los llantos por la muerte de Isabel II (que Dios tenga en su gloria), no quedaron reducidos a los que pregonaron los que viven en la colonia militar británica de Gibraltar. También en España se han dado casos realmente sorprendentes, al menos para este militar español, que lo que ha visto y ve en los monarcas británicos desde aquellos años del siglo XVII, ha sido la representación más obcecada y patente del poder del Reino Unido en todas sus facetas. Como Jefes de ese Estado, como cabezas de la Iglesia Anglicana inventada por Enrique VII para repudiar a su esposa española, como reyes de los países de la Commonwealth íntimamente ligados a ese poder y, también, como máximos jerarcas de las Logias Británicas habida cuenta de que “la Masonería es muy buena en Inglaterra para Inglaterra y, lo malo, es que en España sigue siendo muy buena para Inglaterra” (Francisco Franco), sumamente enemiga de nuestros intereses nacionales.

Por todo ello no entiendo que dos Autonomías en España, presididas precisamente por líderes del PP, declararan en ellas días de luto por el fallecimiento de Isabel II. Lo de Andalucía, con un Juanma Moreno que, al parecer, deseaba rendir así gratitud a lo que Gibraltar le proporciona a “su tierra”, o quizás obligado por la presión de los colaboracionistas españoles del Campo de Gibraltar.

Pero lo que he entendido menos, fue la decisión adoptada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, declarando tres días de luto en Madrid como si los madrileños tuviéramos que rendir pleitesía no ya a la difunta, sino al país que no quiere de ninguna manera que el nuestro recupere su integridad territorial. Y eso que considero a Díaz Ayudo como lo mejor que tiene hoy el PP, que no se casa con el centro central moderadísimo que este partido representa en España.

Pues bien, dadas las circunstancias del cambio de gobierno en GB y la muerte de la Reina Isabel II, es de esperar que las negociaciones entre GB y la UE se vuelvan a retrasar, habida cuenta de que hoy toda Europa, incluida GB, está mucho más preocupada y debilitada por las diferentes crisis que nos azotan desde el 2008: la económica, la de la pandemia de la peste china, la de la creciente desunión y debilidad de la UE, la de la inflación, la de la guerra en Ucrania (desde 2014), la energética y la de la pérdida casi total de los valores espirituales, morales y éticos en los que se basó siempre la civilización occidental.

Desde el 1 de septiembre de 2020 estoy escribiendo con asiduidad estas cartas, iniciadas con la esperanza de que nuestro país pudiera aprovechar la excelente coyuntura del Brexit para obtener ventajas respecto de Gibraltar, de la colonia militar británica en nuestro suelo. Pues bien, dada la situación geopolítica y geoestratégica mundial y las circunstancias apuntadas en el párrafo anterior, voy a dejar de escribir por un tiempo de los hechos más relevantes que suceden en esa vetusta y anacrónica colonia.

Ustedes, queridos amigos, con estas 73 cartas, han podido adquirir o complementar los elementos de juicio suficientes como para saber cuáles han sido las posiciones adoptadas por España, Gran Bretaña y la Unión Europea sobre el futuro de esa vergüenza llamada Gibraltar. Y las actuaciones de unos y otros en ese interminable conflicto entre España y Gran Bretaña, amigos y aliados según dicen.

Intentaré retomar este asunto cuando sepa que las negociaciones entre GB y la UE se reanudan con la posibilidad de llegar a un acuerdo, o no. A partir de ese momento me pondré de nuevo en contacto con ustedes para dar mi opinión sobre lo que al final resulte.

Y veremos el papel jugado por el gobierno de España tan timorato y sin iniciativas –este y probablemente el que le suceda– en esta democracia tan sumamente anómala que vivimos en España.

Muchas gracias y un fuerte abrazo.