Durante muchas horas pudimos ver la humillante posición de las fuerzas de seguridad, dominadas y ninguneadas por unas decenas, cientos o miles de villanos de máscara y mochila, los más jóvenes y muy jóvenes, que las toreaban ante los ojos del mundo entero.
Si esta es la estrategia adoptada por el señor Sánchez -que con esa se calman los ánimos, dice- él sabrá. A los que no entendemos de estrategias y de guerrilla urbana se nos cae la cara de vergüenza al ver cómo chulean los villanos a los esforzados agentes paseándose delante de sus narices y de sus escudos en patinete, en bicicleta, en moto y hasta caminando lindamente, como si no parasa nada. Moderación, dice Sánchez....