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500 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO POR MAGALLANES Y ELCANO (3)

La nao Victoria, primer barco que dio la vuelta al mundo

Réplica de la nao Victoria. Foto: http://www.eldiarioalerta.com/articulo/cantabria/
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Réplica de la nao Victoria. Foto: http://www.eldiarioalerta.com/articulo/cantabria/

LA CRÍTICA, 24 FEBRERO 2019

Por Marcelino González Fernández
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Una de las grandes hazañas de la historia fue la primera vuelta al mundo dada por un barco, y este honor lo correspondió a la nao española Victoria, que salió de Sanlúcar el 20 de septiembre de 1519 ...

... y entró de regreso el 6 de septiembre de 1522. En el presente año 2019 se celebra el V centenario del comienzo de aquella gran aventura.

La Victoria era una nao o pequeña carraca que según la tradición había sido construida en Zarauz. Se dice que su nombre procedía de la iglesia de Santa María de la Victoria de Triana, donde Magallanes juró servir al rey Carlos I. Su fecha de construcción se desconoce, aunque fue anterior a 1518 en que apareció en los primeros documentos. Era de unos 28 m de eslora, 7,5 de manga y un arqueo de unos 85 toneles vizcaínos (102 toneladas sevillanas). Contaba con bauprés con vela cebadera y 3 mástiles: trinquete y mayor con aparejo de cruz (velas rectangulares), con gavia en el mayor, y mesana con vela latina (triangular). Debía de armar unas 10 culebrinas. Su tripulación a la salida era de unos 45 hombres.

La gran gesta de la Victoria se fraguó cuando el portugués Fernando de Magallanes, deseoso de aventuras y al comprobar que en su tierra no tenía futuro, en 1517 pasó a España y presentó al Rey su plan de organizar una expedición para buscar por occidente el camino a las Islas de las Especias, las Molucas. Su idea partía de lo establecido en el Tratado de Tordesillas de 1494, según el cual proponía buscar las Molucas por la zona de influencia de España, que estaba al oeste de la línea de demarcación representada por un meridiano 370 leguas al oeste del meridiano de Cabo Verde, en lugar de hacerlo por el este doblando el cabo de Buena Esperanza como hacían los portugueses. Por otra parte, Magallanes estaba convencido de la existencia de un paso de comunicación entre el Océano Atlántico y el Mar del Sur por Sudamérica.

Carlos I, casi recién llegado a España, se convenció de que el plan de Magallanes podía ser un éxito, y el 22 de marzo de 1518 firmó en Valladolid unas capitulaciones por las que le daba el mando de cinco naos: Trinidad, Concepción, San Antonio, Santiago y Victoria. Las capitulaciones también le proporcionaban todo lo necesario para la empresa, y lo nombraban gobernador y adelantado de las tierras que pudiera descubrir. La tripulación total era de unos 239 hombres, entre los que en la nao Concepción se encontraba enrolado como maestre Juan Sebastián de Elcano.

La expedición salió de Sevilla el 10 de agosto de 1519 y entró en Sanlúcar de Barrameda. El 20 de septiembre salió a la mar, entró en Tenerife, bordeó Cabo Verde y Sierra Leona, y arrumbó hacia el oeste camino de América, llegando a Guanabara el 13 de diciembre. Continuó hacia el sur, en enero de 1520 se internó en una amplia entrada de agua hacia poniente, que exploró por si podía ser la comunicación con el Mar del Sur, pero era el Río de la Plata, y el 31 de marzo llegó a San Julián, Argentina, donde invernó. Durante esta estancia, Magallanes tuvo que reprimir con dureza una sublevación de las tripulaciones, y el 3 de mayo, la nao Santiago se perdió al encallar en el río Santa Cruz.

Terminada la invernada continuó viaje. El 21 de octubre entró en un paso angosto, hoy conocido como Estrecho de Magallanes, donde la San Antonio desertó y regresó a España, entrando en Sevilla el 6 de mayo de 1521. Magallanes, con los tres buques restantes: Trinidad, Victoria y Concepción, el 27 de noviembre llegó al Mar del Sur, que por su calma bautizó Océano Pacífico, y empezó su travesía. Fue una larga navegación con muchas penalidades por la escasez de agua y víveres, padeciendo hambre y sed, hasta tal extremo que la gente llegó a comer cuero reblandecido, serrín y ratas. Y apareció el escorbuto, enfermedad debida a la falta de vitamina C, por no haber ingerido alimentos frescos durante mucho tiempo.

Los expedicionarios avistaron las islas Marianas, que bautizaron islas de los Ladrones, el 16 de marzo llegaron a la isla de San Lázaro, y pocos días después la nao Victoria y sus compañeras arribaron a la isla de Cebú, de las actuales Filipinas, donde los españoles fueron bien recibidos por los nativos. Magallanes trató de mantener buenas relaciones con los aborígenes, convertirlos al cristianismo y hacerlos súbditos del rey de España. Pero el jefe de la cercana isla de Mactan, Lapulapu, no estaba por la labor, por lo que el portugués quiso darle un escarmiento. Decidió atacarle con solo 60 hombres, con los que llegó a Mactan en la madrugada del 27 de abril de 1521, donde en un duro enfrentamiento contra una gran fuerza indígena, Magallanes y alguno de sus hombres resultaron muertos.

Le sucedió en el mando Duarte Barbosa, que fue traicionado por los indígenas de Cebú y murió con unos 30 de sus hombres en un banquete. Las tres naos abandonaron inmediatamente Cebú, y la nao Concepción fue quemada a la altura de Bohol por su mal estado y por falta de hombres para tripularla. Tras una serie de vicisitudes se nombró nuevo jefe de la expedición a Gonzalo Gómez de Espinosa, embarcado en la Trinidad, y el mando de la Victoria recayó en Juan Sebastián de Elcano. Continuaron viaje en los dos buques que quedaban, y el 8 de noviembre de 1521 llegaron a Tidore en las Molucas, donde cargaron gran cantidad de especias. Al poco tiempo decidieron iniciar el regreso a España acosados por los portugueses de la cercana isla de Ternate. Pero como la Trinidad hacía mucha agua, los dos capitanes determinaron separarse y navegar cada uno por su cuenta. La Victoria, al mando de Elcano salió el 21 de diciembre y arrumbó al cabo de Buena Esperanza. Y la Trinidad quedó a reparar en las Molucas, para después tratar de navegar hacia América, a donde nunca llegó, ya que tras haber sufrido fuertes temporales fue apresada por los portugueses.

La Victoria atravesó el Índico, en abril de 1522 dobló el cabo de Buena Esperanza, y el 9 de julio fondeó en Cabo Verde para hacer algunos víveres, pero al ser apresada su chalupa por los portugueses, continuó viaje. El 6 de septiembre llegó a Sanlúcar con 18 hombres, y el día 8 entró en Sevilla, poniendo fin a la gran aventura.

Carlos I recibió a Elcano en Valladolid, le concedió una pensión de 500 florines, el título de hidalgo, y un escudo de armas en el que figuraba un globo terrestre con la leyenda “Primus circumdedisti me”. Y las especias traídas por la Victoria, sobre todo clavo, fueron vendidas en Amberes, con tan buenos resultados que cubrieron los gastos de la expedición y dejaron beneficios.

Tras el viaje de circunnavegación, la Victoria fue vendida. Y tras ser reparada y convenientemente carenada, navegó dos veces a Santo Domingo, perdiéndose cuando regresaba a España del segundo viaje.

Madrid, a 14 de enero de 2019
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