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Según dice, La Línea es un “municipio olvidado por el Gobierno y por la Junta…, tiene 8.900 parados sin plan de empleo ni de formación y que… puede tener un presupuesto de 50 millones de ingresos por parte del Estado, mientras que Ceuta, con menos habitantes recibe 320 millones, o San Roque dispone de 2.500 euros por habitante y nosotros no llegamos a 900”.
Añadió que el propio Gobierno es consciente de lo que está pasando. Por ejemplo, Borrell dijo en su día que lo que hay enfrente de Gibraltar es una planicie de subdesarrollo. Y Franco terminó de definir su ciudad así: “Una cloaca, lo que nadie quiere y con el narcotráfico como futuro”. ¿Y él que hace por ella? Por lo que dijo, el PSOE lo sabe porque lo sabe el Gobierno. ¿Sabrá también el PP que La línea es una cloaca? Y si lo saben PSOE y PP, ¿qué han hecho en estos últimos 45 años para evitarlo y sacarla de ese pozo negro?
El 12 de agosto, el periódico “Panorama” de Gibraltar exaltaba la toma del Peñón por las fuerzas angloholandesas –como ya narré en carta anterior– del siguiente modo: “Exactamente hace 318 años nació un nuevo Gibraltar”. ¡Por supuesto! Cuando los gibraltareños nativos salieron huyendo de allí. Y al final de ese artículo decía: “La última semana fue nuestro 318 cumpleaños”.
Efectivamente. Surgió un nuevo Gibraltar con una base naval usurpada a España en nombre de uno de los pretendientes a su Corona; y en ella se fueron incorporando inmigrantes procedentes de muchas partes porque los gibraltareños autóctonos se fueron de allí para crear un nuevo pueblo: San Roque. Hoy Gibraltar tiene una población de aluvión encerrada en una colonia militar. Y si la Verja se hubiera mantenido cerrada hasta hoy, es muy posible que en la colonia militar no hubiera quedado ni un alma que se declarase gibraltareño. Pero para esto están el PP y el PSOE, para compartir lo que sea con los que son de Gibraltar.
Este mismo periódico parece temer que VOX pueda adquirir más poder, no sólo en Andalucía sino en toda España. Dice que este partido de extrema derecha (¿?) está obsesionado con el tema de Gibraltar. ¿Saben por qué? Porque VOX declara que la soberanía sobre Gibraltar y sus aguas jurisdiccionales deben ser una prioridad para España, dado que el Peñón representa el punto estratégico de mayor valor del país.
No obstante, en “Panorama” están tranquilos. Según ellos, esta obsesión de VOX con Gibraltar no tiene apenas resonancia en España (en el pueblo español) ni en otros partidos políticos. La gente, en general, no está preocupada por este problema, sino por otros que le afectan más directamente. Por desgracia, “Panorama” no se equivoca. Ni Gobierno socialcomunista, ni oposición de centro central centrado moderadísimo y, ni que decir tiene, los españoles anestesiados y extasiados con sus vacaciones y con lo que pueda venir después, lo de Gibraltar es un asunto marginal e, incluso, desapercibido, olvidado. Se podría decir que a todos les queda muy lejos. Y así nos va de bien con el imperialismo británico. Menos mal que VOX nos recuerda a todos que debiéramos tener un poquito más de dignidad y de vergüenza.
Aquel 12 de agosto, “Noticias Gibraltar” titulaba que “Militares y civiles norteamericanos vuelven a crear tensiones en la Verja de Gibraltar”. Después del incidente con el General de Brigada de EEUU, Marcus Bryant el 22 de abril, las cosas se calmaron tras la recomendación del mando norteamericano en Rota. Pero con la llegada del verano se hacen frecuentes estos casos en la Verja. Ha habido problemas con militares de EEUU que han intentado entrar en Gibraltar procedentes de sus bases en Alemania o los destinados en Rota, cuyos permisos les acreditan para moverse por territorio español, pero no para traspasar una “frontera” exterior del espacio Schengen”, como es el caso de la Verja en Gibraltar.
La semana anterior al 12 de agosto, una tripulación completa de un vuelo procedente de EEUU aterrizó en Rota, se alojó en Jerez y quiso pasar a Gibraltar. Los cinco tripulantes del avión fueron rechazados por la policía española en la Verja. Sólo podían moverse por territorio español. Y volvemos a preguntarnos: ¿Qué hace la embajada norteamericana en Madrid –España–, espacio Schengen? ¿No advierten a sus militares o civiles sobre el problema específico de Gibraltar? ¿Pretende acaso que se promueva un conflicto diplomático entre España y EEUU? O habrá que sospechar que los militares norteamericanos (y civiles a su servicio) tienen estrechas y especiales relaciones porque las tienen entre la base española de Rota y la colonia militar británica. Si no es así, ¿por qué tanto interés en entrar y salir del Peñón llegados a Rota? ¿Por qué les interesa tanto Gibraltar? ¿Para ver los monos? O para conocer las instalaciones norteamericanas en el Peñón.
Y siguen los apagones de luz allí. De momento, cuatro en lo que va de agosto. Ni con central eléctrica de última generación, ni con eso de ser la tercera potencia mundial en renta per cápita a base de sus “negocios” y exprimir a todos los que tiene a su alrededor, logran enderezar lo que debía ser para ellos un juego de niños. Pues no. Pero ahí están los grupos electrógenos de las empresas españolas para sacarles de apuros.
En un documento oficial británico sobre Estrategia Nacional de Seguridad Marítima, en el que han intervenido varios ministerios, entre ellos los de Exteriores y Defensa, elaborado en este mes de agosto, se determinan las aguas que el gobierno británico considera que son suyas en los llamados Territorios de Ultramar, entre los que se encuentra Gibraltar. Este documento define dicha Seguridad Marítima para los próximos cien años.
El documento explica la importancia que para GB –una isla– supone el sector marítimo, que para ellos es incuestionable. Y reafirma que para ellos, el primer deber del Gobierno es proteger a su pueblo (¿Gibraltar es su pueblo?), sus aguas territoriales y su democracia. En relación con Gibraltar, sus supuestas aguas de soberanía británica se extienden hasta las 12 millas del Peñón, extendiéndose sobre todo hacia el este para llegar al mar de Alborán, como figura en los gráficos de este documento.
Creo que este asalto a la soberanía española es lo suficientemente grave como para que este multitudinario gobierno de España, cuyo principal enemigo sigue siendo Franco –muerto hace 47 años–, informara al pueblo español de que un potencial enemigo de España es un supuesto aliado llamado Gran Bretaña. Y que los ministerios de Exteriores y Defensa contestaran por medio de una nota pública –el documento británico es público– contestando al desafío inaudito lanzado por el supuesto aliado. Callar ante semejante bofetada no sólo es una cobardía, es una indignidad. Aquí, en mi opinión, no caben las medias tintas ni lo que algunos consideran que es la prudencia. Se le lanza un órdago a nuestro país y se debe responder. Sin pelos en la lengua. Y, sobre todo, sin miedo ni complejos.
La desfachatez, la prepotencia y el imperialismo de estos tipos, no tiene límites. Y cuando ponen de manifiesto abiertamente –como en este caso– no sus intenciones, sino dar por hecho que ellos, por su cuenta, deciden sin más, porque les da la real gana, es imprescindible que por parte española se les devuelva la pelota con una impertinencia mucho mayor, contundente y defendiendo nuestro criterio e intereses. No he visto en un solo medio de comunicación español esta estrategia británica. Nadie se ha enterado, por lo visto, de esta nueva bofetada británica a la dignidad de los españoles. O es posible que se hayan hecho los tontos mirando para otro lado.
Sin embargo, el Gobierno tiene que saberlo. Tiene instituciones a su servicio para ser informado. Pero el Gobierno, de momento, ha callado. No ha abierto la boca, como admitiendo el hecho consumado de este filibusterismo británico. También lo ha hecho la oposición. Pocas cosas pueden sorprenderme ya. Pero la posición española es la normal con dos partidos hegemónicos como el PSOE y el PP. El primero en manos de comunistas, separatistas y etarras. El segundo, de centro central moderadísimo al estilo “rajoyano”. Y ambos con una característica en común con respecto a Gibraltar: compartir lo que sea con la potencia colonial.
De otra parte, en “Panorama” del 16 de agosto, medio gibraltareño al servicio del imperio (¿?), se pudo leer que “es inaceptable que España continúe creando problemas en la Verja (ellos le llaman frontera) al personal militar y civil norteamericano que quiera cruzarla”. Para esta gente, la razón para decir esto es que España es un aliado de la OTAN y, como tal, no debe comportarse así con los militares de EEUU. Está claro que estos individuos confunden la Ley con la permisividad y el trágala… pero para su beneficio.
Añadía el periódico que el pueblo de Gibraltar está familiarizado con estos inconvenientes (muchísimos más les pondría quien esto escribe), pero es inaceptable para con los militares de EEUU o los civiles que trabajan para ellos. Y tienen la cara tan de cemento armado que dice que el objetivo español es oponerse al uso de Gibraltar por GB, EEUU o personal de los aliados. Si España es también aliada en la OTAN, ¿por qué los buques españoles no pueden ni acercarse a Gibraltar? ¿Pero a quién creen estos cretinos que les pueden seguir tomando el pelo de la forma en que lo hacen? ¿A los gobiernos de España? Es posible. Pero no a quienes tienen una ligerísima idea de lo que GB pretende, con la sutil colaboración y apoyo de EEUU.
Incluso tienen la desvergüenza de comparar los derechos del pueblo de Taiwán (antigua Formosa), los de Cataluña y Vascongadas, con los de Gibraltar. Estos periodistas a sueldo del Imperio (¿?) no se han enterado aún de que ni Taiwán, ni Cataluña, ni Vascongadas son colonias militares de nadie. Por el contrario, los ratoncillos que viven dentro de la colonia militar de Gibraltar forman parte de esa colonia, y voluntariamente, viven en la jaula que es la propia colonia. Y todos ellos, incluidos los aliados de la OTAN que no pertenezcan a la UE (por ejemplo, los norteamericanos), deben atenerse a pasar los controles que exige el espacio Schengen. ¿Lo entenderán estos cretinos? No sigan manipulando y tergiversando la verdad a vuestro colonial antojo.
Un abrazo a todos.