... Como no merece la pena analizar el fondo de la cuestión, por su escaso interés y habida cuenta de que ya lo han hecho numerosos comentaristas, la mayoría de forma negativa y otros sorprendentemente positiva, me cabe reflexionar sobre el contexto de tamaño desatino, que lo es.
Porque de Isabel Franco, de la diputada de Podemos por Sevilla que no de su persona, no se podía esperar otra cosa. Desde que salieron de las covachuelas universitarias, en su mayoría, por mor de los indignados del 15-M, las deposiciones de todos estos señores y señoras han pasado de ser elucubraciones propias de sus círculos machihembrados a cuestiones de gobierno de la Nación, o sea de España.
Y como eso es lo que hay por voluntad de un subconjunto de españoles, primero, y de un preboste muy peculiar del Partido Socialista Obrero Español, después, pues a bailar sardanas los domingos en el parque del Retiro de Madrid, eso sí, cuando nos dejen.