Jesús Argumosa Pila

Putin desafía a la OTAN

Los S-400 "Triumf" rusos, entre los sistemas de misiles "tierra-aire" más avanzados del mundo. (Foto: https://www.bbc.com/ Getty Images).

LA CRÍTICA, 15 SEPTIEMBRE 2025

Jesús Argumosa Pila | Lunes 15 de septiembre de 2025
Hay tres acontecimientos recientes, del pasado mes de agosto, que están influyendo poderosamente en el actual y previsible panorama geopolítico: la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin, en Alaska, con el fracaso estadounidense, la cumbre de Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin, China, con el triunfo del país de la Gran Muralla al haber conseguido el apoyo de India y el espectacular desfile militar chino en Pekín, presidido por el Cuarteto Revisionista. (...)

...

Los tres han fortalecido sustancialmente la unión del bloque geoestratégico autoritario liderado, por China y Rusia, mientras que el bloque democrático liderado por Estados Unidos y la Unión Europea está fragmentado, con diferencias y contradicciones internas que lo debilitan.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se ha sentido reforzado fuertemente por estos tres hechos señalados, especialmente por el apoyo, colaboración y cooperación que recibe del presidente chino, Xi Jinping, y no solo ha continuado con la guerra de Ucrania, bombardeando el edificio del Gobierno de Ucrania, en Kiev, con un misil de crucero Iskander, y un centro de pagos para jubilados donde murieron 21 personas, el 7 y el 9 de este mes de septiembre respectivamente, sino que también ha puesto en guardia a la OTAN y a la UE con la incursión de 19 drones rusos en territorio de Polonia, el pasado día 10 y de un dron ruso que entró en el espacio aéreo rumano el día 13.

En el caso de la incursión, por no llamarlo provocación, en territorio polaco, en el derribo de algunos de los drones, gracias a una acción coordinada de la OTAN, participaron cazas polacos F-16, neerlandeses F-35, aeronaves italianas CAEW, aviones cisterna MRTT y baterías alemanas Patriot. De acuerdo con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, “nuestras defensas antiaéreas se activaron y garantizaron con éxito la protección del territorio de la OTAN”. Por otro lado, el dron ruso que violó el espacio aéreo rumano durante un ataque aéreo ruso a Ucrania, cerca de la frontera, fue seguido por un par de aviones F-16 rumanos hasta que desapareció del radar.

Ante la pregunta de ¿Que pretende Putin con la incursión de drones en suelo polaco?, se puede responder con tres posibles razones, un error, un ataque o una provocación. El error es difícil de admitir ya que alguno de los drones llegó a introducirse más de 160 kilómetros en territorio polaco. En cuanto al ataque o provocación, la respuesta más aproximada se puede encontrar en que Putin quería poner a prueba la capacidad de respuesta de la OTAN, por un lado, y la unidad y cohesión de los miembros de la Alianza, por otro. En román paladino, ha sido claramente una provocación.

En el Consejo del Atlántico Norte que se reunió el 10 de septiembre los Estados miembros expresaron su solidaridad con Polonia y condenaron las acciones de Rusia. Mark Rutte declaró que el incidente no constituyó un acto aislado y advirtió de que las violaciones del espacio aéreo de esta naturaleza resultan “absolutamente imprudentes y peligrosas”. Pocas horas después del incidente, Polonia invocó el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que permite a los Estados miembros solicitar consultas cuando perciben una amenaza a su integridad territorial, independencia o seguridad.

Como una primera respuesta de la violación sin precedentes del espacio aéreo polaco por parte de drones rusos, la OTAN ha puesto en marcha la Operación Eastern Sentry, una nueva misión concebida para fortalecer las defensas en su flanco oriental y disuadir acciones imprudentes de Moscú. Esta operación multidominio, anunciada el 12 de septiembre de 2025, constituye una respuesta directa a lo que la Alianza ha calificado de “comportamiento imprudente e inaceptable” por parte de Moscú, y busca tranquilizar a los Estados miembros respecto a la determinación de la OTAN para salvaguardar su territorio.

Según la OTAN, las contribuciones iniciales a esta operación incluyen dos F-16 daneses y una fragata de guerra antiaérea, tres Rafale franceses y cuatro Eurofigter alemanes. Italia y Países Bajos ya mantienen desplegados F-35 en Estonia y Polonia, respectivamente. El Reino Unido ha manifestado su disposición a sumarse. Informes sugieren que podría enviar seis cazas Typhon. De acuerdo con Reuters, España se ha comprometido a aportar medios aéreos, aunque no se han revelado los detalles concretos.

Sin embargo, Estados Unidos no ha puesto aún medios concretos en esta operación. Para participar en esta operación y para imponer sanciones a Rusia, Trump exige dos condiciones fundamentales, por una parte, que todos los miembros de la OTAN bloqueen la compra de petróleo a Rusia; por otra, que dichos aliados pongan aranceles hasta el 100% a China e India para forzar a Putin a negociar. Lo cierto es que sin Estados Unidos la Operación Eastern Sentry se queda en agua de borrajas.

Por otro lado, no parece seguro que esta respuesta haya sido suficiente ni haya impresionado a Putin. El amplio despliegue militar de medios de la Alianza para apenas neutralizar a unos pocos drones parece desproporcionado. Da la impresión de que la OTAN no dispone de una defensa sólida y eficiente para hacer frente a los drones con contundencia, habitualmente utilizados en los ataques rusos en Ucrania.

A mayor abundamiento, la Operación Eastern Sentry coincide con el inicio de las maniobras militares periódicas rusas - se realizan cada 4 años - denominadas Zapad 2025, de gran envergadura, que se desarrolla en Bielorrusia, el oeste de Rusia y los mares Báltico y de Barents. Desde el 12 al 16 de septiembre, más de 13.000 efectivos rusos y bielorrusos participan en dichas maniobras en Bielorrusia y Rusia, en un contexto de máxima tensión tras la incursión de drones rusos en Ucrania. Varsovia está desplegando unos 40.000 soldados a lo largo de sus fronteras con Bielorrusia y el exclave ruso de Kaliningrado que está unido con Bielorrusia a través del corredor de Suwalki, de unos 90 Km.

Dichas maniobras militares rusas, que incluyen prácticas con el misil hipersónico Oreshnik y que Bielorrusia ha comenzado a recibir, coincidirán en tiempo con los ejercicios militares de la OTAN denominados Iron Defender 25 que se celebran en Polonia y que han comenzado el 1º de septiembre y acabarán a final de mes. Están involucrados unos 30.000 efectivos de Polonia y los siguientes países aliados: Estados Unidos, Turquía, Eslovaquia, Finlandia y Canadá. Estos ejercicios tienen lugar por tierra, aire, mar Báltico y por el ciberespacio. La lógica y la sensatez nos dice que la proximidad de estos ejercicios puede producir efectos no deseados.

La OTAN ha sido inequívoca en su valoración de que los drones rusos entraron en el espacio aéreo aliado y se respondió en consecuencia. Lamentablemente, los dos objetivos que pretendía Putin con la incursión de los drones los ha alcanzado. Ha visto que la respuesta de la Alianza ha sido firme y rápida pero insuficiente al notarse que frente a los drones no está adecuadamente preparada y que la unidad y cohesión de la OTAN no está lograda mientras esté Trump.

Y la realpolitik nos dice que estas dos vulnerabilidades son ciertas. Putin, que está ahora en un momento de gloria después de haber roto su aislamiento y haber vuelto a la escena internacional, tras los acontecimientos mencionados al inicio y el sólido apoyo de Xi Jinping,, no es descartable que amenace con una escalada y, sabiendo que la OTAN presenta debilidades en su respuesta, continuar con la guerra en Ucrania y conseguir el dominio del máximo territorio del país del Dniéper, antes de dar paso a unas negociaciones de paz, cuando lo estime oportuno.

GD (R) Jesús Argumosa Pila

Conozca a Jesús R. Argumosa Pila

acceso a la página del autor


acceso a las publicaciones del autor

TEMAS RELACIONADOS: