España atraviesa una crisis ética que no se resuelve con titulares ni con resignación. La democracia, desgastada por la partitocracia, la corrupción estructural y el miedo a las reformas profundas, necesita algo más que indignación. Necesita coraje intelectual.
La Crítica, fiel a su vocación de pensamiento libre y memoria crítica, inaugura esta sección como un espacio de resistencia política, histórica y cívica. Aquí no se silencian las verdades incómodas. Aquí no se adula el poder. Aquí se piensa. (...)
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Democracia y Responsabilidad nace para mirar de frente los síntomas del colapso ético institucional: los abusos del bipartidismo, la politización de la justicia, la subordinación del ciudadano a las redes clientelares del Estado. Y lo hace sin nostalgia autoritaria ni populismo fácil: con argumentos, historia y vocación democrática.
Esta sección acogerá:
No escribimos desde la ideología. Escribimos desde la conciencia. Porque como decía Salvador de Madariaga, “la democracia no consiste en que el pueblo gobierne, sino en que pueda echar a quien gobierna mal.” Y para eso, el ciudadano necesita herramientas, ideas y principios.
Ese será nuestro trabajo. Y ese será el compromiso de cada línea publicada aquí. No rendiremos homenaje a la retórica hueca de la regeneración. La practicaremos.