El ferri Ciudad de Melilla cambia de nombre
En enero de 2019, la Compañía Trasmediterránea, recién adquirida por el Grupo Armas, informó de su decisión de renombrar los ferris Fortuny y Sorolla, como Ciudad Autónoma Melilla y Ciudad de Granada, decisión personal del entonces presidente de la compañía, Antonio Armas Fernández y que fue muy valorada y agradecida tanto en Melilla como en Granada [1].
En abril de 2023 y ante la elevada deuda de la compañía naviera, cinco fondos de inversión que eran acreedores de la deuda firmaron un acuerdo con el resto de los socios para reducirla e inyectar capital a la empresa con el fin de cubrir necesidades de liquidez. A cambio de esta inversión, los fondos de inversión JP Morgan, Barings, Cheney Capital, Bain Capital y Tresidor, tomaron el control de la compañía, el 94%, mientras que la familia Armas quedó reducida al 6% frente al 35% que mantenía hasta entonces [2]. (...)
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A finales de mayo de este año, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla expresó su malestar por la decisión del Grupo Armas Trasmediterránea de eliminar el nombre del ferri Ciudad A. Melilla, conocido como el “melillero” que enlazaba la línea entre Melilla y Málaga. El citado buque fue renombrado con su nombre original Fortuny y fue destinado a la línea entre Almería y Nador, en el marco de la Operación Paso del Estrecho, (OPE) 2024 desde el pasado 15 de junio. La información fue facilitada en una comparecencia ante los periodistas por la portavoz Fadela Mohatar, vicepresidenta segunda y consejera de Cultura, de la ciudad autónoma. Esta decisión supuso un golpe al prestigio de la naviera ante los melillenses y las redes sociales se llenaron de comentarios de rechazo a una decisión de índole comercial, al parecer, para no herir susceptibilidades políticas ante las autoridades de Marruecos y los clientes de la operación paso del estrecho. El presidente de la Ciudad autónoma, Sr. Imbroda aseguró que tomaba nota de ese cambio y esperaba que se adoptasen medidas para defender los intereses de una ciudad vilipendiada por el Reino alauita, cuyo rey, Mohamed VI, disfrutaba de sus vacaciones en Nador, parada obligada de una de las rutas del ferri. Para el Sr. Imbroda, este hecho se debía hacer constar en los próximos pliegos del contrato marítimo y consideró que la Trasmediterránea ha optado por humillar a la ciudad española con el fin de no ofender a Marruecos y finalizó con un: Váyanse a hacer puñetas, a la naviera [3].
El buque portugués RV Mario Ruivo explora el fondo marino al SW de El Hierro
Unos días más tarde de estos acontecimientos, el buque de investigación oceanográfica de Portugal NI Mario Ruivo recibió al verano meteorológico del 2024 sobre aguas al SW de Canarias, queremos suponer que con permiso del Gobierno español. Permaneció con el sistema de seguimiento de buques AIS desconectado sobre el monte submarino Tropic, donde hay un yacimiento de telurio y tierras raras que Marruecos podría disputar a España de materializarse sus opciones del control sobre el Sáhara.
Fig. 1. Infografía Buque de investigación portugués Mario Ruivo
El Mario Ruivo es el buque insignia del IPMA (Instituto Oceanográfico Portugués) y está sufragado, entre otros, por el Centro de Ciências do Mar de la Universidad de Algarve, con su socio noruego SINTEF Ocean y el consorcio EMSO-PT, liderado por el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA). El IPMA mantuvo de forma discreta la llegada del buque a las aguas al Sur del archipiélago y antes de llegar a ellas, el 15 de junio, hizo escala en Funchal (Madeira) para cambiar la dotación. Este buque puede ser contratado por terceros países y fue construido en 1986 como barco de apoyo para la Armada británica, país que fue el que, explorando a 250 millas marinas (463 kilómetros) al suroeste de El Hierro, confirmó la existencia de telurio y otros minerales estratégicos en noviembre de 2016 con el buque de investigación oceanográfico RSS James Cook.
El Mario Ruivo cuenta con tecnología para uso en aguas profundas sufragada con dinero del Instituto de Investigación Marina de Noruega y el pasado mes de enero realizó labores de mantenimiento y reparación en los astilleros San Enrique de la compañía Vigo Ship Repair, en el puerto gallego. Entre su equipamiento, incluye un perfilador acústico de corrientes, una sonda batimétrica de aguas profundas para cartografiar la batimetría del fondo submarino hasta 8.000 metros de profundidad y un perfilador para cartografiar el fondo marino y que se utiliza para obtener imágenes de estructuras u objetos submarinos en el fondo marino, capaz de funcionar a profundidades de hasta 11.000 metros, aunque al SW de Canarias, donde se encuentra el Monte Tropic, la profundidad oscila entre 4.200 metros hasta algo menos de 1.000 metros de profundidad [4].
El Monte Tropic
Las aguas españolas son las interiores y el mar territorial, la zona próxima a la costa hasta las 12 millas, donde se ejerce plena soberanía, con algunas limitaciones como el derecho de paso inocente o el de paso en tránsito. En la ZEE se tiene derecho de soberanía para la exploración y explotación de los recursos naturales y jurisdicción sobre asuntos como islas artificiales, investigación científica o preservación del medio marino. El monte Tropic está fuera de las 200 millas y, por lo tanto, fuera de la ZEE. La plataforma continental se extiende hasta el borde exterior del margen continental (no más de 350 millas), o hasta 200 millas si el margen continental no llega a esa distancia. En la plataforma, se tiene derechos de soberanía para la exploración y explotación de los recursos naturales (recursos minerales en el lecho y subsuelo). Este derecho es exclusivo, en el sentido de que si no se explora o explotan los recursos, nadie más puede hacerlo sin autorización del país ribereño (artículo 77.2 de la CNUDM).
Fig. 2. Las zonas maritimas de acuerdo a la Convención de la ONU sobre el derecho del mar.
El Gobierno en 2014 presentó ante las NN. UU. la propuesta para aumentar los límites de la plataforma continental española al oeste de las Islas Canarias, 296.500 km2 en el Atlántico. Ello incluye, unos 10.000 km2 al suroeste de Madeira, que también la reivindica Portugal. En la zona disputada entre España y Marruecos, el Monte Tropic, como hemos dicho, hay metales de gran valor para la industria tecnológica como telurio o cobalto, entre otros. (Fig. 3). En diciembre se cumplirán 10 años desde que España pidió a la ONU la ampliación de las aguas jurisdiccionales al sur de las islas.
Fig. 3. La zona reclamada por España cerca de las Islas contiene un archipiélago submarino conocido como “las abuelas de Canarias”, donde se encuentra el monte Tropic, rico en telurio y otras tierras raras (IEO / Efe, Canarias Ahora, 12-12-2022).
Rafael Muñoz, codirector del máster internacional en Protección y Seguridad Marítima de la Fundación San Pablo Andalucía-CEU y el instituto CISDE, Campus Internacional para la Seguridad y Defensa, es crítico con la presencia del buque portugués en la zona y señala que:
«España permite operaciones en su ZEE que muy pocos estados deseosos de tener peso marítimo permitirían. Una vez aceptada la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara occidental, se podría subir un nivel de tensión, con la cuestión de la delimitación de las futuras ZEE, que podrían esconder … contratos de prospección de recursos minerales del lecho marino» [5].
Hasta que no haya una resolución de las NN. UU., en la zona podría explorar cualquier país que hubiera pedido permiso al Gobierno español para explorar los fondos marinos. Pero está claro que la decisión sobre la reclamación de España sobre esa ampliación dependerá mucho de las ganas, los medios y la fuerza con la que España defienda su postura sobre esta ampliación. Cuesta trabajo creer que el Gobierno haya dado permiso a un tercer país para explorar el fondo marino en la zona del Monte Tropic: ¿qué contrapartidas recibe la información obtenida?, ¿hay algún representante español a bordo?, ¿los hay de otros países? Dejar que un tercer país, no se sabe si al servicio de otro, explore el fondo marino que se ha reclamado a las NN. UU. no parece la mejor manera de convencer al organismo encargado de decidir que se conceda la ampliación solicitada de la plataforma continental.
Conclusiones
Estas dos noticias, se podrían ampliar con otras varias de igual contenido en los últimos años: entrada de 12.000 inmigrantes a Ceuta el 17-05-2021 como represalia por acoger al líder del Polisario en abril de 2021; reuniones de alto nivel con el reino alauita con la bandera española –pensaremos que por error– puesta al revés el 07-04-2021; el reconocimiento de las tesis de Marruecos sobre el Sahara (18-05-2022), que provocó la retirada del embajador argelino; el caso de espionaje de Pegasus en mayo del 2022 denunciado por el Gobierno en un gesto sin precedentes que supuso un desdoro para la inteligencia nacional; reuniones con Marruecos sin la presencia del monarca marroquí en febrero de 2023; la posible cesión del espacio aéreo del Sahara, anunciada en julio del 2023 que incumpliría el mandato de las NN. UU., por no hablar de la ruptura de relaciones con Israel en mayo del 2024, aliado de Marruecos en varios ámbitos, tales como petrolíferos en aguas del Sahara o de armamento, incluidas fábricas en territorio marroquí…
Todos estos acaecimientos nos llevan a poner en duda que el camino correcto sea ceder en todo lo que terceros países, socios políticos o entidades no estatales nos soliciten, aunque vaya en contra de los intereses del Estado. Parece que estamos abocados a rebajar el prestigio de España, que se está yendo por la borda, sin que los españoles sepamos explicarnos por qué.
[1] “El cambio de nombre del ferry ‘Ciudad Autónoma Melilla’ duele y molesta en Melilla”, Juan Carlos Díaz Lorenzo, Puente de Mando, 22-05-2024.
[2] “Los fondos de inversión rescatan a la naviera Armas e inyectan 73 millones de liquidez”, Canarias 7, 23-04-2023.
[3] “Trasmediterránea borra Melilla de la flota para no herir a Mohamed VI”, Álvaro. J. Medina, Moncloa, 14-06-2024.
[4] “Portugal se suma a la pugna entre España y Marruecos por el macroyacimiento canario de telurio”, José Luis Jiménez, Voz Populi, 23-06-2024.
[5] Ibiden.
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