Íñigo Castellano

España, la Gran Señora de los mares desde el siglo XVI al XIX

(Recuerda España que tú registe el Imperio de los mares). Puerta del Mar. Arsenal Militar de la Carraca. San Fernando - Cádiz

LA ESPAÑA INCONTESTABLE

LA CRÍTICA, 6 ABRIL 2024

Íñigo Castellano Barón | Sábado 06 de abril de 2024

Es cierto que por el contorno peninsular de España junto a Portugal, la navegación permite su salida al exterior y cruzar las dos orillas que le perfilan, como el Mediterráneo y el océano Atlántico. Pero a medida que la navegación fue expandiéndose y tecnificándose, se alcanzaron nuevos mares y territorios que hicieron de España un Imperio cuyo antecedente pudiera ser el Imperio Romano. Para ello contó con grandes marinos y constructores que ocuparon el ranking mundial de los grandes exploradores, descubridores, y científicos en el arte de la navegación. (...)



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Es cierto que por el contorno peninsular de España junto a Portugal, la navegación permite su salida al exterior y cruzar las dos orillas que le perfilan, como el Mediterráneo y el océano Atlántico. Pero a medida que la navegación fue expandiéndose y tecnificándose, se alcanzaron nuevos mares y territorios que hicieron de España un Imperio cuyo antecedente pudiera ser el Imperio Romano. Para ello contó con grandes marinos y constructores que ocuparon el ranking mundial de los grandes exploradores, descubridores, y científicos en el arte de la navegación.


En el artículo anterior tuve ocasión de comentar someramente acerca de la vida del gran Jorge Juan (el sabio español), y hoy voy a centrarme en la gloriosa historia de una nación como España que surcó los océanos, civilizó a numerosos pueblos primitivos y desarrolló el progreso que hoy llamamos civilización a través de la evangelización como bien queda demostrado en numerosos documentos y leyes promulgadas en su tiempo. En definitiva, se creó la HISPANIDAD, un mundo propio, un crisol de culturas, creencias, idioma hablado por más de seiscientos millones de ciudadanos, un mestizaje creado y motivado con la promulgación de leyes, y un arte con sus peculiaridades que se ostenta en todas las ciudades de Hispanoamérica.


Hispanoamérica es el resultado del esfuerzo y valor de una España empeñada en evangelizar y desarrollar progreso en aquellas comunidades del continente americano para incorporarlo a la civilización, uno de cuyos exponentes más sobresaliente es la dignidad humana y su integridad bajo una sola corona en donde todos son iguales ante las leyes.


Igualmente cierto, es que Inglaterra por sus propios principios morales y su propia religión, fue la nación que en el campo naval más hostil se mostró con España siendo principalmente quien emprendiera las batallas que tuvieron lugar. Mientras que los franceses fueron los que sembraron los campos con la sangre de las batallas especialmente en los ricos y fértiles territorios italianos en donde España tenía intereses heredados.


Según explica Cristian Muñoz, un ingeniero informático, «La moral anglosajona es distinta, no existe el concepto de honor español, se nutre y abusa de la propaganda falsa en contra de sus adversarios. Por otro lado, al español no le interesa la propaganda, actúa con el honor acostumbrado, y claramente eso no lo ayudó mucho a contrarrestar la venenosa propaganda inglesa. La cultura del español no exacerba los logros, no los declama a los cuatro vientos como los anglosajones. La historia de España tiene eventos extraordinarios, logros impresionantes, pero solo unos pocos los conocen. Mientras que la ponzoña anglosajona contra España es conocida por todos, la leyenda negra comunicada por todos los rincones del mundo.».


España fue de manera indiscutible durante tres siglos la Gran Señora de los mares. Decía el universal Lope de Vega sobre el inmortal Álvaro de Bazán en la batalla de Lepanto que determinó el fin de la supremacía otomana en el Mare Nostrum:


«El fiero turco en Lepanto,
en la Tercera el francés
y en todo el mar el inglés,
tuvieron de verme espanto.

Rey servido y Patria honrada
dirán mejor quién he sido
por la cruz de mi apellido y con la cruz de mi espada.


A continuación reseño algunos de los conflictos bélicos navales más conocidos y de mayor repercusión habida en el campo económico y geopolítico de esos tiempos:



Guerra de los Cien Años (s, XIV-XV). Motivo: Apoyo de Castilla a Francia frente a Inglaterra. Don Pedro Niño, conde de Buelna, atacó en 1405 la costa inglesa desde Cornualles hasta cerca de Londres. Otro almirante, Fernán Sánchez Tovar, hizo algo parecido (1373-80), tomando Brest, atacando varias ciudades del Sur de Inglaterra, entrando por el Támesis e incendiando Gravesend, cerca de Londres. – Guerra de la Rochela (s. XIV). La flota castellana (almirante Bocanegra, genovés) destruyó a la inglesa en la batalla naval de La Rochela (1372), que fue seguida por la toma de esa ciudad por los franco-castellanos. – Guerra de 1625-30, en que los ingleses (y holandeses) intentaron tomar Cádiz (defendida por Fernando Girón), sufriendo una gran derrota. – Guerra de la Contra Armada. (s. XVI) Motivo: invasión del pirata Drake en las costas gallegas y posteriormente portuguesas. Total desastre de la armada inglesa perdiendo en número de buques y tonelaje mucho más que la perdida por los temporales la mal llamada Armada Invencible española (la Grande y felicísima Armada). – Guerra anglo-española (s. XVI). Motivo: persecución inglesa de católicos y hostilidades y apoyo a los holandeses insurrectos. – La guerra de las Armadas (1585-1604). (s. XVI). Motivo: los ingleses quisieron hacerse con el canal de Panamá, para así poner en riesgo las flotas españolas de Indias. Aquella guerra que enfrentó a España e Inglaterra tuvo varios frentes: en el continente europeo, otra en el mar y otra en el continente americano. – Guerra anglo-española (s. XVII). Motivo: frustrado intento de casamiento del príncipe de Gales con la hija de Felipe IV. – Guerra de los 30 años (s. XVII). Motivo; apoyo inglés a los insurrectos holandeses. En este caso es Francia, no Inglaterra quien derrota a España. – Guerra del Designio Occidental (s. XVII). Motivo: Oliver Cromwell quiere destruir el Imperio en América. Derrota total de Cromwell que le lleva al patíbulo. – Guerra de Sucesión española (s. XVIII). Motivo: sucesión por el trono entre Borbones y Habsburgos. Inglaterra no obtuvo ninguna victoria. – Guerra del Asiento (s. XVIII). Motivo: acciones de piratería y contrabando británico. Pérdida aplastante de Inglaterra. – Guerra de los Siete Años (s. XVIII). Motivo: acciones corsarias y hostigamiento a las flotas españolas. En este caso España jugó más un papel mediador pero que implicó una serie de consecuencias por la que perdió Florida, pero se quedó con la Louisiana que corresponde a un tercio entonces a los EE. UU. – Guerra de la Independencia de los EE. UU. (s. XVIII). Motivo: Guerra del Asiento. El resultado fue la independencia de las 13 Colonias que acarreó uno de los mayores desastres geopolíticos de Inglaterra. – Batalla de Cartagena de Indias (s. XVIII). Virreinato de Nueva Granada, bajo el gobernador, marqués de Eslava. Se confirma el dominio de España en América del Sur. Blas de Lezo pasa a la historia como un mítico héroe del mundo clásico. – Guerras Napoleónicas (s. XIX). Motivo: Sentido expansionista e imperialista del emperador francés Napoleón. No fue en este caso una derrota de España contra la Inglaterra de Nelson, sino la derrota de una coalición franco-española dirigida de manera inoperante por el almirante francés Villeneuve que de una manera torpe e ineficaz nos arrastró al fracaso en vez de haber mandado la flota coaligada el almirante español y prestigioso marino y científico, José de Mazarredo y Salazar de Muñatones, apartado por las insidias de Godoy. Mazarredo hubiera casi con seguridad desarbolado a la flota de Nelson como lo hiciera en la Batalla de la Bahía de Cádiz en 1797, estando sitiado en tal lugar por la escuadra inglesa. En aquella circunstancia supo romper el sitio con lanchas cañoneras y destruir y desperdigar las naos inglesas que hubieron de abandonar el lugar.



A todas las guerras anteriormente mencionadas habría que sumar infinidad de batallas ganadas en el Caribe a barcos ingleses y holandeses. Prácticamente casi todas. Cierto es que a partir de la derrota del almirante francés Villeneuve ya mencionado, España entró en declive y perdió la hegemonía y gloria de los siglos pasados.


A los conflictos bélicos que se han descrito hay que añadir las expediciones exploratorias de carácter científico y cartográfico que nuestras naves españolas han llevado a cabo a través de los océanos. Exploraciones que dieron lugar a los grandes descubrimientos y establecimientos de rutas comerciales, objeto de deseo de piratas y corsarios ingleses, holandeses, como berberiscos. La gran hazaña universal española fue que, contando con los medios de aquellas épocas, consiguieron por siglos mantener los territorios y alentar una cultura, aprendiendo para ello los idiomas y dialectos de los pueblos descubiertos. Maridándose con ellos y como mencioné conformando el gran concepto de la Hispanidad. Para todo se requirió el aprendizaje y empleo de nuevas técnicas de navegación y nuevas tácticas navales. El aprendizaje del comportamiento de los mares y los flujos lunares como igualmente el diseño de instrumentos de navegación que permitieran mantener el rumbo teniendo en cuenta la atracción magnética de los polos. Todos estos temas vienen recogidos por un profesor e historiador, Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia y Académico de Número de la Real Academia de la Mar, y colaborador de diversas revistas científicas de Historia naval, motivo todo ello por lo que fue galardonado con el premio «Almirante Francisco Moreno» de la Revista General de Marina del año 2000 que concede anualmente el Estado Mayor de la Armada.


Curioso es resaltar que de cuantos territorios del planeta España tomó posesión, muy pocos fueron arrebatados a los ejércitos españoles, pues la mayor parte se independizaron de la Corona española o se secesionaron de la misma, sin intervención de armas extranjeras. El deseo de emancipación de algunos junto a espurios intereses oportunistas de otros, alentados por logias masónicas, produjo finalmente la caída del Imperio español. Una desaparición como Imperio, no exenta en todo caso y momento de gloria y honor de sus marinos y tropas que dieron su vida en los lugares más recónditos, como por ejemplo, entre otros, en Indochina (Vietnam) en apoyo del Tercer Imperio napoleónico.


Dejo constancia que la relación de conflictos navales aquí expuesta no termina en ningún caso la larga historia de victorias y hazañas alcanzadas en los mares, y así la documentación histórica lo demuestra como igualmente las profundidades de los océanos que sirven de lecho a los cuerpos de los héroes pero que siguen vivos en nuestra memoria colectiva.


¡Gloria y Honor! a la Gran Señora de los mares.


Iñigo Castellano y Barón

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