... No tiene desperdicio. El propio autor nos confiesa que es una campaña propiciada por las redes sociales con publicidad en periódicos digitales. ¿Desde cuándo las campañas espontáneas no manejadas necesitan publicidad pagada?
Alguien le ha puesto un comentario al autor pero a mi juicio muy blandengue. Es hora de poner las cosas en claro.
Ya de entrada el encontrar cuatro veces la palabra “recortes” en un artículo no muy extenso nos hace sospechar por este término, talismán de toda la izquierda que alude a unos hechos que, al menos en la Comunidad de Madrid- no solo no se han producido sino todo lo contrario- que es una campaña manejada.
Pensando que en la transcripción, el autor había cometido algún error no me ha quedado más remedio que ir a la fuente y me he encontrado manipulación dese la foto de cabecera inicial -repetida también al final en alta calidad- de unas manos aplaudiendo. Ya verán si alguien le va a dar la vuelta a la tortilla y nos va a hacer creer que los aplausos de las ocho en punto son una aprobación al Gobierno. Tiempo al tiempo.
Sigue la petición con las soflamas de propaganda y palabrería al más puro estilo comunista como: “recaer sobre los/as trabajadores/as y los sectores populares” … “REDISTRIBUIR LA RIQUEZA” … “criterios ecológicos y sociales” … “Fortalecer los servicios públicos, revirtiendo los recortes en Sanidad, Pensiones, Servicios Sociales” … “más empleo y menos precario” … “más empleo, estable y de calidad, con medidas urgentes que atiendan a los sectores más desfavorecidos”.
Pero ¡por Dios!, ¿quién no va a suscribir algo así si te llega al email o a tu red social? Cualquiera lo haría menos los pobres viejos que como no tienen redes, se están muriendo y solo les importan a la familia. ¡Anda! ¡Que les den morcilla! ¡Además seguro que son de derechas!
La petición de firmas no tiene desperdicio y el entusiasmo con el que el autor del llamamiento la replica menos todavía. Nos dice que está “creciendo exponencialmente” pero a diferencia de Simón no nos dice cuándo la curva se va a aplanar. Nos habla del “bien de todos y de este País” como si fueran dos cosas distintas y no lo nombra por si acaso. Nos menciona el autor: un montón de “personalidades” incluyendo entre ellas a “artistillos/as de medio pelo”, políticos, diputados y otras lindezas que para llegar a personalidades les faltan varios hervores. Caben en los dedos de una mano los que de la lista podemos considerar tales, empezando por Antonio López que siempre ha ido por libre y como es un genio se puede permitir el lujo de no ser un apesebrado.
Otro tanto respecto a las organizaciones adheridas, todas de corte socio-comunista: “Recortes Cero” “Marea en Galicia” “Espazo común” “Formación Gaspar Llamazares” ”Asamblea Social de izquierda catalana” y como viene a cuento (…) y más y más. Respecto a la portavoz Nuria Suárez a la que su subconsciente le traiciona permanentemente pues cada dos palabras se le escapa “recorte” ¿…? debe de ser otra celebrity para que RNE la entreviste, aunque la bibliografía y referencias no van más allá de ser una especie de discípula del “psicólogo argentino que marca el camino”.
¿Nos pide UNIDAD Y SOLIDARIDAD D. Eduardo? ¿Es que acaso le parece poco la aprobación de la prórroga del Estado de alarma que salvo alguna abstención fue votada por todos los partidos aunque les rechinase eso de que el Gobierno puede expropiar lo que le salga del níspero? ¿Es que acaso es poca solidaridad que particulares, empresas, autónomos, monjas, organizaciones de caridad, etc. se estén volcando en la fabricación de mascarillas y equipos sin esperar nada a cambio? ¿Es poca solidaridad que Amancio Ortega y otros pocos empresarios odiados por algunos hayan donado y contribuido con material clave en los momentos más críticos cuando el gobierno (no es una errata, hasta que demuestre lo contrario, a partir de ahora, va en minúsculas) estaba perdido? ¿Es que acaso no es solidaridad el general cumplimiento de las medidas de confinamiento por prácticamente todos nosotros? ¿Es que acaso no es solidaridad que las FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO, MILITARES, TODO EL PERSONAL SANITARIO, PÚBLICO Y PRIVADO SIN EXCEPCIÓN, SERVIDORES PUBLICOS Y PRIVADOS DE SECTORES IMPRESCINDIBLES se estén jugando el tipo, doblando turnos más allá de lo que el deber obliga para salvar vidas trabajando incluso con síntomas?
¿Adhesión y unidad? ¿Con quién? ¿Con un gobierno que nos miente según le convenga? ¿Con un gobierno que no tiene ni pajolera idea del número de afectados y ni siquiera de fallecidos? ¿Con un gobierno inepto, peleado entre sí que, con la que está cayendo, se permite regalar 15 millones de euros a las teles que le hacen la ola? ¿Con un presidente que sale ante las cámaras haciendo una permanente campaña y no permite ni la más mínima pregunta que no sea de sus amigos? ¿Con un presidente y vicepresidente que dando mal ejemplo se saltan la cuarentena con tal de salir en la tele? ¿Con un presidente que volviendo a dar mal ejemplo y para seguir siendo popular aparece con la mascarilla al revés tocándola cual imbécil por el interior en una fábrica de respiradores a la que ha despreciado y en la que molesta y nadie le ha pedido ir? ¿Con un presidente, “hazmereir” en el mundo entero, al que le tangan varias veces en la compra de material, se lo roban, y el mismo proveedor le engaña dos veces con los test? ¿Con un gobierno que no nos ha explicado quién es el proveedor de esos test rápidos porque posiblemente haya negocios turbios de por medio? ¿Con un gobierno que nos dice una vez una cosa y luego la contraria sin llegar a saber si la curva baja o sube o si las mascarillas son imprescindibles o no, etc., etc., etc. Y… le dejo porque tengo que salir a aplaudir pero, ni por asomo se piense que es al gobierno. Aplaudo a los que se vuelcan en ayudarme a mí y a usted y que no necesitan que nadie les anime a ser solidarios. También me aplaudo a mi mismo para darme ánimo y a otros que como yo con dídimos como zapallos están luchando contra esta pandemia. No intente apropiarse de nuestros aplausos, por favor D. Eduardo, no lo haga.
Ya… A saber la cantidad de coronavirus aplastados entre mis palmas… (he vuelto y sigo), no lo haga.
Aunque la unidad y solidaridad sean imprescindibles al virus no se le vence solo con unidad y solidaridad como dicen los convocantes. Se le vence con materiales, con conocimientos, con prevención, con buenos profesionales, con medicamentos y sobre todo con unos gobernantes que tengan un poco de sentido común (nótese que no digo comunista aunque bienvenidos fueran si tuvieran aquél) y se dejen asesorar por científicos y no por expertos del tres al cuarto.
Ya verá la que se nos viene encima con estos ineptos. Ya verá, ya. Al menos espero que pueda verlo. Cuanto más se tarde en mandarlos A MAMARLA menos probable que se cumpla mi deseo. ¡Ah! ¿Qué no sabe a qué me refiero? En ese artículo hay indicaciones precisas para no perderse.
En cuanto a usted D Eduardo, jamás se me ocurriría aconsejarle ir a sitios tan remotos, pero me permito insinuarle que se dedique simplemente a la poesía en la que debe ser muy bueno a tenor de lo que un buen amigo y poeta me dijo:”la poesía puede ser buena o mala, pero si no la entiende nadie, es magistral”. Si así no fuera, en breve no me quedará más remedio que tenerle que aplicar en un futuro alguno de los apelativos que el personaje del Cardenal Richelièu interpretado por José Mota lanza con aspavientos. ¡Cuídese!
Lenny Flames