Fernando Álvarez Balbuena

Científicos españoles olvidados

Narciso Monturiol (Wikimedia Commons)

Octubre 2016

Fernando Álvarez Balbuena | Sábado 15 de octubre de 2016
Los españoles somos los primeros que no hemos sabido promocionar a los compatriotas que han hecho importantes contribuciones a la ciencia y que por su indiscutible categoría merecen figurar entre los más importantes del mundo...

Los españoles somos los primeros que no hemos sabido promocionar a los compatriotas que han hecho importantes contribuciones a la ciencia y que por su indiscutible categoría merecen figurar entre los más importantes del mundo.

Es ya una opinión común que nuestra mayor aportación a la cultura universal es la constituida por la literatura y la pintura de los siglos de oro. Así Cervantes, Quevedo, Góngora, Murillo, Velázquez y otros artistas espléndidos, desde luego, son los paradigmas del genio español fuera de nuestras fronteras y, ni siquiera eminentes músicos como Albéniz, Granados, Chueca, Amadeo Vives y otros más, se tienen en cuenta para nada frente a músicos extranjeros, que, aunque más importantes, no debieran de oscurecer a los nuestros, ciertamente notables.

Ni siquiera nuestros espléndidos románticos gozan de consideración universal ante los alemanes o franceses y sujetos tan poco relevantes como Próspero Merimée, han vertido al mundo una España de pacotilla, de pandereta y de folklore exótico que dista mucho de ser la realidad constatable de nuestra cultura popular (Carmen y Lilas Pastia).

Sin embargo, España puede gloriarse de haber dado al mundo eminentes científicos, cuya lista (muy incompleta, porque hay muchos más) me permito reseñar y conste que parto del siglo XVIII, cuando podría ir aún más atrás, pero no quiero entrar en un terreno que avivaría una polémica estéril, perdiéndonos en la oscuridad de los tiempos.

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NARCISO MONTURIOL

(Figueras, 28 de septiembre de 1819 - San Martín de Provensals, Barcelona, 6 de septiembre de 1885) fue un ingeniero, intelectual, político e inventor español, célebre por la invención del primer submarino tripulado con motor de propulsión anaeróbica (sin necesidad de aire). El resultado de sus pruebas se recoge en su obra póstuma, “Ensayo sobre el arte de navegar por debajo del agua”, editado en 1891. Reconocido, junto con Isaac Peral, pionero de la navegación submarina en España.

ISAAC PERAL y CABALLERO

Nacido en Cartagena, Múrcia , el 1 de junio de 1851 y fallecido en Berlín el 22 de mayo de 1895. Fue un científico marino e inventor del submarino (llamado submarino Peral (1885), primer submarino de la historia que tuvo un sistema de lanzamiento de torpedos. Tuvo una intensa carrera como marino de la Armada Española, intervino en la guerra de Cuba y la Tercera Guerra Carlista, con gran pericia y valor, por lo que fue elogiado y premiado. También se destaca en los papeles y misiones científicas: escribió un tratado teórico sobre huracanes prácticos y trabajó en los planes de estudio del canal Simanalés (Filipinas).

El Almirante Norteamericano Dewey, que comandaba la escuadra que destrozó a la que nadaba el Almirante Cervera, dijo: Si España hubiera tenido esta arma en la Guerra de Cuba, nos hubiera sido imposible vencerla en la toma de La Habana.

Sin embargo fue prácticamente expulsado de la Armada, traicionado por sus propios superiores y murió en el olvido oficial de forma tan injusta que avergüenza recordarla.

JORGE JUAN y SANTACILIA

(Monforte del Cid, Alicante, España, 5 de enero de 1713 — Madrid, 21 junio de 1773) fue un humanista, ingeniero naval y científico español. Midió la longitud del meridiano terrestre demostrando que la Tierra está achatada en los polos. Reformó el modelo naval español.

ANTONIO DE ULLOA

Ingresó en la Real Academia de Guardiamarinas española en 1733. En 1735 fue destinado, con el grado de teniente de fragata junto con su colega Jorge Juan y Santacilia, como miembros de una Misión Geodésica Francesa, expedición científica dirigida por Pierre Bouguer, y patrocinada por la Academia de Ciencias de Francia para medir el arco de un meridiano en las proximidades de Quito (Ecuador). Descubrió el platino en Esmeraldas (Ecuador), siendo llevado el metal por primera vez a Europa en el año.

(Estos otros dos, igualmente, pueden conformar otra conferencia como marinos ilustres).

ESTEBAN TERRADAS E ILLA

(Barcelona, 15 de septiembre de 1883 - Madrid, 9 de mayo de 1950)

Es un hombre poco conocido en la actualidad, pero de él se dijo que era “uno de los 6 primeros cerebros mundiales de su tiempo”. Quien dijo esto fue nada más y nada menos que Albert Einstein, el científico más famoso y quizá el más importante del S.XX.

Su escasa fama en la actualidad puede deberse a que, a pesar de sus capacidades y de sus investigaciones en muchos campos, no inventó multitud de ingenios o aparatos al igual que otras eminencias de su época, como por ejemplo Torres Quevedo. Terradas, por contra, prefirió dedicarse a la labor organizativa, educativa y divulgativa, consiguiendo grandes hitos en estos campos. (Estaba en posesión de 11 titulaciones universitarias. Fue Doctor en Ciencias Exactas y en Ciencias Físicas, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos e Ingeniero Industrial (1909) entre muchas otras profesiones. Fue Catedrático de Física matemática y anteriormente, de Análisis Matemático, tercer curso (Ecuaciones Diferenciales), en la Universidad Central de Madrid y, por oposición, de Acústica y Óptica (1907), Electricidad y Magnetismo y Mecánica Racional en la Universidad de Barcelona, y de la última asignatura en la Universidad de Zaragoza y de las Universidades de Buenos Aires y La Plata (Argentina) y Montevideo (Uruguay).

LEONARDO TORRES QUEVEDO

(Santa Cruz de Iguña (Molledo), Cantabria, 28 de diciembre de 1852 – Madrid, 18 de diciembre de 1936) fue un ingeniero de Caminos, matemático e inventor español de finales del siglo XIX y principios del XX.

Entre sus muchos e importantes proyectos, es el Spanish Aerocar en las cataratas del Niágara, en Canadá el que le ha dado la mayor fama en esta área de actividad, aunque desde un punto de vista científico no sea la más importante. El transbordador de 580 metros de longitud es un funicular aéreo que une dos puntos diferentes de la orilla canadiense del río Niágara y discurre sobre un remanso conocido como El Remolino (The Whirpool), se construyó entre 1914 y 1916 siendo un proyecto español de principio a final: ideado por un español, construido por una empresa española con capital español (The Niágara Spanish Aerocar Co. Limited); una placa de bronce, situada sobre un monolito a la entrada de la estación de acceso recuerda este hecho: «Transbordador aéreo español del Niágara. Leonardo Torres Quevedo (1852–1936)». Se inauguró en pruebas el 15 de febrero de 1916 y se inauguró oficialmente el 8 de agosto de 1916, abriéndose al público al día siguiente; el transbordador, con pequeñas modificaciones, sigue en activo hoy día, con ningún accidente digno de mención, constituyendo un atractivo turístico y cinematográfico de gran popularidad.

El telekino, otro de sus inventos importantes, consistía en un autómata que ejecutaba órdenes transmitidas mediante ondas hertzianas; constituyó el primer aparato de radiodirección del mundo, y fue un pionero en el campo del mando a distancia, junto a Nikola Tesla.

Fue también un adelantado en el campo de los ordenadores, inventando un jugador invencible de ajedrez. El aritmómetro electromecánico, fue en realidad el primer computador, Torres explotó las posibilidades que le brindaba esta nueva rama de la teoría de las máquinas y la aplicó al desarrollo de máquinas de cálculo. Gracias a ello, pudo salvar las numerosas dificultades que hasta entonces había planteado la creación de estas máquinas por métodos exclusivamente mecánicos, y donde Charles Babbage había fracasado, no por falta de medios o talento, él logró resultados satisfactorios.

JUAN DE LA CIERVA Y CODORNIU

Murcia, España, 21 de septiembre de 1895 – Croydon, Reino Unido, 9 de diciembre de 1936 ) fue un inventor y científico aeronáutico español, ingeniero de caminos, canales y puertos y aviador. Inventó el autogiro, aparato precursor del actual helicóptero.

Juan de la Cierva construyó en Madrid en 1920 su primer autogiro, el Cierva C.1, utilizando fuselaje, ruedas y estabilizador vertical de un monoplano francés Deperdussin de 1911, sobre el que montó dos rotores cuatripalas contrarrotatorios coronados por una superficie vertical destinada a proporcionar control lateral; la planta motriz era un motor Le Rhône de 60 hp. Su patente, explotada después en el extranjero, dio como resultado la fabricación del helicóptero, tan útil en la guerra como en la paz.

BLAS CABRERA FELIPE

Arrecife, Lanzarote, España, 20 de mayo de 1878 - México DF, 1 de agosto de 1945) fue un físico español, siendo considerado uno de los científicos españoles más importantes de la historia.

Fue sobre todo un físico experimental y desarrolló su mayor actividad en el campo de las propiedades magnéticas de la materia, consiguiendo un puesto singular en la física de su tiempo. En 1903 participó en la fundación de la Sociedad Española de Física y Química y de los Anales de dicha Sociedad. En 1905 obtuvo la cátedra de Electricidad y Magnetismo en la Universidad Central. En 1910, la Junta para Ampliación de Estudios creó el Laboratorio de Investigaciones Físicas, del que Cabrera fue nombrado director. El Laboratorio constaba de cinco líneas de investigación: magnetoquímica, químico-física, electroquímica, electroanálisis y espectroscopia, y contribuyó enormemente a desarrollar la investigación física en España. Pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios (1912), recorrió diversos centros de investigación europeos, como el Laboratorio de Física del Politécnico de Zúrich, que dirigía Pierre Weiss, en el cual desarrolló tareas de investigación en magnetoquímica. Visitó también los laboratorios de física de las universidades de Ginebra y Heidelberg, así como la Oficina Internacional de Pesos y Medidas en París.

SANTIAGO RAMON Y CAJAL

Petilla de Aragón, Navarra, 1 de mayo de 1852 - Madrid, 17 de octubre de 1934) fue un médico español, especializado en histología y anatomía patológica. Era hijo de un humilde cirujano-barbero, pero pronto se dio cuenta de que el porvenir era la medicina científica y convenció a su padre para que lo enviara a la Universidad, donde cursó una carrera brillante.

Comenzó muy joven a investigar, en absoluta soledad, sin equipo y con un antiguo microscopio, haciendo él mismo las preparaciones, lo que causó enorme impresión a médicos y científicos de todo el mundo, cuando presentó sus estudios de histología en el Congreso de Berlín.

Consiguió el premio Nobel de Medicina en 1906 por sus investigaciones sobre los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas, una nueva y revolucionaria teoría que empezó a ser llamada la «doctrina de la neurona», basada en que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. Humanista, además de científico, está considerado como cabeza de la llamada Generación de Sabios.

JOSE CELESTINO MUTIS

(Cádiz, España, 6 de abril de 1732 – Santa Fé de Bogotá, Colombia, 11 de septiembre de 1808) fue un sacerdote, botánico, geógrafo, matemático, médico y docente de la Universidad del Rosario, en Santa Fe, universidad donde actualmente reposan sus restos.

Sus investigaciones médicas y botánicas llenarían muchos volúmenes y para la época en que vivió, fue un hombre enormemente adelantado.

(Es algo más conocido del gran público, porque le tuvimos retratado en los antiguos billetes de 500 pesetas).

JULIO REY PASTOR

(Logroño, España, 14 de agosto de 1888 – Buenos Aires, Argentina, 21 de febrero de 1962) fue un matemático español.

Uno de los más vivos deseos de Rey Pastor fue implantar la ciencia de las matemáticas puras en España. Porque España nunca había estado a la altura de los más importantes países europeos en el campo de las Matemáticas, Rey Pastor puede incluirse entre la élite de su época. Aprovechando el movimiento de regeneración cultural que se produce en España tras la crisis de 1898, Rey Pastor consigue salir de España y acceder a lo que hace la élite matemática europea. Fue además uno de los primeros matemáticos españoles que pudo investigar en buenas condiciones, por lo que fue un asiduo de las publicaciones especializadas de la época y un científico reconocido entre sus iguales. Un cráter de la Luna, la Biblioteca del Departamento de Matemática en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, el Premio Nacional de Investigación Matemática, una calle y un colegio concertado en Logroño, su ciudad natal (Colegio Rey Pastor); el Instituto de Madrid, el I.E.S Rey Pastor, en el Distrito de Moratalaz, el Instituto IES Julio Rey Pastor en Albacete (España) y la Biblioteca de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Carlos III de Madrid, en Leganés, llevan su nombre.

Rey Pastor es considerado uno de los grandes renovadores de las matemáticas en todo el mundo de habla española, y es el iniciador de una nueva ciencia, la preología.

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Evidentemente, España no ha sabido conservar vivo el recuerdo de sus científicos a nivel internacional. Somos localistas y provincianos, tenemos un inmenso e injustificado complejo de inferioridad y abrimos desmesuradamente los ojos ante la ciencia exterior. Sin embargo, tenemos mucho de que gloriarnos, tanto en arte, ciencia e incluso en política (Cortes de León 1188, Alfonso IX)

Ahora que hablamos tanto de la MARCA ESPAÑA, echamos de menos un Hollywood que pregone nuestras glorias olvidadas y que el mundo deje de considerarnos un país de castañuela y pandereta (recordemos a Próspero Merimée autor del libreto de la ópera CARMEN, que tanto contribuyó a ponernos esta etiqueta con LILAS PASTIA) o un lugar bueno para el turismo por su clima, paisaje y vinitos baratos.

Lo peor es que los propios españoles hemos contribuido mucho a este estado de cosas.

Tomen buena nota nuestros cineastas, que tanto presumen de intelectuales, porque si estos personajes hubieran nacido en Estados Unidos, estaríamos abrumados por la cantidad de películas que se habrían filmado para darlos a conocer a todo el mundo.

Fernando Álvarez Balbuena