León es la provincia con más habitantes ‘desconectados’, alrededor de 17.500. Los municipios con más ‘habitantes en blanco’ son Igueña, Crémenes, La Pola de Gordón, Benuza, Ponferrada...
Me encontraba esperando el autobús. Dos mujeres jóvenes, hacían lo mismo. Una se quejaba a la otra porque, mientras escuchaba a un cantante que, por lo visto, le gustaba muchísimo, se había quedado sin batería en el móvil y tuvo que salir para no llegar tarde a “prácticas”. La otra, que al parecer era una compañera, le ofreció uno de sus auriculares para oírlo. Pero, ¡oh desgracia!, había que comprar o pagar para escucharlo (no me enteré bien por el ruido del tráfico). La compañera, ni corta ni perezosa, en menos de tres minutos compró la canción o canciones y antes de que llegara el autobús ya estaban oyendo, cada una por uno de los auriculares, al tal cantante. Y es que no cabe duda que las posibilidades del comercio electrónico están alterando nuestras pautas de consumo y lo seguirán haciendo, cada vez en mayor medida. En efecto, el comercio electrónico ha venido a España, no ya para quedarse, sino para aumentar cada año, de manera significativa, su cuota de mercado.
De hecho, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el último trimestre del año pasado, la facturación del comercio electrónico se incrementó en el 29,2 por ciento interanual, superando los 5.000 millones de euros, correspondiendo la mayor facturación a las agencias de viajes, el transporte aéreo y las prendas de vestir.
Con relación al número de transacciones, durante el tercer trimestre de 2015 se realizaron 74 millones, un 27,4 más que en ese mismo trimestre de 2014; y las transacciones electrónicas al exterior, sobre todo a la Unión Europea y a Estados Unidos, superaron los 2.000 millones de euros.
No obstante, a pesar de estos incrementos espectaculares, España, a tenor de los resultados obtenidos en la encuesta llevada a cabo por la consultora PwC, está a la cola de los países desarrollados. Este hecho resulta sorprendente, porque, al parecer, los españoles preferimos informarnos de los productos por Internet, pero, luego, no llega al 20 por ciento los que los compramos on line, frente, por ejemplo, al reino Unido, Alemania o Italia, cuyos porcentajes son del 45, 34 y 32 por ciento, respectivamente.
Además, “las empresas de todo tipo preparan millones de envíos, que gracias a la optimización de los procesos, llegan a las casas de los consumidores a las pocas horas de ser comprados por Internet. La proliferación de aplicaciones móviles y startups de consumo es una consecuencia más de la tendencia a la demanda por comodidad que observamos desde hace un tiempo, y los ejemplos llenan nuestro día a día. ¿Quieres acceder a un parking y no dispones de efectivo? Paga desde el coche a través de una app. ¿No tienes tiempo para llenar tu nevera? Recurre a servicios que te traen, hasta la puerta de casa, todo lo que tenías apuntado en la lista de la compra. ¿Y si quieres escuchar el último álbum de tu grupo favorito? No te preocupes, las últimas aplicaciones de música lo ponen a tu disposición.” (http://www.elconfidencial.com/empresas/2016-03-11/haces-la-compra-por-internet-espana-esta-a-la-cola-de-europa-en-e-commerce_1166608/).
¿Qué ocurre en la provincia de León? Francisco F. Bernardo publica el 25 de Julio de este año en “El Norte de Castilla”: “Casi 80.000 hogares de Castilla y León carecen de cobertura de acceso a Internet. La mayoría se localizan en zonas con escasa densidad de población o con dificultades orográficas.
León es la provincia con más habitantes ‘desconectados’, alrededor de 17.500. Los municipios con más ‘habitantes en blanco’ son Igueña, Crémenes, La Pola de Gordón, Benuza, Ponferrada, Valdelugueros, Villafranca del Bierzo, Villamanin y Villazando de Valderaduey”. (http://www.elnortedecastilla.es/economia/201501/14/casi-hogares-castilla-leon-20150111113300.html). Sin embargo, con relación a su población, la provincia de León se encuentra en un término medio respecto del porcentaje de la compras por Internet.
¿A qué se debe el desfase, no sólo de los leoneses sino de los españoles en general, en esta modalidad de las compras por Internet? Junto con alguna otra causa, los analistas coinciden en que la principal es la falta de seguridad, la desconfianza que tienen los españoles de publicar en Internet sus datos personales y el número de sus cuentas. En este sentido, constituye una iniciativa acertada que el Departamento de Consumo de la Diputación de León, organizara, ya en 2014, en Astorga, un curso teórico-práctico para aprender a comprar de forma segura por Internet.
Se dice que es un acierto esta iniciativa porque, para bien o para mal, España se está digitalizando a un ritmo vertiginoso, por lo que es preciso erradicar el analfabetismo digital. Un ejemplo: se vaticina que dentro de tres años las tarjetas que casi todos tenemos para pagar con ellas nuestras compras, desaparecerán sustituidas por el pago con el teléfono móvil; y constituye una falta de solidaridad -que por no saber utilizar la aplicación correspondiente-, dejar a una parte de nuestros ciudadanos, sobre todo a los de mayor edad, marginados, en gran medida, de la realidad y de la vida social y económica.
Francisco Ansón