El tribunal vaticano ha dado a conocer su sentencia en el caso de filtración de documentos confidenciales de la Santa Sede: 18 meses de prisión para Vallejo Balda, 10 meses de prisión para Chaouqui con suspensión de la pena, absolución del administrativo Nicola Maio y libertad para los periodistas imputados.
Esta tarde se ha hecho pública la sentencia del Tribunal de primera instancia del Estado de la Ciudad del Vaticano en el caso de filtración y publicación de documentos clasificados de la Santa Sede conocido como Vatileaks II.
Este proceso judicial se inició el pasado 24 de noviembre con las imputaciones de tres trabajadores del Vaticano acusados de filtrar documentos confidenciales y de dos periodistas que divulgaron la información a través de dos libros. Después de ocho meses de proceso judicial y el arresto del sacerdote español Lucio Vallejo Balda, la sentencia del tribunal vaticano ha sido, finalmente, mucho menos severa de lo que se esperaba.
La Justicia vaticana ha condenado a Vallejo Balda a 18 meses de prisión por revelación de secretos frente a los tres años y un mes que pedía la fiscalía. El sacerdote español ya ha cumplido casi nueve meses de pena en prisión preventiva en las dependencias de la Gendarmería vaticana tras su detención el pasado 30 de octubre cerca de Florencia. Ahora Vallejo Balda tiene la opción de apelar o pedir la gracia al Papa para poder recuperar la libertad, aunque por el momento regresará a prisión.
La italiana Francesca Chaouqui ha sido condenada a 10 meses de prisión. Una condena que no cumplirá, ya que el tribunal ha decidido suspender la aplicación de la pena. Chaouqui no irá a la cárcel a pesar de que el promotor de justicia la consideró la máxima responsable de las filtraciones y pidió para ella tres años y nueve meses de prisión. Sin embargo, el hecho de que Chaouqui haya dado a luz recientemente y la presión de la opinión pública han contribuido a que el tribunal decrete la suspensión de la pena.
El otro ex trabajador vaticano imputado en este caso, el administrativo Nicola Maio, ha sido absuelto. Vallejo Balda, Chaouqui y Maio pertenecían a la extinta Comisión investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos de la Santa Sede (COSEA) de la que procedía la mayor parte de la documentación filtrada.
Estos tres ex miembros de la COSEA estaban acusados de los delitos de asociación para delinquir y de divulgación de secretos mientras que los periodistas afrontaban el cargo de cooperación en la divulgación de información confidencial.
En el caso de los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores de los libros Via Crucis y Avaricia que hicieron estallar este caso, el tribunal vaticano ha reconocido su “defecto de jurisdicción” para poder condenarles. Según la sentencia, el proceso ha evidenciado que la publicación de información clasificada se produjo fuera del ámbito vaticano.
Esta decisión se ha tomado, según se recoge en la sentencia, en “virtud del derecho divino de libertad de pensamiento y de libertad de prensa”. De esta forma, se evita un posible conflicto diplomático entre la Santa Sede y el Estado italiano y se trata de calmar las críticas de los medios de comunicación que denunciaron la imputación de dos periodistas sin que se reconociera el derecho a la libertad de prensa."