No ha sido un único motivo el que ha determinado la liquidación fulminante de José Manuel Soria de la política, sino el pacto de poderosos enemigos para deshacerse de un ministro que desde el propio centro derecha había plantado cara a las elites económicas españolas. La filtración de que Soria fue administrador de la empresa Mechanical Trading Limited, una sociedad registrada en la isla de Jersey (paraíso fiscal en el Canal), ha sido la carga de profundidad para liquidarle. El diario “El Mundo” publicó el 14 de abril el documento que precipitó la dimisión de todos los cargos: ministro, presidente del PP canario y diputado.
Dedicarse a la política de forma honesta y transparente es incompatible con actividades en paraísos fiscales, y el ministro Soria ocultó ante la opinión pública sus negocios por lo que la única solución que le quedaba era dimitir de todos sus cargos. Pero también hay que preguntarse quienes han salido beneficiados de la filtración que ha acabado con su carrera.
La respuesta habría que buscarla en cuatro escenarios:
• Soria, un ministro incómodo para Soraya
Nadie duda a estas alturas de que la Vicepresidenta en funciones Soraya Sáenz de Santamaría -en el PP la apodan “S3”, como los nombres en clave que reciben los agentes de los servicios secretos por aquello de ser la responsable política del CNI-, aspira a sustituir a Mariano Rajoy en la Presidencia del Gobierno, si como todo apunta se repiten las elecciones el 26 de junio. Desde mediados de legislatura han ido cayendo, uno a uno, los “candidatos” que se postulaban para ocupar el puesto del amortizado registrador de la propiedad gallego. Primero fue Alberto Ruiz-Gallardón, quien en septiembre de 2014 se retiró de la política con la excusa de la fallida reforma de la ley del aborto que apadrinaba, y del que enigmáticamente no se ha vuelto a saber nada.José Manuel Soria pasaba como un gestor eficaz y discreto, que estaba en el “banquillo” junto al ministro García-Margallo, como posible sustituto de Rajoy. Fuentes bien informadas de Moncloa explican a mil21 que la publicación por parte de “El Mundo” de la vinculación Soria-Jersey recibió la luz verde de S3. Las ayudas del Gobierno del PP a la Prensa escrita mediante publicidad institucional, son fundamentales para la supervivencia de los medios impresos ante el retroceso de la publicidad convencional y, sobre todo, el desplome de las ventas debido al auge de internet.
• Intentó frenar las componendas televisivas de S3
No solo era un obstáculo como posible candidato a La Moncloa, Soria se había enfrentado repetidamente con S3 a causa de los medios de comunicación. El ministro quería aplicar criterios transparentes en beneficio del mercado y de los usuarios, y la vicepresidenta métodos que le permitan contar con el apoyo de buena parte de la prensa en su carrera por la presidencia del Gobierno. El primer enfrentamiento se produjo por el apoyo de S3 a la creación del grupo Atresmedia, propietario de Antena3 y La Sexta.
El ministro estaba en contra de la concentración de cadenas de televisión amparándose en las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Competencia, condiciones que Soraya le obligó a cambiar para hacer posible la fusión. El último desencuentro tuvo lugar en el reparto de licencias de TDT de Alta Definición (HD), cuando Soria se manifestó partidario de excluir a Atresmedia que tras la fusión mantenía una posición de dominio del mercado. La vicepresidenta salió en defensa del grupo que obtuvo una licencia de HD.
• Montoro se la tenía jurada a Soria
Eran compañeros de partido y ministros de gabinete, pero Montoro profesaba un “odio africano” a Soria desde que el ministro de Industria eliminó en 2012 las subvenciones a las energías renovables con objeto de reducir al déficit tarifario que en aquellas fechas ascendía a 24.000 millones de euros. El titular de Hacienda defendió a las empresas del sector con las mismas palabras que las utilizadas en un informe elaborado por la empresa de renovables Abengoa. Daba la casualidad que la empresa había fichado a Ricardo Martínez Rico, exsecretario de Estado de Hacienda y exsocio y amigo de Cristóbal Montoro en el despacho de influencias “Equipo Económico”, nombre con el que al llegar al Gobierno rebautizó el despacho “Montoro y Asociados” fundado en 2006. Aquel incidente sembró las dudas sobre Montoro.
El recorte a las renovables, avalado por el Tribunal Constitucional después de que el Supremo lo declarase inconstitucional, provocó el enfado de las eléctricas que con la boca pequeña criticaban a las renovables, pero bajo cuerda recibían primas a las plantas de generación si se utilizaban o no en función de la demanda energética.
• Objetivo de las eléctricas: acabar con Soria
A José Manuel Soria se la tenían jurada las compañías eléctricas. Días antes de las elecciones del 20D, el ministro anunció que en 2016 volvería a bajar el recibo de la luz que consumimos los españoles. Antes había aprobado un cambio en la tarifa eléctrica, que pasó a denominarse precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC), para vincularla directamente al mercado mayorista con objeto de evitar los costes asociados a los intermediarios financieros.
Esto suponía que el componente energético del recibo de la luz, que constituye algo más de un tercio del total, dependa directamente del precio de cotización de la electricidad en el mercado mayorista en cada momento. La medida, según los expertos, fue un jarro de agua fría para eléctricas y bancos. La aplicación de este sistema permite al consumidor que disponga de un contador inteligente distribuir su consumo de electricidad en los tramos horarios que es más barata.
• Epílogo
La desaparición de José Manuel Soria de la escena política permite a S3 reforzar su imagen ante las compañías eléctricas y la Banca vinculada al sector de la energía, lo que en medios políticos se interpreta como “poderosos aliados” en la carrera de la vicepresidenta por sustituir a Mariano Rajoy como cartel electoral del PP en las elecciones del 26 de junio. Asimismo, Sáenz de Santamaría cuenta con el apoyo del influyente grupo televisivo Atresmedia a la hora de defender su candidatura ante la opinión pública.