La situación de Ciudadanos en León se complica por momentos, en lo que parece un enfrentamiento claro entre el aparato del partido controlado por Sadat Maraña y el conjunto de cargos, tanto públicos como internos, y afiliados de base, que están en desacuerdo con la trayectoria seguida por el partido en León durante su corta vida.
Fuentes próximas al conflicto indican que la solución debe salir de los estatutos que todos dicen respetar, fijando la misma en términos democráticos. Asamblea general que dirima la cuestión y aceptación de su veredicto. En definitiva, una cuestión de votos que los estatutos establecen en tres quintos a favor de la revocación del coordinador para que esta sea posible. Y en esto andan todos. Los unos y los otros.
Cabe desde fuera del conflicto hacerse una pregunta: ¿Cómo quedará el partido en León después de este desastre, se mire como se mire?