LA CRÍTICA DE LEÓN / Redacción
Antes de que finalizara el plazo prometido, Hacienda ha cumplido publicando la lista de entidades jurídicas y personas físicas con deudas al fisco superiores al millón de euros.
Lo peculiar de la lista es que está elaborada y protegida de forma que hace muy difícil su consulta para los profanos en tecnología informática, más allá de su visionado en la pantalla del ordenador.
Procede, por tanto, un análisis detallado de la información proporcionada por Hacienda —en un ataque de transparencia— que desenmarañe ese entramado de empresas, muchas de ellas vinculadas a conocidos constructores y renombrados hombres de negocios en activo, como si la cosa no fuera con ellos.
La Crítica de León en su próximo número, el correspondiente al mes de febrero, publicará las conclusiones más importantes de dicho análisis.
La domiciliación de sociedades en otras provincias distintas de León hace más difícil identificar con precisión las empresas leonesas implicadas, por lo que las informaciones publicadas por otros medios difieren entre sí.
Añadir que, en la mayoría de los casos, la denominación social no es precisamente lo que los ciudadanos conocen de una empresa sino su nombre comercial o sus marcas, que son los que no figuran en la lista de Hacienda.
Transparencia, sí, pero menos de la necesaria en un tiempo en el que ya no valen las medias tintas.