El informe de “estabilidad financiera” de la Reserva Federal (Fed) publicado el pasado 7 de noviembre destaca la incertidumbre política y el riesgo geopolítico como las principales amenazas. La independencia de esta autoridad monetaria -que estaría siendo amenazada por Trump- especialmente tras el despido de la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, añaden volatilidad extra hacia el futuro.
El presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, enfatizó que la independencia del banco es "increíblemente importante" ya que “permite controlar la inflación” sin interferencias políticas, asegurando que los países donde han perdido su independencia han enfrentado "consecuencias horribles". (...)
...
Y destacó que el compromiso del banco con su objetivo de inflación del 2% que sería "un muy buen compromiso" que "nos sirve bien" a los efectos de la r* (r-estrella), que se refieren a “la tasa neutral” de interés.
Veamos. Todo en el cosmos se desarrolla en tiempo real, incluidos los seres humanos, un niño no se detiene para analizar si va a crecer o no, simplemente crece. Ergo, el mercado -entendido como las acciones desde el punto de vista de la economía de la multitud de personas que lo componen, la sociedad- necesariamente se desarrolla en tiempo real ya que cada unidad lo hace y el mercado es su sumatoria.
Solo las cosas artificiales, las fabricadas por el hombre no se mueven de suyo en tiempo real sino cuando reciben impulsos externos, por ejemplo, una bicicleta. Y la inversa. Si algo no se desarrolla en tiempo real -continuamente-, es necesariamente artificial. Ahora, a aquello que sí lo hace de manera intrínseca, es decir, por su propio impulso interno no tiene sentido intentar impulsarlo desde fuera o, aún peor, un impulso externo necesariamente chocará con el interno provocando destrucción.
Entonces, la independencia de los bancos centrales probablemente sea una mejor alternativa a su dependencia del ejecutivo ya que no estarían sujetos a las necesidades políticas de sus directores, sino que podrían tomarse incluso acciones que fueran impopulares. Pero sigue siendo artificial desde que depende de burócratas que se reúnen en determinados períodos, y no del mercado en tiempo real.
De hecho, su panacea, la r* (r-star, r-estrella) o tasa de interés neutral (neutral rate), es una quimera. Supuestamente es el nivel de la tasa de interés real a corto plazo que se da cuando la economía está en pleno empleo, con inflación estable y la producción en su potencial, es decir, que la política monetaria no sería ni expansiva ni contractiva. Obviamente es un concepto inobservable que se estima a través de “modelos económicos”.
Qué implicaría la r*. 1° Equilibrio económico: el punto de equilibrio a largo plazo, donde no hay presiones inflacionarias ni recesivas. 2° Guía para la política monetaria: Si la tasa de interés real está por encima de la r*, la política sería contractiva y la economía estaría enfriándose para reducir la inflación. Si está por debajo de la r*, la política sería expansiva intentando estimular la economía. 3° Influencias estructurales: Estaría determinada por factores estructurales de largo plazo como el crecimiento económico potencial, la demografía, la productividad y el equilibrio entre el ahorro y la inversión.
Por qué es una estimación. 1° No es directamente observable: es un concepto teórico que no se puede medir directamente, los economistas y bancos centrales utilizan diferentes modelos para estimar su valor. 2° Sujetos a incertidumbre: Las estimaciones de la r* pueden variar dependiendo del modelo utilizado y están sujetas a una alta incertidumbre.
Luego esta estimación está basada en estadísticas y la Estadística es un método -que utiliza un lenguaje científico, las matemáticas- para recopilar, organizar, analizar e interpretar datos reales, objetivos, conocidos, ergo, estáticos. Por ejemplo, cuántas personas mueren después de inyectarse determinada vacuna. Se conoce la vacuna puntualmente y la cantidad exacta de muertos.
Y este no es el caso del mercado, ya que, al no ser algo artificial creado por el ser humano, se desarrolla en tiempo real, por ejemplo, el PIB -que ya de suyo es un cálculo arbitrario- no es estático, sino que es un flujo en movimiento permanente. Por ello, como bien señalaba Ludwig von Mises, la econometría es una “ciencia” falsa.