Acaba de ver la luz el contenido de los dos primeros años de nuestra sección HISTORIA Y CULTURA, dirigida por el escritor e historiador Íñigo Castellano y Barón, conde de Fuenclara.
Análisis y reivindicación de España y de su historia, así como de su inestimable aportación a la Historia de la Humanidad, con especial énfasis en lo que es y significa la Hispanidad.
La Crítica pone a su disposición este apasionante libro escrito por Íñigo Castellano y Barón, Hugo Vázquez Bravo, Gonzalo Castellano Benlloch y Rafael López Guzmán La España incontestable I. (...)
PRESENTACIÓN, por Íñigo Castellano Barón, Conde de Fuenclara
En primer lugar, agradezco a mi amigo y editor, Juan Manuel Martínez Valdueza, la confianza que depositó en mí, haciéndome responsable de la nueva sección sobre «Historia y Cultura» en el periódico digital, LA CRÍTICA, y a la que titulé, La España Incontestable. Este título se debió a que su contenido respondería siempre a los hechos históricos que considerásemos relevantes en cualquier ámbito de nuestra nación, sin interpretaciones partidistas, tan solo sujeta a la objetividad que las fuentes originales y primarias aportan a cualquier relato histórico y dentro del gran mundo que conforma La Hispanidad y en consecuencia el mundo hispanoamericano. Una cita de Quevedo afirmaba: «Dios te libre, lector, de prólogos largos», por ello intentaré ajustarme lo más posible a definir la intencionalidad y objetivos de esta obra que hoy se presenta, escrita por varios autores y versada sobre diferentes temas que reflejan el espíritu de nuestras raíces hispanas en los distintos campos del comportamiento humano.
He podido leer el magnífico prólogo del profesor Marcelo Gullo con quien me une una cierta amistad, y en él hace mención al historiador Alberto G. Ibañez de la Universidad San Pablo-CEU y entre otros a su tercer libro sobre la guerra cultural: Los enemigos internos de España y Occidente en el que critica la posmodernidad como resultado de la leyenda negra, germen de la guerra cultural organizada, como menciona textualmente. Todo ello lo enlaza con el rico análisis de la profesora Julia Pulido de la Universidad Complutense que conjuntaron sus esfuerzos dando como resultado la Araucaria, una serie monográfica de alto interés histórico y filosófico. Se parte del modelo agotado anglosajón para revitalizar la Hispanidad como relato cierto y vivificador, especialmente de la época virreinal.
Cuando nos propusimos abordar la «verdad hispánica» frente a siglos de mentiras amañadas, tuvimos claro desde el principio que los relatos deberían ser variados, y en su conjunto abordasen la labor hispana como fuente evangelizadora de la fundamentación cristiana y en consecuencia de la civilización y su emergente desarrollo. Por tanto, el objetivo consistió en destacar aquellos acontecimientos, sucesos y personas sin entrar en la interpretación o intencionalidad política de las acciones descritas. Sustentándose en consecuencia dichos acontecimientos, en la importancia que tuvieron en los distintos campos, con mayor o menor transcendencia, pero que en cualquier caso fotografían una nación, la nuestra, que por su destino histórico, llegó a ser la nación hegemónica por excelencia, tras la caída del Imperio Romano, al punto que con mirada retrospectiva, se apunta que nació el Sacro Imperio Romano Hispánico, en vez del Sacro Imperio Romano Germánico, dada la envergadura y proyección alcanzada por España cuyo tiempo álgido se produjo entre los siglos XV al XVII.
Queremos demostrar con estos breves relatos que componen este primer volumen, la diversidad de la riqueza de valores positivos que describen y provocan en su mejor sentido a la humanidad, extendiéndose por todos los continentes bajo el sello de una misma corona y una misma lengua. Una unidad que hoy supone seiscientos millones de hispanoparlantes, es decir, casi un 8% de la población mundial, y cuyo origen se configuró desde lo militar a lo místico. Todos los relatos que componen el libro resaltan por sí mismos actitudes y comportamientos humanos que reflejan la esencia de la solidaridad, valor, honor, gloria, esfuerzo y en definitiva la trayectoria hispana, sin por ello obviar las luces y sombras de cualquier sociedad o nación. La España Incontestable responde frente a la permanente y ya manida leyenda negra, el consabido negrolegendarismo, que propios y extraños han hecho sobre una nación que legitimó sus conquistas aportando el mestizaje, organizando escuelas y universidades, otorgando los mismos derechos que sus propios conquistadores, pues de inmediato fueron incorporados a la Corona española y no se constituyeron como territorios sometidos. Pero no solo en este campo el acervo hispano sobresalió y se diferenció de otras naciones, sino que además supo aportar extraordinarios valores individuales y capacidades que han sido y siguen siendo admiradas por cuantos conocen la verdad real de los hechos. Es a veces triste pensar que son foráneos gran parte de los historiadores hispanistas que han dado la justa valoración a la presencia hispana en el mundo, como William H. Prescott; John Elliott; Hugh Thomas; Stanley G. Payne, etc. Aunque no por ello, puedo olvidar a otros historiadores españoles que han sabido desmontar la falacia mal intencionada e interesada sobre una nación como la española que como es ya un dicho: «España es diferente». Y es verdad, pero en el sentido de unas capacidades y sentimientos que la han hecho singular en todas o en casi todas sus manifestaciones, militares, pictóricas, geográficas, organizativas y logísticas, navales, religiosas, y un largo etcétera muy variado que el lector podrá encontrar en los diferentes relatos que se exponen. En este primer volumen se habla fundamentalmente de España y su acción hacia el exterior, pero ya se está trabajando en el segundo volumen para sumergirnos en la enorme dimensión de la Hispanidad intercontinental que va de oriente a occidente.
Creo que el libro aporta una parte del verdadero espíritu hispano, humanista y globalizador, que legó sin duda alguna frente a los intereses de otras naciones anglosajonas y organizaciones masónicas. Fue España la primera en abordar estos temas que hoy son de suma actualidad. Por ello, creo sinceramente haber cumplido con la máxima que Ortega y Gasset decía en la edición francesa de La rebelión de las masas: «la obra de caridad más propia de nuestro tiempo es no publicar libros superfluos». Esta obra es un instrumento eficaz para combatir la leyenda negra y aportar el equilibrio necesario que evite con la palabra la falacia de los hechos, los conflictos que hoy vivimos por la desinformación mal intencionada que altera la paz de las naciones. Una geohistoria frente a una geopolítica puede ser un buen comienzo de que el ciudadano perciba la verdad y las intenciones de los poderes públicos permitiéndole ponderar entre progreso y progresía. La guerra cultural es clave en la proyección de nuestro futuro incierto. En el libro del profesor Alberto G. Ibáñez cita con gran acierto a doña Emilia Pardo Bazán acerca de una conferencia que dio en París en 1899, tras la traición y depresión que España sufrió un año antes, y así se manifestó:
Para finalizar este prólogo menciono al inglés filósofo, escritor y periodista Gilbert Keith Chesterton que textualmente afirmó:
No termino estas líneas sin agradecer a las personas que con verdadero esfuerzo han contribuido y colaborado con sus relatos a la confección de esta obra. Hugo Vázquez Bravo, Gonzalo Castellano Benlloch y Rafael López Guzmán, como también a los que posteriormente a la edición de este volumen, se han ido incorporando con su conocimiento y pluma a la divulgación de «la verdad hispana». Cada semana un relato, y durante los siete días de la semana un esfuerzo y entusiasmo por recuperar el orgullo patrio de un amplio universo que desde siempre se nos quiso arrebatar y que por los tiempos que corren, la antihistoria posmodernista a modo de lucha cultural se intenta poner de moda. Lo cierto es que la mentira histórica tiene un recorrido limitado, mientras que finalmente las nuevas ciencias tecnológicas, arqueológicas, hemerotecas y filmotecas, así como el descubrimiento de nuevas fuentes primarias de los pasados tiempos, han permitido y están permitiendo situar a nuestra nación en la justa posición que le corresponde. Nos podemos sentir muy orgullosos, y me permito sugerir que esta España real y el mundo hispano al que pertenece, sepamos transmitirla en positivo a nuestras siguientes generaciones, no como vanagloria de lo que fuimos, sino como justicia a nuestros ancestros y a la verdad a la que todos nos deberíamos ver obligados a defender, y termino con una cita de Molière que ya puse en uno de mis artículos: «Nosotros no participamos de la gloria de nuestros antepasados, sino cuando nos esforzamos en parecérnosles».
CONTENIDO
PRESENTACIÓN, por Íñigo Castellano y Barón, 11
ÍÑIGO CASTELLANO BARÓN (artículos)
HUGO VÁZQUEZ BRAVO (artículos)
GONZALO CASTELLANO BENLLOCH (artículos)
RAFAEL LÓPEZ GUZMÁN (artículos)
Conozca a Íñigo Castellano y Barón
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