En la Sala de Exposiciones A de la Biblioteca Municipal de Astorga, inauguración de la exposición "Tiempo de Luz" del artista Luis Miguel Alonso Guadalupe el próximo 10 de julio a las 19:00h.
Realizados con la técnica pictórica de Óleo sobre Tablet el artista presenta una decena de cuadros de gran formato (1,20 x 1,20 m.) y temática variada (el mar, el desierto, astorga, Gaudí...)
El horario de apertura al público, de libre entrada, será de lunes a viernes de las 19:00 a las 21:00 horas.
Del polifacético artista Luis Miguel A. Guadalupe escribía Miguel Cueña en 2015:
Poeta, narrador, pintor, radiofonista, Fundador y Director del Festival Nacional de Cine de Astorga, Luis Miguel Alonso Guadalupe es un artista “multidisciplinar”, si bien está convencido de que uno siempre cuenta la misma historia, unas veces desde la palabra o la plástica y otras desde la imagen en movimiento, a sabiendas de que “todo es parte de un intento de encontrarse con uno mismo, con los demás y con el entorno, tratando de escudriñarlo, de descubrir ese camino entre la selva diaria hasta la luz de la llanura de la serenidad de la auténtica sabiduría... Todo se relaciona cuando de lo que se trata, es de encontrar la verdad”, aunque no resulte tarea fácil, sobre todo cuando uno abarca tantas disciplinas, como es su caso, “en un mundo en el que todo está etiquetado en departamentos estancos”. Por tanto, se autodefine como “polifacético pero monotemático en la búsqueda de lo auténtico”, marcado por el medio ambiente donde vive, que, “al igual que los deseos, las ilusiones en la vida o la formación continuada, marca a cualquier ser humano”.
En su caso, Astorga, la capital de “la privilegiada comarca de la Maragatería”, ha sido/es determinante en su vida. Una comarca privilegiada, según Luis Miguel, por la riqueza de su tierra y de su gente, “gente auténtica que aún queda en esos empedrados pueblos y gentes que, desde los más variados países, está viniendo a asentarse aquí, como si de nuevos colonos se tratase, como repobladores en un territorio pobre y abandonado buscando el sosiego, la tranquilidad del espíritu o el ímpetu para llevar nuevos proyectos, gente joven que vislumbra un futuro entre nosotros”, lo que le anima a seguir “labrando la tierra”, a sabiendas de que muchos jóvenes llevan tiempo yéndose de este lugar de arrieros. “Si Valente buscaba la serena espiritualidad en el desierto de Almería o Panero lo hacía entre los mesetarios pueblos de La Valduerna; la Maragatería ahora también atrae a artistas, empresarios, gente en definitiva que quiere encontrar su lugar vital”, señala el autor de 'Pasos sobre la tierra, bajo la imagen de un crepúsculo' (Colección Provincia, Diputación-Instituto Leonés de Cultura, 2005), su cuarto poemario, con el que obtuviera el Primer Premio de la Bienal Internacional de poesía Eugenio de Nora. No en vano, Luis Miguel es un entusiasta de la poesía del creador de 'España, pasión de vida' y cofundador de la mítica revista 'Espadaña', al que conociera personalmente con motivo del premio que recibiera y cuya poesía le parece interesante y nueva, a pesar del tiempo transcurrido desde su escritura. “Eugenio resultó ser una persona sencilla, cercana y de una humildad sorprendente, casi monástica, una sorpresa en su calidad personal”, recuerda Luis Miguel, quien también lograra quedar finalista de este mismo premio con su segundo libro de poemas, 'Trazos del azar y la paciencia' (Endymion, 1999).
Aparte de Eugenio de Nora, Alonso Guadalupe cree que de cada persona que tenemos cerca, podemos aprender algo, de sus ideales, pensamientos y formas de ver y entender un poco mejor la vida que nos rodea, y aplicar de modo positivo este saber a nuestra vida. “Cada autor que se ha mostrado con sinceridad ante los lectores, consigue transmitir esa verdad y nos entrelazamos a ella”. En este sentido, siente en su poesía la divinidad en lo cotidiano de Emily Dickinson, el sustrato de la síntesis de la palabra de Valente, la alegría vital de la luz en el ser de Lorca, la profundidad del alma humana de Neruda o el más allá en el silencio de los trascendentes paisajes maragatos de Leopoldo Panero, poeta al que el autor de 'Espacio blanco, la curva medida del tiempo' (Endymion, 2001) le ha dedicado algún trabajo audiovisual, como 'Los abanicos de la muerte'. Sobre la saga de los Panero, Luis Miguel cree que seguirá en pie a pesar de sus hijos, Juan Luis, Leopoldo María y Michi, murieran sin dejar descendencia, porque están surgiendo nuevos libros, nuevas tesis doctorales en Hispanoamérica o películas sobre ellos. “Afortunadamente tendremos paneros para rato, tanto para los lectores, para la ciudad de Astorga, como para la provincia de León, con la consiguiente repercusión cultural y turística que esto conlleva, aunque hay gente que increíblemente, esto aún, sigue sin verlo”, apostilla este autor enamorado de su tierra y de la gran riqueza literaria que ha dejado la Escuela de Astorga y la posterior descendencia literaria de los Panero, Alonso Luengo, Gullón..., convencido asimismo de la cantidad y calidad de artistas que existen, especialmente en el mundo de la literatura, en nuestra provincia, a lo que ha contribuido en gran medida, como válvula de escape, en su opinión, la tradición oral de nuestros paisanos, la variada naturaleza, el frío, la austeridad casi monacal en nuestros pueblos y la eterna paciencia y resignación.
En todo caso, Luis cree que los narradores y poetas no están en un estrato diferente al resto de los humanos. “Solamente unos pocos, los auténticos, consiguen engarzar con el común denominador de la esencia humana, el resto simplemente trasladamos algunos pensamientos a un papel pretendiendo creer que eso vaya a servirle a alguien para algo, al menos para mejorar los pequeños territorios humanos de los que nos rodeamos. Pensamos ingenuamente, imitar a aquellos grandes autores que, como buenos exploradores en medio de la selva, conseguían siempre, no sin la perseverancia en el estudio, sin la constancia en la investigación, encontrar el camino, para hacernos vislumbrar la luz en el horizonte, tratando de encontrar el conocimiento”, concreta Luis Miguel, cuyo último poemario hasta ahora, titulado 'Variaciones en las imágenes del tiempo' (Csed poesía, 2015), consta de pequeñas historias, “de imágenes que se han licuado en palabras y que han surgido de algunos recuerdos, de las conversaciones con los amigos, de la indiferencia de los enemigos, de los muchos deseos en un mejor futuro para todos y en definitiva, de la preocupación por poder hacer un mundo mejor con los que tenemos a nuestro lado..., sin egos, ni literarios, ni artísticos ni de otra índole”.
Recuerda con satisfacción y a la vez con tristeza su etapa como Director de la emisora Radio Astorga-Onda Cero porque, con otros seis o siete compañeros de la emisora, consiguieron llegar a más de 25.000 oyentes de los últimos 'Estudios generales de Medios' y llevar a Astorga a figuras relevantes del periodismo y la literatura, tanto de ámbito nacional como internacional. Sin embargo, la emisora, que era económicamente muy viable, se cerró en 2003 después de doce años de actividad y compromiso, quedándose la ciudad de Astorga y toda su comarca sin este medio de comunicación, “tan relevante y trascendental... Pero todo sigue, esto debe de ser así...”, aclara Luis Miguel, para quien la radio siempre ha sido fiel acompañante a lo largo de su vida. “Enraizada en lo más hondo de la tradición oral, consigue conectar con algo recóndito, con los pensamientos, los sentimientos y con el deseo de escuchar a los demás y a veces de ser escuchado por ellos. Es humano. Ahuyenta la amenazante acidez de la soledad cuando el hombre se enfrenta al vacío”, manifiesta el Fundador y Director del Certamen Nacional de Cine de Astorga, que asimismo ha realizado cerca de una veintena de documentales y cortometrajes, entre ellos, 'El bandido maragato' (sobre la obra pictórica homónima de Goya, con voz en off de Pedro Trapiello), 'Castorina' (dedicado a la artista astorgana) o Michi Panero (en el que vemos al hermano pequeño de la familia Panero mostrándonos la ciudad de Astorga). El Festival de Cine de Astorga está siendo, en palabras de Luis Miguel, un espejo donde mirarse, un referente de la cultura audiovisual del cortometraje nacional tanto por los temas que aborda de forma completa y contextualizada en el mundo de la imagen, como por la gran cantidad de espectadores y figuras relevantes que se han acercado hasta Astorga, a lo largo de estos dieciocho años. “Creo que es un lujo al alcance de los leoneses, una gran ventana para ver otros mundos... que están en este”, especifica este pintor, que ha realizado más de una treintena de exposiciones nacionales e internacionales, cuya obra se halla en distintos museos e instituciones. Para él, la pintura es otra forma estética de comunicarse con el exterior y, muchas veces, también con el interior desde la paleta cromática que da la naturaleza y la mirada.
En la actualidad, acaba de escribir un nuevo poemario, el sexto, a la espera de que alguna editorial se interese en su publicación, “aunque no me canso de contar siempre la misma historia y siempre de distinta manera y de tener siempre los mismos deseos en mejorar el mundo cercano de las personas y a ser posible, también el distante..., este es el secreto de mi obra”, concluye.