Lorenzo López Trigal

La difusión de Ciudadanos a escala nacional y provincial

CIUDADANOS (C's) EN LEÓN

Lorenzo López Trigal | Viernes 06 de noviembre de 2015
En el último año, la remontada de este partido, iniciada en Cataluña hace una década y plasmada recientemente en los resultados electorales...

En el último año, la remontada de este partido, iniciada en Cataluña hace una década y plasmada recientemente en los resultados electorales, así como en la tendencia del voto en cuantas encuestas se realizan, ha situado a Ciudadanos en el centro de atención generalizada ante los próximos comicios, entendido esto, al menos, desde tres perspectivas: la del conjunto de partidos, que contemplan a este como “el más codiciado” y “el mejor de los aliados posibles” ante un nuevo escenario de gobierno nacional; la de los mismos electores, que encumbran a su líder, Albert Rivera, como el más estimado en las encuestas entre los políticos españoles; y la de la opinión de la mayor parte de los medios informativos o de las federaciones de empresarios, por ejemplo. Ciudadanos ha dejado atrás aquellos momentos iniciales de plataforma política a escala territorial catalana (2005-2006) y ha pasado de ser “una propuesta incógnita” en el resto de España (elecciones generales de marzo de 2008) a situarse como partido político de ámbito estatal con una expectativa de voto creciente.

En este contexto, al proceso seguido en la última década por Ciudadanos bien se podría aplicarle la reconocida ‘Teoría de la difusión espacial de las innovaciones’ del geógrafo Hagërstrand, en cuanto a su forma de propagarse en ondas y tiempos a partir de un lugar como Barcelona (centro de difusión) y del espacio de Cataluña (foco político), que se expande en una lógica reticular a ciudades del resto de España, y que ha de culminar en una difusión de tal fenómeno político innovador en todo el territorio español (nuevo espacio político), mediando los canales de información y redes sociales, si bien teniendo en cuenta que tal modelo de difusión se distorsiona en relación con los principios de la jerarquía del sistema urbano nacional y de la distancia al foco inicial.

La traslación de este modelo de difusión lo podemos caracterizar como “una onda de continuidad con interrupción temporal” en el conjunto de España y, en particular, en provincias como la leonesa, donde Ciudadanos venía funcionando como tal Agrupación de afiliados de León en el periodo previo de 2006-2008 (tiempo 1), desde que un primer grupo de personas se sumara al nuevo proyecto político, formado aquí, de un lado, por personas originarias o que habían vivido años anteriores en la región catalana y, de otro lado, por personas residentes en las ciudades leonesas. En total, la Agrupación de León contaba por entonces con afiliados, dedicados a tres cometidos esenciales en este tipo de organización: participar en la esfera política; debatir y enviar representación al Congreso del partido celebrado en Barcelona en 2007; y, finalmente, participar en las elecciones generales convocadas en marzo de 2008, a pesar de las escasas perspectivas de voto y la costosa campaña que se avecinaba. La interrupción del proceso de difusión del partido se deberá, sin ninguna duda, a los resultados negativos obtenidos por Ciudadanos en toda España al igual que en León (400 votos a la candidatura que yo encabezaba al Congreso), así como la desconexión posterior de la directiva del partido en Barcelona, lo que desanima a los afiliados de tal manera que se dan de baja casi todos, una vez sufragados los gastos de campaña por ellos mismos. Desde esa fecha hasta 2014, restarán en la organización del partido fuera de Cataluña tan un reducido número de afiliados sin apenas actividad política y participación electoral.

En realidad, según mi criterio e información, los afiliados no catalanes de entonces pasan en su mayor parte a la reserva, hasta que una vez tomada la decisión del partido de vuelta a la arena política nacional, en enero de 2015, tras el estudio de los resultados de las elecciones al Parlamento europeo de 2014, se reinicia su proceso de difusión. Es el caso de la Agrupación de León que se restablece en 2014-2015 (tiempo 2) con afiliados que llegan desde UPyD y otras formaciones o como independientes. A ellos se suman parte de los afiliados a la organización Civiqus de Villaquilambre y alguna otra agrupación electoral de municipios periféricos de León. Con estos mimbres, desde la coordinación de la Agrupación se mantiene relaciones especiales con el representante de una organización empresarial, que supondrá de hecho una influencia de tutelaje a lo largo de 2015 desde fuera de la organización de Ciudadanos, como se pone en evidencia al presentarse las candidaturas locales de León y Ponferrada y en la financiación de la campaña electoral, así como en las negociaciones previas a la constitución de los Ayuntamientos de esas dos ciudades.

A partir de ahora nuevas Agrupaciones locales serán sucesivamente configuradas en la provincia leonesa al igual que en el conjunto de las circunscripciones electorales provinciales españolas (tiempo 3) y se completará previsiblemente un ciclo de innovación+difusión desde Ciudadanos, lo que obligará a este partido a reorganizarse en la medida del creciente número de afiliación y sobre todo una mayor carga de representación institucional, pasando a consolidarse, como está previsto tras las elecciones del 20 de diciembre, en alternativa de gobierno. Pero, cualquiera que sea el resultado de los comicios, se han de despejar ciertas cuestiones como la de elegir entre un modelo de fuerzas centrífugas o de fuerzas centrípetas en su particular estrategia de organización territorial, además del obligado traslado del foco inicial de la sede de Barcelona al centro capitalino de Madrid, y sobre todo controlar una nueva forma de funcionamiento interno y de trabajo más participativo de afiliados y simpatizantes, sin dependencia de fuerzas externas a la organización.