Queridos amigos: rompo hoy mi silencio que mantenía a la espera del resultado de las negociaciones entre la UE y GB sobre Gibraltar –si es que se llega a algún resultado–, como consecuencia de un hecho muy grave que sucedió a primeros de febrero de este año en la playa de Levante de Gibraltar. (...)
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Todo empezó cuando una lancha auxiliar de una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera de España perseguía a otra cargada de contrabando de tabaco en la bahía de Algeciras. La lancha española se averió y quedó al pairo. La corriente la llevó hasta la playa de Levante del Peñón donde también habían llegado los contrabandistas. Cuando los agentes de Aduanas fueron a decomisar el cargamento que estaban desembarcando, fueron recibidos a pedradas e insultos. A uno de ellos le rompieron el tabique nasal y otro resultó herido en la cara con fracturas que le llevaron después al hospital. Cuando comenzaron a verse cercados por aquellos individuos, utilizaron sus armas e hicieron tres o cuatro disparos al aire.
Llegó la policía gibraltareña y lo único que hizo fue interponerse entre los agentes españoles y los cafres que llegaron con el contrabando y los que lo esperaban. Estuvieron a punto de lincharlos. Los agentes españoles subieron a su lancha y a remo llegaron a su barco nodriza. A continuación quejas diplomáticas, denuncias, y Picardo y sus muchachos diciendo que España había violado la soberanía de Gibraltar. Y el gobierno británico presentando una queja diplomática formal ante el español por el uso de armas en supuesto territorio gibraltareño.
Simplemente esto último ya da idea de qué pie cojean nuestros supuestos y fantásticos aliados británicos. De qué materia están hechos y de cuál es su idea fija, permanente e inmutable respecto de Gibraltar, de la colonia militar de Gibraltar en suelo español. Y lo más grave fue la pasividad de la policía gibraltareña respecto a los agentes españoles. Ni un solo gesto de ayuda ni de la más mínima actitud humanitaria ante sus heridas.
Porque a pesar de sus heridas, del intento de linchamiento por parte de las bestias que se dedicaban al contrabando, a pesar de la condena del gobierno español sobre estos hechos, a pesar de hablar tímidamente de nuestra soberanía frente a la actitud británica que habla sin cortarse un pelo de la suya, a pesar de que el contrabando continuará (vamos a ver enseguida por qué), a pesar del mito de lo de la “prosperidad compartida” y a pesar de la prepotencia británica y la de sus súbditos gibraltareños, España seguirá negociando con todos ellos tragándose todos los sapos que haga falta y proclamar, si llega el caso, el extraordinario éxito del presunto tratado entre la UE y GB que condenará a España por decenios a tener que soportar la colonia militar británica en suelo español.
¿Qué por qué seguirá el contrabando? Gibraltar es un centro de contrabando de primera magnitud. El tabaco que llega a Gibraltar lo hace desde España, Chipre, Luxemburgo, etc. ¿Desde España? Naturalmente. Con todos los papeles y requisitos en regla., Gibraltar importó desde España en 2020, 26,6 millones de cajetillas de tabaco bajo las reglas fiscales que rigen en el Peñón. En 2021 fueron 28,3 millones y en 2022, 23,4 millones de cajetillas. Lo que no se sabe es lo que puede entrar por su puerto y aeródromo de la RAF ni lo que importa de otros países.
¿Qué hace Gibraltar? Renegociarlo de contrabando y sacarlo hacia las playas de La Línea o del propio Peñón a través de las “gomas”, lanchas neumáticas que pueden transportar hasta 20 cajas de tabaco con 500 cigarrillos cada caja. Con su venta fraudulenta a estas mafias sin IVA y sin impuestos, Gibraltar ingresa por este procedimiento unas 600 libras por caja de tabaco, es decir, unos ciento ochenta millones de libras al año, que se corresponde con un tercio del presupuesto anual (unos 550 millones de libras) del Ayuntamiento del Peñón.
¿Negocio para Gibraltar? Evidente. ¿Y España? Contribuye de forma consciente a ese negocio porque “no pueden desatenderse las necesidades básicas de la población”. A pesar de las grandes pérdidas que esto supone para el fisco español. Y a pesar del Memorando de Entendimiento sobre el tabaco suscrito por España y GB en 2018 tras el Brexit, sin que GB de nunca una cifra sobre la importación total de tabaco en el Peñón.
¿“Prosperidad compartida” o estupidez española? Por algo GB y Gibraltar, además de por este asunto del tabaco, se niegan a que el control del puerto y del aeródromo del Peñón no lo controle ni la UE ni España. Y así seguiremos hasta sabe Dios cuándo.
Al margen de lo anterior, a mediados de febrero el periódico gibraltareño Panorama se hacía eco, con un grado de preocupación no desdeñable, de las conversaciones hispanoargentinas para coordinar esfuerzos en relación con las resoluciones de la ONU sobre descolonización. Argentina en relación con las islas Malvinas y España respecto de Gibraltar, así como reclamar la soberanía de ambos territorios.
Esto comenzó en 2012, cuando el ministro español de Exteriores, García Margallo y su colega argentino Héctor Timerman hablaron por teléfono sobre la conveniencia de coordinar esfuerzos en este sentido. Esta colaboración se hizo patente en la reunión de la Asamblea de la ONU en el otoño de 2013, cuando ambos países presionaron en ese foro a GB para que iniciara conversaciones sobre la soberanía de estas colonias británicas de ultramar.
También se creó un grupo de trabajo hispanoargentino donde, entre otras cosas, se recogía potenciar esta colaboración hasta llegar a la llamada Declaración de Buenos Aires en 2021 para la actuación conjunta de Argentina y España en este aspecto.
Días antes de mediados de febrero de este año, el Secretario de Argentina para las islas Malvinas, la Antártida e islas del Atlántico Sur, Guillermo Carmona, declaró en reuniones celebradas en Madrid, que se mantenía esa colaboración con España para descolonizar ambos territorios.
Todo esto está poniendo de los nervios a los gibraltareños y malvinenses, a pesar de que alegan que “ambos pueblos” expresaron libremente su deseo de permanecer bajo soberanía británica. Lo que no dicen es que la ONU no reconoció esos referendos y sí la necesidad de la descolonización.
Es bueno que ambas naciones se coordinen en este asunto. Ambas sufren el mismo problema colonial. Y la unión hace la fuerza, no se olvide. Sobre todo en el ámbito de la ONU, como es el caso.