La visita del presidente francés al presidente Biden de EE. UU. en Washington, donde fue recibido con todos los honores en la Casa Blanca, supuso un mensaje claro de que su viaje tenía por objeto alertar a EE. UU. de que la reciente Ley aprobada para rebajar la inflación, Inflation redution Act (IRA) significa un planteamiento de guerra comercial a Europa. (…)
…
Ello podría significar un enfrentamiento económico y comercial entre los dos lados del Atlántico, precisamente cuando más se necesita la unión estratégica en todos los sentidos: estratégica, energética, económica y comercial.
Esa es la campaña de Macron representando a la UE que ha ido a Washington para poner claro que el plan proteccionista recién aprobado por EE. UU. puede romper la cooperación múltiple euroatlántica.
Es verdad que los planes proteccionistas del IRA no son contra Europa, incluida Gran Bretaña, sino para enfrentarse al crecimiento industrial de China. que es lo que más preocupa a los norteamericanos en todos los sentidos: industriales y de seguridad. Por eso el planteamiento de Macron en la Casa Blanca era para dejar claro a Biden que Europa existe, a pesar de las amenazas de Putin y la guerra de Ucrania, y la UE no quiere ni puede soportar el enfrentamiento con su mayor aliado con una guerra comercial.
Lo que propuso Macron fue que, en medio de la agresión rusa, es imprescindible la cooperación estratégica euroatlántica (OTAN), y también la necesaria coordinación de esfuerzos para el desarrollo económico e industrial entre las dos potencias que son Europa y Estados Unidos, antes de enzarzarse en una guerra comercial, de la que sin duda saldría ganando China.
Gonzalo Parente