Manuel Pastor Martínez

Un pionero del fascismo

Retrato de Ramón sales Amenós. (Foto: https://es.wikipedia.org/).

LA CRÍTICA, 24 OCTUBRE 2022

Manuel Pastor Martínez | Lunes 24 de octubre de 2022

En algunos artículos míos sobre los orígenes del fascismo español, publicados en La Crítica, he relatado los casos prematuros de activismo y violencia “escuadrista” de un grupo catalanista de personajes vinculados a Estat Català: Manuel Pagès, Daniel Cardona, Josep Dencàs, los hermanos Josep y Miquel Badia, etc. (“Los orígenes del fascismo en España”, LC, 12-8-1921), y asimismo el caso del escritor españolista Ernesto Giménez Caballero, explorando una vía estético-literaria y surrealista (“El primer fascista español”, LC, 1-9-1921).

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Reconozco que minusvaloré a un individuo que tuvo cierto renombre, aunque hoy está casi olvidado, y que realmente fue el primer fascista en España: el catalán y españolista Ramón Sales Amenós (1893-1936). (...)



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Así lo han percibido diversos autores como F. Baratech Alfaro (1927), G. Salaya (1938), M. García Venero (1967), G. Brenan (1969), etc., y más recientemente P. Pagès Blanch (sf, RAH). Yo mismo hice una breve referencia al caso en la introducción de mi ensayo Los orígenes del fascismo en España (Madrid, 1975).

Aunque Sales tenía un pasado familiar vinculado al carlismo, lo que sería significativo en su descubrimiento del fascismo fue su inmediata militancia anterior en el sindicalismo y en la CNT. En octubre de 1919 (año fundacional del Fascismo italiano y del Nazismo alemán) Sales abandona el sindicalismo anarquista, revolucionario, y funda los Sindicatos Libres, nacionales y contrarrevolucionarios, inspirándose en el modelo del nacional-sindicalismo fascista en Italia, que pronto será asumido o imitado por las primeras organizaciones fascistas en España (Ramiro Ledesma Ramos con el manifiesto y el periódico La Conquista del Estado, núcleo originario de las JONS-Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista, 1931), y en Portugal (Francisco Rolao Preto y el Movimento Nacional-Socialista, 1932).

De manera un tanto absurda y forzada se ha intentado señalar como precursores del fascismo español a diversos políticos e intelectuales desde la generación del 98, como Joaquín Costa (según E. Tierno Galván), Miguel de Unamuno y Pío Baroja (según E. Giménez Caballero) o José Ortega y Gasset (también según E. Giménez Caballero, R. Ledesma Ramos, A. Elorza e I. Sanz), hipótesis generalmente ignorantes de la auténtica historia y génesis del fascismo en Italia por su fundador Benito Mussolini.

La base obrerista (sindicalista y socialista) de Mussolini –ausente en personalidades como Costa, Unamuno u Ortega–, es clave en la creación del fascismo, un dato siempre ignorado interesadamente por los analistas de izquierdas.

Aunque ciertamente en mi ensayo citado destaqué que los orígenes del fascismo en España se relacionaban con intelectuales y profesionales sin tal base obrera o sindical (Albiñana, Giménez Caballero, Ledesma Ramos, Onésimo Redondo, Primo de Rivera…), también apunté que, si bien con débiles referentes en el caso de Sales, su innegable experiencia obrerista y sindicalista congeniaba mejor con las características del fascismo mussoliniano.

Pelai Pagès Blanch ha fijado los datos históricos básicos: fundación el 10 de diciembre de 1919 de la Corporación General de Trabajadores (Unión de Sindicatos libres), de la que Sales será presidente, con otros miembros dirigentes, o primer equipo de este sindicato “fascista” o “prefascista”: José Baró, Jordi Bru, Estanislao Rico, Santiago Brandoly, Domingo Farrel, Juan Laguía, Mariano Puyuelo, y Feliciano Baratech Alfaro. Éste último será secretario general e historiador de la organización (F. Baratech Alfaro, Los Sindicatos Libres de España, su origen, su actuación, su ideario, Prólogo de Ramón Sales, TG Cortel, Barcelona, 1927).

En sucesivos manifiestos (noviembre de 1919, septiembre de 1920, y enero de 1922) así como en un discurso mitinero (en el salón Boheme de Barcelona) en septiembre de 1921, Sales irá desgranando expresiones claramente inspiradas en el fascismo italiano o en el nazismo alemán: rechazo del sindicalismo internacionalista, anarquista o comunista, en favor del nacionalista; apoyo del Somatén y de la autoridad militar; antisemitismo (con referencias a una conspiración de la “Banca Judía”); defensa de las corporaciones profesionales; apología de la “acción directa” y de la violencia contrarrevolucionaria; uso retórico reiterado del término “haz” (traducción del italiano “fascio”); críticas al capitalismo y a la “Patronal burguesa”, etc. (F. Baratech Alfaro, ob. cit., páginas 66-68, 70-72, 77-80, 86-87, 102-103).

Acusados de participar en el pistolerismo –y con víctimas en sus propias filas– contra los anarquistas, y del asesinato en 1920 del abogado de la CNT Francesc Layret, los Sindicatos Libres parece que alcanzaron hacia 1923 su máxima militancia, en torno a los 200.000 miembros (aunque no hay estadísticas históricamente fiables).

Tras un cierto eclipse, Sales reaparece con la proclamación de la República, funda en Barcelona el periódico Unión Obrera (1935) y la Agrupación de Juventudes Anti-Marxistas, aproximándose a los grupos fascistas españolistas del conglomerado FE-JONS. En noviembre de 1936 es cruelmente asesinado[1] en la capital catalana por activistas de la CNT-FAI.

Manuel Pastor Martínez

[1] “Según relato de Feliciano Baratech, recogido por Joan Sariol, su muerte ‘ocurrió una madrugada del siguiente noviembre, en el chaflán de las calles Consejo de Ciento-Villaroel, ante el edificio de la Soli. Encadenados sus pies y manos en cuatro camiones, emprendieron estos vehículos, simultáneamente, la marcha en dirección distinta. Sales murió descuartizado’”. (Diccionario Biográfico Español, Entrada: Ramón sales Amenós, Real Academia de la Historia, https://dbe.rah.es/biografias/14638/ramon-sales-amenos).