Estos aparentes errores del lenguaje suelen tener su aquel, como vemos continuamente en ministros/as del Gobierno del señor Sánchez que, al despiste intencionado y dirigido -suponemos maliciosamente- por la miríada de asesores entre bambalinas en busca de la frase rompedora, que en su boca y con dejes inocentes salpimentan anodinos discursos para desviar la atención.
Como en este caso la enorme figura del "Libertador" al fondo de las sonrisas complacientes de los dos "presidentes" Sánchez y Petro, por si acaso al rey Felipe VI o a los españoles les quedara alguna duda sobre quién manda aquí y allí.