Los veranos en Astorga siempre han sido sorprendentes con actividades culturales y musicales de todo tipo. Este año, además de lo habitual, un par de terrazas de la ciudad han estado compitiendo para amenizar las noches, no tan calurosas, con grupos y actuaciones a cada cual más interesante. (...)
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Destaca “El Aljibe” un jardín acogedor frente al Archivo Diocesano en el que siempre hubo una churrería y que este verano lo está bordando deleitándonos con músicos peculiares que nos alegran, entre cervezas y vinos, las tardes y noches de los fines de semana maragatos.
Este fin de semana sesión doble. Si el viernes nos sorprendía a todos Juan Hedo, maestro de guitarra, cantautor, poeta y otras cosas con sus habaneras, fados, rancheras, rumbas y demás que hicieron llorar de emoción a más de uno, el sábado vino Edna Free con su música en vivo y sus letras picaronas y desenfadadas, a hacer bailar hasta el mismísimo Pedro Mato que miraba desde lo alto.
Todo un arte este de los “loops” o “bucles” que utiliza Edna, en los que el artista graba en riguroso vivo, melodías, voces, acompañamientos y lo que le haga falta para hacerlos sonar en el momento oportuno, pisando varios pedales, y así sonar como si le acompañara toda una orquesta. No debe ser fácil, sobre todo, si como Edna, eres exigente y quieres que suenen muchas cosas. Por momentos era tan interesante el baile de pies que parecía que estaban bailando una tarantela como el resto del espectáculo.
Edna Free bien pudiera cambiar la “d” de su nombre y llamarse como el volcán. Más que volcán fue un verdadero terremoto que hizo temblar las murallas en la que estaba el escenario.