Queridos amigos: ¿Recordáis la visita a Gibraltar de unos diputados del Parlamento de Londres los pasados 6 y 7 de julio para ver qué efectos causaba en el Peñón el Brexit y otras medidas en la Verja? El pasado 25 de julio, día del Patrón de España, nos enteramos de algunas respuestas de los británicos que residen en Gibraltar que fueron preguntados por los diputados. (...)
...
Preguntados por la facilidad o no de entrar en España (sobre todo los no residentes con tarjeta azul), les respondieron que antes del Brexit las autoridades españolas no les ponían obstáculos para entrar en nuestro país. Pero la respuesta más llamativa de los que fueron preguntados fue que, si se siguen poniendo impedimentos para salir de Gibraltar, considerarían abandonar el Peñón si los problemas del paso por la Verja (sellado de pasaportes, visados, etc.) no se resuelven pronto. Esto lo dicen los ratoncillos que viven en la jaula que no son militares.
Es decir, se volvería a producir para ellos una situación insoportable –como la que vivieron a partir de la década de los años sesenta del siglo pasado– y la posición de España, con toda seguridad, adquiriría la fuerza que hoy no tiene frente al colonialismo inglés. Pero para eso hace falta un gobierno fuerte, sin complejos y con las ideas claras en España. ¿El PSOE y el PP? Desde hace 45 años no lo han demostrado.
Y estos gibraltareños que han contestado las preguntas de los diputados del Comité de Escrutinio Europeo del Parlamento británico lo han dejado muy claro. Al no cumplir los requisitos exigidos en cualquier frontera del espacio Schengen, tienen que aguantar las colas, el sellado de pasaportes, las preguntas de los agentes españoles y formar parte del elenco de personas controladas por las autoridades de nuestro país. Por eso, “los residentes dijeron a los diputados que querían cruzar la frontera sin ser controlados”. Y ya está. Porque sí. O quizás, porque al otro lado de la Verja se pasa mejor, se vive mejor, todo es más barato y es el ámbito natural en el que pueden moverse quienes viven en todo el Campo de Gibraltar. No en una colonia militar por descolonizar. Que puede convertirse en una ratonera.
Desde la tarde del martes 26 de julio se declaró un incendio en uno de los túneles de la cara este del Peñón. Se desconocía el origen del fuego y la situación del interior del túnel dada la enorme humareda que se originó. La estructura del túnel, dijeron que podía colapsar y cualquier acción que pretendían acometer los bomberos del Peñón era imposible. No podían entrar en él.
Estos túneles alojan infraestructuras de agua, electricidad, telefonía, servicios de Internet, etc., por lo que el daño a alguna de ellas podría llevar a la ciudad a una situación crítica. Según medios de Gibraltar, se supone que el siniestro no afectaría a los túneles que son propios del ministerio de Defensa británico, en cuyo caso, los daños podrían ser imprevisibles. El 27 de julio los bomberos seguían luchando –como podían– contra este “feroz incendio”, dijo Fabián Picardo.
Ese mismo día el servicio de bomberos informó que la lucha contra el incendio en el túnel avanzaba a buen ritmo. Dejaron constancia de tres hechos significativos:
Al día siguiente, 28 de julio, los bomberos aseguraron tener controlado el incendio. Pero el derrumbe del techo sí afectó a la desalinizadora, que produce agua potable para casi todo Gibraltar. Por tanto, casi sin agua en el Peñón. Pero no hay por qué preocuparse. Por parte del alcalde de La Línea se ofrecieron a Gibraltar los recursos necesarios para lo que hiciera falta. De momento, en aquellas fechas, los llanitos compraban de forma masiva agua embotellada en los supermercados de Eroski y Covirán en el Peñón. Y a España, el gobierno gibraltareño le pidió 600 toneladas de agua potable. Lo pidió el segundo de Picardo, José García, el más antiespañol por british, british, british, habida cuenta de que el alcalde Picardo estaba de vacaciones. Y mientras, en Andalucía, muchos pueblos con restricciones de agua.
Al incendio, de graves consecuencias para la vida cotidiana del Peñón, se unió también la huelga de los empleados de tierra de la compañía GibAir, que están logrado retrasos en los vuelos con destino Gibraltar de dos horas y media. Así que por falta de problemas para los ratoncillos que viven en su jaula de oro de la colonia militar, la solución ha sido, de momento, huir en estampida hacía “Corea del Norte”. Eso sí, guardando largas colas de salida desde el jueves 28, habida cuenta de que sus pasaportes tienen que ser revisados y escaneados por la policía española. Por lo que la salida se hace efectiva tras más de dos horas de espera en la cola.
El 31 de julio el incendio estaba ya apagado. Para mantener la presión del agua que llegue a Gibraltar-ciudad, se tomó agua de la zona de Punta Europa, muy cerquita de donde se vierten las aguas fecales de la ciudad. Tampoco hay que preocuparse. Como Moisés, ellos saben elegir y apartar las aguas del mar para separar las buenas de las contaminadas. O eso es lo que parece.
Lo que no se sabe es de donde ha llegado agua suficiente para que las obras en el Peñón no se hayan detenido. Los constructores dicen que “llegaron de fuera de Gibraltar”. Naturalmente. Pero no han dado explicaciones de a quién se la compraron. ¿A La Línea? ¿A Sotogrande? ¿A algún colaboracionista del otro lado de la Valla? A pesar de que el ayuntamiento del Peñón prohibió esa adquisición.
El 1 de agosto habían llegado a Gibraltar 16 grandes aljibes de agua procedentes del otro lado de la Verja con más de 475 toneladas, que no eran suficientes para abastecer a la población, ya que la presión del agua desde los depósitos de AguaGib no era lo suficientemente potente para llegar a las casas-colmenas del Peñón. Insisto. Mientras en Andalucía, hay decenas de pueblos con restricciones de agua. Pero para Gibraltar, lo que haga falta. ¿Quiénes se estarán forrando con el negocio? Porque además del agua se han instalado tuberías que recorren parte de la ciudad, desde los depósitos de AguaGib, situadas sobre las aceras de las avenidas, a cielo abierto. Una obra de considerables proporciones.
Hasta el 2 de agosto, la estación de bombeo de Hesse se había alimentado con unos 250.000 litros de agua potable procedentes de España. Y ello, porque el gobierno (de Gibraltar) está garantizando que se sigan importando camiones con agua potable desde España. ¿Por qué puede “garantizar” el gobierno gibraltareño tal suministro? ¿Quién desde España “garantiza” ese suministro?
A pesar de ello, las restricciones en el Peñón continuaron, suspendiéndose el abastecimiento desde las 23:00 horas de la noche hasta las 07:00 de la mañana. Al margen de la “garantía” del suministro de agua desde España (algo que para mí resulta sorprendente) lo cierto es que con esa “garantía” se garantiza la operatividad militar de la colonia (base naval y aeródromo). Aunque ¿a quién puede interesar semejante tontería al norte de la Verja? ¿Al gobierno de España? ¿Al españolito de a pie? No hombre, podían decir los relativistas, buenistas y colaboracionistas. No podemos dejar sin agua a 30.000 personas. Pero sí pueden tener enormes dificultades para conseguirla –o pagarla a precio de oro– miles de españoles en Andalucía. Y podrían contestar aquellos, bueno, para eso son españoles.
El hecho real es que, como siempre ha sucedido, Gibraltar se beneficia de la estulticia española y de su poder económico. Porque debería ser la potencia colonial, GB, quien abasteciera de agua a la colonia militar y a sus ratoncillos que viven en ella a base de buques aljibes procedentes de Gran Bretaña o de cualquier otro país que no fuera España, que también empieza a tener mucha sed. Pero seguiremos siendo tontos hasta que nos muramos.
Además de agua potable, se está llevando desde España a Gibraltar agua no potable para regar jardines, limpiar calles, autolavado de coches, etc. Lo está haciendo la empresa “Sanea2 Soluciones Medioambientales SA”, con sede en el parque empresarial “Palmones” en Los Barrios, pueblo con una deuda pública muy elevada. Y muy ligados sus alcaldes, en general, a las relaciones empresariales y comerciales con Gibraltar. Y algunos premiados con honores por ello desde el Peñón.
Desde el lunes 1 de agosto de 2022, Marc Holland, diplomático del ministerio de Exteriores británico, ha asumido el cargo de Vicegobernador del Reino Unido en Gibraltar. Sustituye a Nick Pyle, que llevaba meses esperando el relevo. Holland era jefe de misión adjunto en Copenhague. Su cargo en Gibraltar engloba las tareas más importantes y discretas en defensa de los intereses de GB en el Peñón. El propio gobierno de Londres lo define como “diplomático de alto nivel… asesor clave… responsable de la gestión diaria”. Tradicionalmente se asocia el cargo de Vicegobernador con el MI6 británico.
El 2 de agosto y después de haber recibido unas 1.100 toneladas de agua potable desde España, parece que todo Gibraltar ya dispone de agua corriente, salvo en dos pequeñas áreas a las que aún no llega. Tampoco ha llegado, que yo sepa, la más mínima nota de agradecimiento del ayuntamiento gibraltareño por la ayuda recibida desde nuestro país, así como por las facilidades dadas en la Verja (domingos y festivos incluidos) para el paso continuo de camiones con su carga de agua. ¡De nada ratoncillos! Para eso estamos. Para compartir lo que haga falta. Por nada a cambio.
¿Y las negociaciones entre la UE y GB/ Gibraltar? Silencio absoluto. Parece que las vacaciones han llegado para todos. Y por parte de GB no hay ninguna prisa, ninguna. ¿Que llevamos más de un año esperando el parto? Y lo que te rondaré…
Un abrazo a todos.