¿Qué tenemos nosotros contra la lejana Rusia? Nada, vamos a ver, a nosotros no nos amenaza, sino a otros en todo caso. Entonces, ¿por qué nos tenemos que meter en una guerra que ni nos va ni nos viene? (…)
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Allá se las arreglen con su vecina Ucrania, ¿qué tenemos que ver nosotros, qué más nos da?
Ucrania no pertenece a la Otan, por lo tanto no estamos obligados a intervenir en esa guerra contingente. Nos da igual si Rusia tiene derecho, o no tiene, a invadir Ucrania, y nos da igual si invade o si no invade. O nos tendría que dar igual, allí no tenemos nada que ganar, y sí mucho que perder si no nos inhibimos como mandan la prudencia y la sensatez.
En 1939 Alemania, alegando los motivos que fueran, invadió Polonia, y entonces Gran Bretaña y Francia por ese motivo declararon la guerra a Alemania. ¿Resultado? Se metieron en una guerra ajena, o que en principio no les concernía, y que duró seis años y causó cincuenta millones de muertos y media Europa y Japón destruidos.
¿Y ahora queremos volver a las andadas? Allá se las arreglen rusos y ucranianos, allá se las arregle el americano metomentodo, nosotros neutrales tendríamos que permanecer, como en las dos guerras mundiales.
Rusia es un país europeo que sigue y quiere seguir siendo europeo y cristiano, y que no está dispuesto de ninguna manera a dejarse invadir por oleadas de africanos, mayormente musulmanes. En Rusia los del mandil no tienen mando en plaza, muy al contrario que en occidente. Ni se dejan mangonear los rusos, por supuesto que no, por esos superbos americanos.
El enemigo no está tan lejos, Rusia no es nuestro enemigo, Rusia no es culpable, al menos ante nosotros, (“Rusia es culpable” se decía en los años cuarenta, era otra la situación), no tenemos por qué mandar una División Azul (más bien roja sería hoy) al frente ruso contra un comunismo que ya no existe allí (aquí sí, por el contrario).
Al enemigo le tenemos aquí mismo. El enemigo en casa, la quinta columna, el peor de todos. Como dijo aquél (Amadeo Primero de Saboya), los peores enemigos de España son españoles. Excuso decir más. Y luego tenemos al enemigo del otro lado del estrecho. De allá nos mandan indigentes (ahora hay que decir vulnerables) tanto blancos como negros, los cuales nos cuestan inmensas cantidades de euros y nos causan problemas de delincuencia e inseguridad, de allí nos mandan drogas, nada bueno en suma, y nosotros encima les tenemos que permitir traer a Europa sus productos agrícolas que compiten con los nuestros, y además no dejamos de recompensarles con buenos millones de euros de vez en cuando, para que nos hagan el favor de no mandarnos tantos inmigrantes ilegales (ahora hay que decir migrantes, lo de ilegales ya no se dice).
En resumidas cuentas, que si los americanos no quieren que Rusia se haga más grande y fuerte a costa de Ucrania, que se metan en la guerra ellos, a nosotros que nos dejen en paz. O que nos dejen vivir en paz nuestros gobiernos, los que siguen las órdenes emanadas de la dirección general del Nuevo Orden Mundial.
Juan Ignacio Villarías