Pues sí, señores, aunque parezca mentira la realidad es la que es. Un puñado de votos marcadamente contrarios a la nación española, a la carrera por si esto no dura, nos muestra cómo puede configurarse el destino de España sin contar con los españoles, QUE SOMOS TODOS. Los iluminados de hoy con la gracia del poder absoluto -que creen ostentar- se sientan en torno a una mesa para dialogar sobre cómo sortear las leyes españolas y, si no pueden, cómo cambiarlas de forma que satisfagan sus delirios.
Es lo que tiene la legalidad vigente...
De poco vale elucubrar sobre la situación, sobre las razones o sinrazones de los dialogantes que, más allá de sus convicciones, ni se les pasa por la cabeza que alguien, aunque sea la mayoría aplastante de los españoles, no comulgue con sus preciados dones restauradores de libertades y mundos soñados y que por ello serán tildados de reaccionarios patrioteros.
Pues nada, a esperar... a ver qué va pasando...