Enrique D. Martínez Campos

Soberanía y vieja escuela

La Aduana entre La Línea y Gibraltar. (Foto: https://www.europasur.es/ ERASMO FENOY).

CARTA ABIERTA SOBRE GIBRALTAR (LVIII)

LA CRÍTICA, 15 JULIO 2022

Enrique D. Martínez Campos | Domingo 24 de julio de 2022

Queridos amigos. En Panorama del 27 de mayo se dijo que el señor Wallace estuvo a la defensiva en Madrid. ¡A la defensiva! Porque, al parecer, no le puso los puntos sobre las íes a la ministra Robles habida cuenta, según Panorama, de que España continúa obstaculizando el uso de la base de Gibraltar por GB y sus aliados. Pero ¿en qué quedamos? ¿Es o no España aliada de GB y a la inversa? Y si lo es, ¿por qué los buques de la Armada española no pueden cruzar la “línea roja” establecida por GB para acercarse a Gibraltar? (...)



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Los gibraltareños, sus medios, su lobby y los intereses de GB ¿consideran de verdad a España como una nación aliada? Tengo para mí que no, si encima tenemos que darles las gracias por mantener en suelo español una colonia fundamentalmente militar, la última que queda en Europa en manos de GB.

Ese mismo medio se encolerizó porque España se atrevió, también, a protestar por la próxima visita al Peñón de los duques de Wessex –el príncipe Eduardo y su esposa– con motivo del jubileo de platino en el Trono de GB de la reina Isabel II. Vamos, para hacernos ver que “aquí estamos nosotros (en Gibraltar) porque es nuestro”, os guste o no os guste. El periódico recordaba también que España protestó en 2012 cuando se celebró el 60 aniversario de la Reina y llegaron a Gibraltar los mismos personajes de la familia real británica.

Esta gente no tiene remedio y es imposible hacerles ver por las buenas que siguen siendo unos piratas en el siglo XXI, aunque no tengan razones para justificarlo. España tiene con Gibraltar una herida que no se cura desde hace 320 años. De la única forma que es posible que pudiera empezar a cicatrizar es aislar a Gibraltar. GB no entiende otras fórmulas, si es que España desea recuperar su integridad territorial.

De acuerdo con la información que procede del Daily Mirror del 29 de mayo, a partir de 2023 todo ciudadano británico que desee entrar en cualquiera de los 27 países de la UE, se le exigirá un visado con validez para 90 días y que le costará 7 euros (cinco libras). El pago se realizará a través del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes.

Igual requisito se exigirá a los británicos que entren en España por Gibraltar. Lo que no dice ese medio es si también se exigirá ese visado a los llanitos que viven en el Peñón. ¿Que por qué? ¿No se consideran british, british, british y además presumen de que su pasaporte es británico? Por cierto, la entrada de los británicos a EEUU les va a costar más cara: de 14 pasarán a pagar 21 dólares (17 libras). Estarán contentos con su Brexit, singularmente los más jóvenes.

Por otro lado, un despacho de arquitectos de Gibraltar ha diseñado un complejo compuesto por una serie de torres para viviendas y servicios a construir en la zona de Devil’s Tower Road, al noreste del Peñón y cerca del aeródromo de la RAF. Si se hiciera realidad aquello sería una especie de colmena gigante para humanos con objeto de facilitar viviendas caras a posibles compradores.

Lo cual significa que esta gente piensa convertir Gibraltar en una especie de gran Hong Kong, esto es, una ciudad multitudinaria para que, si se cierra la Verja, los ratoncillos sufran aún más en la jaula. Pero no deja de ser sintomático que sigan pensando en ese aumento de población en virtud del péndulo español en su política exterior y, por supuesto, en la debilidad de los gobiernos de España frente a lo que dicte GB en virtud de sus intereses, de lo que se benefician los llanitos.

Incluso Picardo está dispuesto a modificar la constitución local aprovechando las bodas de platino de Isabel II en el Trono (70 años), para estrechar aún más los lazos del Peñón con la Corona y con GB, así como manifestar permanente y abiertamente, sin temores ni prejuicios, la soberanía británica sobre Gibraltar.

Estos tipos no se cortan un pelo ni se cansan nunca de hablar de soberanía británica. Y a cambio, ¿qué hacen los gobiernos de España? Hablar de componendas y de compartir. Lo que sea. Soberanía, prosperidad, contrabando, y que los alrededores del Peñón –especialmente La Línea– sigan siendo económicamente dependientes de aquel, para que la humillación no cese y la colonia militar perdure.

Con motivo del puente festivo del jubileo de la Reina, el 1 de junio, miércoles, se formaron grandes colas para salir de Gibraltar con rumbo a “Corea del Norte”. Tardaban entre una hora y hora y media en cruzar la Verja. Está visto que estos ratoncillos, a pesar de vivir en su jaula de oro, están deseando salir de ella en cuanto pueden, quizás hartos de tantas estrecheces en el espacio de la jaula. Si ahora pasan estas cosas, imagínese amigo lector lo que podría suceder si no hubiera acuerdo entre GB y la UE. O si España, en uso de su plena y legítima soberanía actuara con contundencia hasta obligar a GB a cumplir con la descolonización preconizada, prevista y requerida por la ONU.

Con motivo de unos ejercicios navales de la OTAN, el portaaviones británico “HMS Prince of Wales” estará en Rota. Repito, ejercicios navales de la OTAN, organización a la que pertenece España. Con este motivo, el famoso e incombustible colaboracionista Yagüe escribió en la Tribuna hoy del 2 de junio un artículo en el que ensalzaba la presencia de este buque en la base naval española, considerándolo como “un hito de gran trascendencia que puede marcar el futuro de las relaciones hispano- británicas, generalmente tan crispadas especialmente por miembros de las Fuerzas Armadas Españolas de la vieja escuela… cuando ya las fronteras han quedado superadas”.

La vieja escuela. ¿Es de vieja escuela reclamar lo que es de España? ¿Es de vieja escuela recuperar lo que se nos robó? ¿Es de vieja escuela lograr la integridad territorial de nuestro país? Sin embargo, a este necio no le suena, por lo visto, que es de la vieja escuela lo del colonialismo.

¿Fronteras superadas? Que se lo pregunte a GB tras su famoso y estúpido Brexit en Irlanda del Norte, en Gibraltar o en toda la UE. A ver qué le dicen. El tal Yagüe dijo también que el gobernador de Gibraltar, Sir David Steel, ha dicho que “hay más del 90% del acuerdo alcanzado entre GB y la UE”. Y añadió Yagüe: “Según todas las perspectivas (que esperemos que ningún patriotero al uso se atreva a torcer), estamos ante las puertas de que se llegue al final de ese acuerdo que marque las nuevas relaciones más abiertas y europeístas entre España, la UE y Gibraltar”. Y que naturalmente “se aparque el nostálgico tema de la soberanía”.

¿Nostálgico? ¿Para los británicos y para este sujeto? Este tipo vive posiblemente de lo que le paga el lobby gibraltareño. Los nostálgicos son los británicos que creen vivir aun en la época victoriana, Por tanto, que no lo sean, recojan sus bártulos y se larguen de una colonia militar impuesta por la fuerza. ¿Es o no cierto que el enemigo lo tenemos también dentro de casa?

Por ejemplo, con la eficaz colaboración de los débiles gobiernos de España y los llamados gobiernos de Andalucía, los de ese cantón autonómico que durante los 35 años de gobiernos socialistas fueron incapaces de hacer nada por el Campo de Gibraltar, en lugar de robar a mansalva a los parados andaluces.

En este sentido, la sorpresa también la ha dado el aspirante a presidir de nuevo la Junta andaluza por el PP, Moreno Bonilla, cuando se celebren las elecciones a la misma el próximo 19 de junio.

El 2 de junio, allí, en La Línea, en campaña electoral estuvo estupendo. Dijo que interesaba un acuerdo institucional entre los gobiernos español y británico que dé estabilidad a la comarca del Campo de Gibraltar, especialmente a los trabajadores españoles que trabajan a diario en la colonia. Añadió que es necesario tener lo antes posible “un espacio compartido, que ya lo hay y en el que hay un flujo de personas, trabajadores, bienes y servicios, con seguridad y estabilidad para los trabajadores y con seguridad jurídica para los bienes y servicios que entran y salen de Gibraltar”. Eso sí, sin olvidar (¿para cuándo señor Moreno?) la reivindicación de España sobre la única colonia que hay en Europa. Pero para él (y supongo también para el PP) lo prioritario es la colaboración en la cooperación y en fórmulas que permitan… avanzar en el progreso no solo de Gibraltar, sino de toda la comarca”. ¡Qué bien lo deben pasar los jerarcas británicos y gibraltareños escuchando las declaraciones de este hombre del centro central, o del centro moderado, o del centro estratosférico, ideario fundamental del PP!

Con políticos de esta categoría, de este nivel, de esta idea de los intereses de España, de esta energía en defender lo que es nuestro y de este talante buenista y acomodaticio, que nadie se preocupe. Tenemos otros 300 años de colonia militar.

Fijaos amigos, que es lo mismo. En lo de compartir con GB y en otros campos y aspectos distintos, no me cabe la menor duda: PP y PSOE se van complementando a la perfección. Repito, a la perfección. Son los dos pilares sobre los que descansa el sistema o mejor, el régimen cantonal autonómico en el que el Estado del Bienestar es fundamental para ellos, no para los millones de españoles que tenemos que trabajar medio año para sustentar ese Estado del Bienestar del que son ellos y sus acólitos quienes esencialmente se benefician. Así ha sido durante los últimos 45 años (con AP como antecedente del PP). Lo puedo explicar más ampliamente cuando queráis, amigos.

Porque al día siguiente, 3 de junio, el ministro de Exteriores, Albares, estuvo en Rota y dijo lo mismo que había dicho Moreno Bonilla: “Que haya un crecimiento equilibrado entre los municipios (del Campo de Gibraltar, incluido el Peñón)… Vamos hacia un nuevo modelo de prosperidad compartida para todo el Campo de Gibraltar y yo espero que muy pronto podamos alcanzar un acuerdo”. ¿Lo de la soberanía? Según unos y otros es irrenunciable, pero ni se toca el tema no sea que vayamos a irritar a los británicos.

¿PP y PSOE complementarios? Blanco y en botella. En esto y en otras muchas cosas.

Un abrazo a todos.