Este asunto del fuego invade -con razón- los medios de comunicación, con apabullantes y sesudos razonamientos sobre sus causas y efectos. La disparidad de criterios y teorías defendidos por unos y otros hace que el ciudadano de a pie tenga muy complicado comprender este fenómeno.
Faltan voces que desde fuera de ideologías, desde el conocimiento y la experiencia, nos expliquen, de verdad, los misterios del fuego.