De nuevo la Comunidad de Madrid al frente de la sensatez y de la responsabilidad en vanguardia de la gobernación de España. Su presidenta Isabel Díaz Ayuso va a incluir la filosofía, el estudio cronológico de la historia y todo lo necesario para que el esfuerzo y la superación sea, como venía siendo, ante tanta maquiavélica transformación social en plena imposición dictatorial, un valor de la juventud. (...)
... En palabras del Consejero de Educación, Enrique Osorio, la educación es el futuro y una necesidad para una sociedad critica, con conocimientos, encaminada a que pueda encontrar su empleo, su seguridad y dignidad. El ejemplo de lo que hay que hacer en una sociedad sana, que quiere ganar el presente y construir un progreso seguro para las nuevas generaciones.
El Gobierno está por la ideologización de la educación, suprimir el esfuerzo, acabar con nuestras raíces cono nación y poner a las asignaturas un calificativo de género para manipular con todo ello a los escolares. Un gobierno que es el de menos apoyo de la historia, arrollando e imponiendo sus preceptos sin diálogo alguno con los expertos en educación, las familias –los hijos no pertenecen a los padres de ninguna manera según Celaá– y con nadie que se le parezca. Un ejemplo democrático sin igual.
La educación es un asunto capital y sin que nadie repare en ello ante las noticias que cada día nos acongojan, resulta que es una cuestión trascendental para construir una sociedad libre, pero claro, siempre que los objetivos de los gobiernos sean limpios y respetuosos con la libertad individual de las personas, cosa que brilla por su ausencia con el actual gobierno, como queda patente. Muy preocupante esta situación que quiere dirigir y adoctrinar de forma espuria a nuestros hijos.
Mientras esto se produce, los jueces indignados por una exposición que está respaldada por el Ministerio de Igualdad y que presenta a los jueces como machistas, menos mal que la ministra de Justicia lo rechaza. ¿Es esto mínimamente presentable en un gobierno?
Si solo fuera esto… pero no, hace dos días el PSOE cuela en la ley concursal un ascenso a la fiscal general del Estado cuando cese, mientras la fiscalía europea acusa a la anterior ministra de saltarse la ley por lo que intentan crear artificialmente contra la presidenta de la Comunidad de Madrid y desafiando así además a la justicia de la UE. Es que no hay palabras ante tanto desaguisado, pero a la vez muy perversa actuación del Gobierno. Desde luego, no da ningún ejemplo democrático. Más bien se está copiando el modus operandi venezolano. Muy peligroso.
La situación es muy preocupante porque al mismo tiempo, el plan que presenta el Gobierno ante la inflación y los costes energéticos, cuyo grave comienzo es muy anterior a la invasión de Ucrania, no es un plan solvente ya que no seguimos el ejemplo de las principales naciones europeas. No se rebajan los impuestos que por ejemplo gravan los combustibles, pudiendo hacerlo como mínimo eliminando el porcentaje que se aplica sobre la parte que ha subido la gasolina o el diésel. En vez de ello, el estado recauda aún más aplicando el cincuenta por ciento de impuestos también en esa escandalosa subida, a costa de los consumidores que, como los transportistas, agricultores, ganaderos, pescadores, o cualquier actividad y particulares, tanto necesitan que ese litro sea mucho más barato para que salgan las cuentas en la imprescindible actividad diaria y mínimo sustento necesario. Es sencillamente de una injusticia manifiesta y de una voracidad recaudatoria perversa para cubrir tanto despilfarro y gasto injustificable, al objeto de retener el poder y aprisionar cualquier voz discordante.
Simultáneamente, se toma una decisión unilateral o más bien unipersonal con el asunto del Sahara, mientras Argelia retira su embajador, en un momento delicado por el gas, y además mintiendo a los argelinos y actuando a sus espaldas con lo que venía pocos días después con Marruecos, –por no entrar en la forma ignominiosa de enterarnos, gracias a Marruecos, los españoles, del plan unipersonal del jefe de Gobierno–, además de mentirnos a los españoles nuevamente con lo que se decía que se había informado a Argelia sin ser verdad. Siempre mentira, y tener que enterarnos de la verdad por Argelia… y por Marruecos…
Es inexplicable que en una situación así con los enormes riesgos que como vemos está produciendo la inhumana invasión de Ucrania, en lugar de buscar, por primera vez, la unidad y la sinceridad con la oposición, creando como mínimo un gabinete extraordinario de coordinación de crisis apartando provisionalmente los cálculos “políticos” ante la gravedad de la situación o, como de forma aún más responsable se requeriría sin duda, un gobierno de concentración o de la modalidad que fuera, repito, ante tanta situación de extraordinaria gravedad como la que vivimos; y en cambio estemos con pequeñeces de un egoísmo y miopía escandalosos. Que estemos solo pensando en el cortísimo plazo y en tener un voto más o menos, o en crear prebendas y estrategias nepotistas y despóticas y retener así de forma inmoral el poder.
No es posible que solo esta semana ocurra todo lo que escribo en estas líneas, y así cada semana… en una degradación sin freno y una deriva mucho más allá de la irresponsabilidad y, además, dando un nefasto ejemplo internacional.
Qué se puede esperar en la tragedia que ha comenzado en Europa hace un mes, viendo a un Gobierno sin pedir perdón de nada, sin corregir su actitud en nada, que tiene la razón mesiánica en todo, con una soberbia superlativa y no inmutarse ante una situación que haría caer del caballo a cualquiera delante de una realidad inapelable, que como mínimo haría pedir ayuda inmediata y urgente ante el descalabro más insensato y perjudicial para todos, incluidos sus propios votantes, ampliamente decepcionados, desasistidos y manipulados. ¡La mentira tiene las patas muy cortas!
Desde la sociedad civil apelamos de nuevo a la coherencia y a la mínima responsabilidad ante tal deriva, llamamos a la mínima lealtad a la nación, al mínimo respeto a sí mismo y a todos los españoles, dejando tanto interés personal que finalmente será efímero, ante una situación que supera cualquier precedente de las últimas décadas y que exige un sacrificio honesto y de mínima dignidad y sincero patriotismo, que independientemente de ideologías demandan todos los españoles.
Soria, 1 de Abril de 2022