Queridos amigos: El 19 de diciembre surgió una noticia que podía tener repercusiones sobre las negociaciones entre la UE y GB sobre Gibraltar. Lord Frost, ministro británico para el Brexit, dimitió de su cargo con carácter inmediato. Es posible que una de las causas de su dimisión fuera el mal resultado de las negociaciones sobre el tránsito de personas y mercancías entre las dos Irlandas, en las que él buscaba el máximo beneficio para GB, por supuesto. (…)
… La oposición en el Parlamento Británico dijo que esta dimisión se debía al caos y confusión en el seno del gobierno conservador, lo cual es probable al margen de las diferencias políticas entre conservadores y laboristas, ya que las negociaciones sobre Gibraltar, para que el Peñón se mantenga en el espacio Schengen se van a complicar más de lo que se suponía en un principio.
Tras la dimisión de Lord Frost, será la ministra de Exteriores, Liz Truss, quien asuma la responsabilidad directa de las negociaciones del Brexit, incluyendo Gibraltar. Sin embargo, el alcalde del Peñón, Fabián Picardo, declaró que el relevo del señor Frost no afectaría a las negociaciones con Bruselas ya que el día a día de aquellas las lleva el embajador británico en la UE que depende directamente de Truss.
El 21, el gobernador de Gibraltar, vicealmirante Sir David Steel, declaró que, entre las consecuencias del Bréxit y de la pandemia de la peste china, Gibraltar se encuentra hoy en la situación más difícil desde la Segunda Guerra Mundial. De ahí que el gobernador se inclinó por profundizar en las relaciones entre GB y España, en el ámbito de la Defensa y la Seguridad, con objeto de mantener unas buenas relaciones y evitar situaciones “irritantes” para GB. Esta postura es la natural en los lores británicos y sus acólitos. No solo son incorregibles. Tienen una cara más dura que el cemento armado. Ni siquiera se les pasa por la cabeza que puede haber españoles –poquitos– que sin ser lores también se irriten con su prepotencia y sus robos del territorio y aguas españolas, para seguir manteniendo su colonia militar, la última de Europa.
¿Profundizar en Seguridad y Defensa? En lo que hay que profundizar es en descolonizar lo que la ONU hace 52 años dijo que era necesario descolonizar porque atenta contra la integridad territorial de España. ¡Que estamos en el S. XXI, lores!
Mientras, Panorama se hacía eco de la intranquilidad en el Peñón en caso de no llegar a un acuerdo entre la UE y GB. ¡Naturalmente!, habida cuenta de que los ratoncillos podían quedar encerraditos en la ratonera. Además, si así fuera, el cruce de la Verja sería un auténtico suplicio para ellos y los militares de la base gibraltareña que tendrían que asumir las reglas estrictas que impusiera la UE para entrar en ella. Y esto a Picardo y a los 30.000 ratoncillos en Gibraltar, les pone de los nervios y les causa verdadero pánico.
El 21 de diciembre se produjo un relevo en el ministerio de Exteriores español. El secretario de Estado para la UE, González- Barba, fue sustituido por el diplomático Pascual Navarro que fue el encargado de dirigir las negociaciones con GB, que culminaron en el acuerdo-marco de la Nochevieja de 2020 y que sirve ahora para que los británicos puedan obtener las mayores ventajas en las negociaciones con Bruselas.
González-Barba era el último cargo relevante del equipo de aquella señora que dicen que fue ministra de Exteriores, González Laya. Al parecer, el ministro Albares quiere que el nuevo Secretario de Estado, prepare la presidencia de turno de España en la UE para el segundo semestre de 2023. ¿Y de Gibraltar qué? Pues ya lo sabemos par parte del señor Navarro: el acuerdo-marco de Nochevieja y mucha “prosperidad compartida”.
Ese día 21, el Gobierno, en respuesta a una pregunta del grupo Popular ¡en el mes de octubre pasado! ha tenido a bien contestar que muestra su total oposición a:
«cualquier operación de relleno en aguas españolas, de construcción o de cualquier otro tipo sobre espacios no cedidos por el artículo X del Tratado de Utrech de 1713, dejando constancia también de que este tipo de acciones, no son conformes con el derecho internacional y tienen un impacto medioambiental».
Se refiere al megaproyecto en el noreste del Gibraltar llamado “Cape Varitage” ganándole terreno al mar a costa de las aguas jurisdiccionales españolas. Añadió el Gobierno que desde 2012 España se ha opuesto a ese proyecto. ¿Y qué? ¿Le han hecho los británicos algún caso a España? ¿Qué acciones ha tomado nuestro país para defender como fuera sus derechos? O sea, se siguen riendo de nosotros sobre este tema desde hace 10 años. Y ahí siguen adelante con lo que les da la real gana. ¡Qué machotes son los gobiernos de España incluyendo a sus féminas más combativas!
De modo que, como vemos, Gibraltar es quien lleva la iniciativa y va dando los pasos que más le conviene –con el respaldo de GB– en virtud de las valientes respuestas que les dan los gobiernos de España. Como en Cataluña o donde se tercie. Poco a poco y paso tras paso. Como cuando el 22 de diciembre la empresa de satélites Wisekey instaló en la terraza del ayuntamiento de la Línea una antena para el centro de control de sus satélites. El alcalde de esta ciudad, casi suburbio del Peñón, Juan Franco declaró que:
«es un paso importante para un proyecto que se verá a medio plazo. Gracias a esta antena se controlará la constelación de sus satélites que serán enviados al espacio entre 2022 y 2023».
Con esta instalación se concluye la primera fase del acuerdo entre este ayuntamiento y Wisekey con centro en Gibraltar.
Pasada la Nochebuena del 2021, el 27 de diciembre se supo que Gibraltar desea también convertirse en el epicentro mundial de las criptomonedas. Una empresa tecnológica de intercambio de criptos llamada “Valereum”, lanzó una oferta de compra del 80% del accionariado de la bolsa de Gibraltar. Esta tecnológica con sede en Gibraltar, trabaja en el intercambio de monedas convencionales de curso legal por criptomonedas.
En el Peñón, un tercio de su economía está centrada en el sector financiero: unos 2900 millones de euros gestionados por solo 80 personas. Y para quitarse de encima la mala fama de ser un paraíso fiscal –que lo es–, desde hace poco más de dos años se trabaja en un proyecto llamado Blockchain Rock para convertir el Peñón en el centro financiero del planeta en cuanto a criptomonedas. Sin embargo, este asunto puede ser una bomba financiera si no se actúa con extremada prudencia en el entramado de los mercados internacionales. Incluso es posible que les pueda reventar en las manos y las cuentas de resultados sean catastróficas.
El 1 de enero de 2022 entró en vigor el Tratado Fiscal de Gibraltar con el resto de España. Tendremos que esperar y ver en qué se concreta este acuerdo y se iguala la fiscalidad a uno y otro lado de la Verja.
Por eso nada mejor que escuchar a los colaboracionistas. Jesús Verdú escribió el 30 de diciembre en Europa Sur que:
«Gibraltar ha hecho un gran esfuerzo para crear un marco de confianza mutua para cuando desaparecieran los mecanismos de cooperación en materia fiscal derivados del derecho europeo».
Es decir, que Gibraltar deberá aplicar un sistema fiscal en el Peñón que se parezca un poco al español. No cabe duda. Es una “heroicidad” para Verdú el esfuerzo gibraltareño. Para él 2022 puede ser un año histórico, en el que:
«se logre un acuerdo histórico que defina para varias generaciones un estatuto actualizado de relaciones, equilibrado y equitativo, que proporcione la base de una normalización de relaciones transfronterizas».
¡Qué bonito!
Quizás para este hombre sea equilibrado y equitativo que, mientras Gibraltar mejora su situación económica respecto a sus vecinos del Campo de Gibraltar de forma continua, haya más transfronterizos que trabajen para sus amos, a base de personas del servicio doméstico o de lo que haga falta para mantener y dar vida a la colonia militar en suelo español. ¿Es eso equitativo y equilibrado señor Verdú?
Más sobre colaboracionismo. Un grupo cultural llamado “Mar del Sur” con sede en La Línea ha cumplido 20 años de actividades para «fomentar el intercambio cultural, social y personal entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar». Pero “Mar del Sur” se ha convertido en una de las principales organizaciones colaboracionistas que hay en España. Poco después de ser creada, esta organización comenzó a ser subvencionada, casi en exclusiva con donaciones procedentes de Gibraltar como, por ejemplo, el Casino de Gibraltar. Su presidente se llama Ana León.
Con estos mimbres, qué difícil va a ser que el tratado fiscal sea equilibrado y equitativo. A no ser que los puntos, los ponga sobre las íes Bruselas.
Un abrazo a todos.