En esa joya de la gran Literatura Española, el Libro del Buen Amor, el clérigo vitalista Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, nos narra en cuaderna vía una batalla de proporciones gastronómicas y litúrgicas, entre Don Carnal con su ejército de “Carnes vale” (adiós a las carnes) y Doña Cuaresma con sus pescados punzantes. Este año después del silencio que ha impuesto la Covid-19, el “Carnes tolendas” pretende volver con más astucia para derrotar a su adversaria femenina cuaresmal. (…)
…La batalla, que poetiza en verso clerical, la inicia Don Carnal arrogante y sanguinario, vitalista y hedonista que se impone sin contemplaciones a los ayunos y abstinencias de Doña Cuaresma, que espera astuta imponer sus normas en el Miércoles de Ceniza, que recuerda a todo fiel cristiano que llegan tiempos de ayunos o abstinencia, tiempo santo de conversión y perdón del pecado, palabra maldita que cuanto más abunda más se oculta.
Con este bélico canto, el genial clérigo de Hita trata de simbolizar la profunda tendencia del ser humano: la lúdico-festiva que tiende a rebelarse contra la represión de lo que llaman nueva normalidad, tan vieja como la antigua que aún no deja causar temor, resignación e impotencia.
La Covid-19 aún está presente con sus evidencias. Se puede superar además de con la investigación de la auténtica ciencia con los valores de solidaridad, respeto al prójimo y fraternidad, tal como la propone el Papa Francisco en su mensaje Tutti fratelli, hijos del Mismo Padre, en Jesucristo muerto y resucitado, Camino, Verdad y Vida. El Mesías definitivo como lo confesó Pedro, el duro pescador de Galilea, piedra angular de la Iglesia Católica a la que ninguna soflama del globalismo del Nuevo Orden Mundial de B, Gates - G. Soros podrá nunca destruir.
Fidel García Martínez