(...) Está claro que nuestra política exterior es valiente, decidida, potente y no cede a ningún chantaje. Ello se debe a que el gobierno que tenemos está al frente de una nación con un sentido de la unidad nacional, sin fisuras, monolítico y sin complejos. (...)
Queridos amigos:
El 3 de diciembre terminó la tercera ronda de conversaciones entre Gran Bretaña y la Unión Europea en Bruselas. Ninguna de las dos partes informó del resultado de las mismas. Continuarán este mes en Londres en una cuarta ronda, con la petición del ministro Albares de que se llegue a un acuerdo «lo antes posible… el 31 de diciembre, aunque no es una fecha obligatoria… sí es bueno trabajar con esa fecha» añadió. Pero ¿Por qué? ¿Para qué?
El día 6 tuvo lugar en la Cámara de los Lores un debate para analizar la situación británica después del Brexit. Cuando sus señorías se refirieron a Gibraltar, lo hicieron en solo un corto párrafo en el que se referían al pequeño tamaño del territorio y el escaso volumen del comercio que se genera en la colonia. Ninguna de estas dos cosas se las creen estos lores.
Lo del pequeño tamaño es cierto. Pero saben de sobra que Gibraltar es un lugar geoestratégico privilegiado con un valor militar excepcional. Y en relación con el escaso volumen de su comercio, lo cierto es que han inundado a base de contrabando de todo tipo media península, han creado miles de empresas para beneficiarse de ese comercio y pretenden seguir colonizando el Campo de Gibraltar empezando por La Línea.
Los lores, quizás no le dan la importancia que le dan a Irlanda del Norte, pero no piensan en soltar la pequeña presa del Peñón por algo. Ellos saben que ese algo es muy importante. Por eso se dedican a disimular.
El día 7 entró en Gibraltar el submarino nuclear “UMS Artful” perteneciente al grupo de combate naval del portaviones “Queen Elisabeth”. ¿Cuánto tiempo permanecerá allí? Lo que sí puedo asegurar es que no lo esperaban cerca con gritos ni pancartas, ni sindicalistas, ni rojos, ni amarillos, ni naranjas, ni los que nos amenazan con que los pedos que se tiran las vacas van a cambiar la vida en el planeta.
En España no se pueden construir centrales nucleares por pura demagogia ideológica, para evitar que nuestra dependencia energética –valor estratégico de primer orden– lo sea de terceros países. Y así la pagamos a igual precio que los brillantes para que nuestra sufrida y esquelética industria, agricultura y ganadería puedan subsistir.
Sin embargo, ahí al lado, en Francia, tienen decenas de centrales nucleares de las que recibimos energía, pagándola como se ha dicho; o en Gibraltar entran buques de propulsión nuclear cuándo y como quieren. ¿Y qué? Nada, nada. Que sigamos siendo unos auténticos imbéciles, paguemos lo que no podemos, quedémonos sin suministro energético, que la luz eléctrica solo la puedan pagar los más pudientes, pero por el norte y el sur sigamos rodeados de centrales nucleares de diferente tipo y a nadie se le ocurra decir ni pío. Repito, imbéciles. O si lo prefieren bobos de baba.
Al día siguiente la organización “Verdemar, Ecologistas en Acción” del Campo de Gibraltar, fue la que denunció la presencia del “UMS Artful” en Gibraltar. Recordemos que este buque estuvo en el Peñón entre el 5 de junio y el 5 de julio pasados haciendo reparaciones. Como “bombas flotantes” este tipo de submarinos están poniendo en peligro, según “Verdemar”, a toda la población del Estrecho. «No tenemos ni queremos un Plan de Emergencia Nuclear, si no que se vayan», dijeron. Son los únicos que, de momento, hacen algo positivo ante la pasividad del Gobierno de España que no quiere meterse en líos diplomáticos con GB, ni irritar a los británicos, no se vayan a enfadar.
En la semana del 13 de diciembre comenzó en Londres la cuarta ronda de negociaciones entre GB y la UE. El alcalde Picardo y su segundo en el Ayuntamiento se unieron a la delegación británica para aferrarse al acuerdo-marco de la Nochevieja del 2020/2021 por el que España y GB acordaron que, supuestamente, la comarca del Campo de Gibraltar se convertiría en una especie de “nueva California”. Pero ese acuerdo no obliga a la UE habida cuenta de que los intereses generales de esta prevalecen sobre dicho acuerdo-marco. Así y todo, británicos y llanitos se aferran a un clavo ardiendo para sacar ventaja de lo que sea, incluso de un papel mojado.
Ese día 13 salió de Gibraltar el submarino nuclear “UMS Artful”. Desde el año 2001 “Verdemar” ha informado que han atracado en el Peñón más de 100 submarinos nucleares (más de cinco al año). Los ecologistas lo han denunciado como “hecho inasumible” porque gran parte de los reactores nucleares superan la edad de vida útil para la que fueron fabricados. “Verdemar” ha pedido que «de una vez por todas, Gibraltar quede libre de artefactos como este que son auténticas bombas». ¿Se imagina alguien que algún día reventara en la colonia militar alguna de esas bombas? ¿Qué haría el Gobierno de España? ¿Dimitiría en pleno o echaría la culpa del desastre a los fascistas españoles?
Señor Albares, ¿qué está haciendo usted para evitar que una situación como esta pueda darse? ¿O su jefe, el señor del “Falcon”? Usted, al día siguiente, el 14, se ufanaba de «la transparencia absoluta del equipo negociador europeo con España» sobre el contenido de las conversaciones con GB. Perfecto. Pero la colonia militar británica en suelo español sigue haciendo su santa voluntad en el puerto y aeródromo gibraltareños. ¿Con transparencia señor Albares?
El 15 de diciembre la ministra de Exteriores británica, Liz Truss, estuvo en Madrid con el señor Albares para subrayar la importancia de las relaciones hispano-británicas. ¿En qué aspectos? ¿En el de la soberanía de Gibraltar? Pues no. Al parecer trataron sobre la extensión en el tiempo de los Memorandos de Entendimiento entre ambos países en términos de cooperación sobre Gibraltar.
En esas fechas la Comisión Europea dijo que las reuniones entre UE y GB sobre Gibraltar se prolongarían en 2022. Eso sí, con una premisa invariable: «El Reino Unido mantiene su posición de soberanía sobre Gibraltar». Eso para continuar, o si se quiere para empezar. Lo demás lo pondrá España para que el Peñón siga colonizando más y más el Campo de Gibraltar.
Aunque se prevé que el posible acuerdo entre la UE y GB pueda lograrse antes de la Semana Santa del próximo año. Es lo que se ha acordado en la cuarta ronda de conversaciones. Y admírese el coraje demostrado por España en esas negociaciones: la UE reitera que el control de las fronteras en el puerto y aeropuerto de Gibraltar, lo hará España. Pero añade a continuación que «ese país (España) ha expresado su intención de solicitar la asistencia de Frontex durante los primeros cuatro años en los que se aplique el pacto». ¿Y por qué no durante los primeros 50 años? Total, ya puestos a ceder, para no irritar…
El 17 de diciembre la embajada británica en Madrid emitía un comunicado sobre la visita de la ministra Truss. Era la primera visita bilateral europea que realizaba la ministra en sus primeros 100 días al frente del ministerio. Ambos ministros, Truss y Albares acordaron «trabajar de manera estrecha en diferentes cuestiones de la agenda internacional». Y también subrayaron «la fortaleza de nuestras relaciones económicas y comerciales». Añadía el comunicado que «acogieron con satisfacción el carácter constructivo de las negociaciones entre la UE y GB con respecto a Gibraltar… y es en el interés de todos concluir estas conversaciones en el primer trimestre de 2022». En resumen, frases huecas para no decir nada.
Está claro que nuestra política exterior es valiente, decidida, potente y no cede a ningún chantaje. Ello se debe a que el gobierno que tenemos está al frente de una nación con un sentido de la unidad nacional, sin fisuras, monolítico y sin complejos.
Perdón amigos, estaba soñando…
Un abrazo a todos