Lenny Flames

Le grand Thierry Servant y su truco para distinguir un buen vino

El "Lavinia" de Zurich, Suiza.

LA CRÍTICA, 3 FEBRERO 2022

Leonardo García Llamas | Jueves 03 de febrero de 2022

En diciembre del 2009, “Coyotair”, el operador de helicópteros para el que yo trabajaba entonces, invitó a todo el personal disponible, a una cena de Navidad en “Lavinia”, una tienda de vinos en el cogollo de Madrid. Me sorprendió una cena de empresa en una vinoteca, hasta que descubrí que eso no era una tienda normal. (...)



... Era un complejo gigantesco a todo lujo para venta y degustación del vino que tenía un restaurante anexo, simplemente para poder maridar y degustar los vinos y adecuarlos a los manjares.

Esa noche me enteré que el anfitrión, Thierry Servant, además de dueño de la empresa de helicópteros para la que yo trabajaba, lo era también de otras muy importantes incluyendo “Lavinia” en la que estábamos cenando y de la que era cofundador.

Desgraciadamente Thierry murió en accidente en Suiza otro día de diciembre unos años después, pero dejó, entre otros, dos grandes legados. Por un lado el prestigio perpetuo de “Coyotair”, referente en servicios de emergencia y asistencia sanitaria con helicópteros en España y por otro “Lavinia”, con seguridad la mejor red de tiendas de vino a nivel mundial con filiales en las principales capitales europeas. Fue la primera tienda física, pionera en venta online. Se fundó en Madrid y hoy, creo que dirigida por una hija, sigue siendo de lo mejorcito en el sector.

Thierry Servant, q.e.p.d.

Thierry, alegre y carismático, con el que pude hablar un rato en aquella cena, me contó un truco para no equivocarme al pedir un vino. Él no era sumiller, era empresario, pero sabía mucho de vinos y conocía bien el negocio. Después de las obviedades de que el mejor vino es el que le gusta a cada cual, me dijo que ante la falta de referencias, pidiera un vino con nombre. Me quedé perplejo pues todos los vinos tienen una marca comercial, un nombre. Luego me aclaró: si tienes dudas, opta por un vino con nombre de persona; por ejemplo, Manuel Martínez o Máximo Alonso. Ese, generalmente, es el nombre del bodeguero. Cuando un bodeguero se digna poner su propio nombre a un vino es que está orgulloso de él. Casi seguro que es un gran vino. Siempre es preferible al nombre de un paraje o al de un rey como Colinas Altas o Amadeo XXIII. Desde entonces no fallo nunca.

Leonardo García