― Hasta después de Reyes, Lucía –dijo Juan al despedirse de la cajera.
― ¿Te cambian de tienda o qué?
― No, pero mañana estaré con Covid.
...
Puede parecer ficción pero tal cual me lo ha contado una amiga. Trabaja en un supermercado y de los ocho empleados por turno, están el encargado y dos más. Lo mismo pasa en otras tiendas de la cadena. No es muy distinto en comercios, bancos e incluso en grandes superficies.
La variante “Omicrom” se contagia hasta con la mirada. ¿Pero todos los contagios son verdad? Para muchos empleados es una oportunidad única de cogerse por primera vez en su vida unas vacaciones en Navidad, cosa que está al alcance de muy pocos. Las autoridades lo han puesto a huevo. Para coger la baja basta un simple whatsapp sin ningún control médico.
No tiene ningún valor estadístico pero en mi entorno inmediato conozco dos casos de falsos positivos. Uno va de terraza en terraza pues el tiempo acompaña y el otro ha ido a “curarse” al pueblo. ¡Anda!… Que si fueran los dos únicos pícaros en España, vaya suerte la mía al elegir los amigos.
Desapruebo el hecho pero es entendible. En este sector de las grandes cadenas de supermercados, el empleado tiene que apechugar, sin compensación alguna, con una carga extra de trabajo debido a las fechas y la falta de personal. La ocasión la pintan calva. Va a ser verdad que una buena parte de las bajas por la variante “omicrom” son asintomáticas.