Enrique D. Martínez Campos

Las prioridades de España (en la ONU)

Agustín Santos Maraver, representante español ante las Naciones Unidas. (Foto:https://www.spainun.org/directorio/).

CARTA ABIERTA SOBRE GIBRALTAR (XXXI)

LA CRÍTICA, 18 DICIEMBRE 2021

Enrique D. Martínez Campos | Sábado 18 de diciembre de 2021

Queridos amigos: el 18 de octubre, el ministro de Exteriores de España declaraba que los problemas surgidos en la frontera entre las dos Irlandas como consecuencia del Brexit, no tenían por qué afectar a las conversaciones entre la UE y GB sobre Gibraltar. “No debería, no debería en absoluto. Son dos temas distintos que no tienen absolutamente nada que ver y, es más, son dos negociaciones distintas”, dijo José Manuel Albares en la reunión de ministros de Exteriores de los 27 reunidos en Luxemburgo. Añadió que “nosotros queremos tener la mejor relación posible con GB y la relación más estrecha, pero esto es una cosa de dos”. (...)



... ¡Claro que es cosa de dos! Y estamos viendo cómo responde GB a esa estrecha relación con España: ganando terreno al mar en aguas españolas para construir allí un complejo turístico de lujo, y diciéndonos los británicos, aquí estamos, aquí nos quedamos y seguiremos haciendo lo que nos dé la real gana. ¿Qué nombre se le da a eso, señor Albares? Sólo uno: rendición.

Aquel mismo día, el gobierno británico emitió una declaración escrita sobre la futura relación de Gibraltar con la UE. Decía que los gobiernos de GB y Gibraltar tienen claro que para que el Peñón se incorpore a la zona Schengen, la vigilancia no puede ser controlada por agentes españoles, esto es, el control de entrada por el puerto y el aeropuerto de Gibraltar. Así pues, las negociaciones entre GB y la UE no solo deben tener en cuenta la cuestión del control de la frontera exterior de la UE, sino que lo que desean GB y Gibraltar es que se mantenga en la región lo del mito de la “prosperidad compartida”, sobre todo para que sea el Peñón quien realmente se beneficie de esa prosperidad. De modo que el gobierno británico deja en el aire el que haya acuerdo o no lo haya con la UE. Por tanto, la señora Truss, ministra de Exteriores de GB no tendrá que estrujarse mucho los sesos para ver si acepta o no las condiciones de la UE.

El día 19 por la tarde, el ministro Albares se reunió con los ocho alcaldes del Campo de Gibraltar en el ministerio, con el presidente de la Mancomunidad de Municipios, señor Lozano, y otros cargos de la zona. Respecto de las negociaciones entre GB y la UE, el señor Albares declaró que “no vemos nada inquietante en la negociación sobre Gibraltar” y decía que podría llegarse a un acuerdo antes de fin de año. Añadió que “dificultades no hay ninguna, aunque estamos preparados para cualquier eventualidad”.

Avisó de que “tenemos un plan B” (¿?). La negociación de la UE sobre Irlanda no debe interferir con la que se celebre sobre Gibraltar. Apreció la unidad de todos en ese encuentro y el compromiso del Gobierno con el Campo de Gibraltar, pues los presupuestos para 2022 (que no son nada fiables) doblan las cifras con respecto al año anterior. “Todas las circunstancias están siendo tratadas”, dijo.

¡Qué bien señor Albares! También están pendientes de los rellenos en la zona este del Peñón a costa de las aguas jurisdiccionales españolas para que Gibraltar lleve a cabo su megaproyecto de construcciones ilegales. Así da gusto. Todo está previsto. Hasta tiene usted un plan B. Todo bajo control. Pero, ¿de quién? Y lo de la soberanía, ¿qué?

El señor Lozano, buen colaboracionista, dijo que “yo me quedo con la parte positiva, que es que el Gobierno de España, está poniendo toda la carne en el asador para que este acuerdo sea histórico y la frontera física (la Verja) desaparezca entre nuestro país y Gibraltar”. ¡Que Gibraltar es parte de nuestro país! Hasta dónde puede llegar la idiocia.

El alcalde pepero de Algeciras, señor Landaluce, dio un voto de confianza al gobierno porque tiene todo bajo control (¿?), aunque añadió que deben ser agentes españoles los que ejerzan el control de fronteras en el puerto y aeropuerto del Peñón. Pues va a ser que no, amigo. Al tiempo.

En definitiva, el encuentro del día 19 no sirvió más que para que cada cual expusiera sus puntos de vista ya conocidos. Y, en mi opinión, bastante alejados de la realidad, y más lejos aún de reclamar, ante todo, la soberanía española sobre el Peñón. De eso, ni palabra. Y si hubiera acuerdo entre la UE y GB, ¿cuándo tocaría tratar ese tema crucial para España? ¿O es que los gobiernos de España lo van a dejar en manos de los biznietos de los biznietos de nuestros nietos?

Y va de apagones en la ciudad con la tercera renta per capita más alta del mundo. El día 20 gran parte del Peñón se volvió a quedar a oscuras. Cuando no es la central eléctrica de la colonia militar, es la red de distribución la que falla. Un desprestigio habitual (otro más) en ese ombligo del mundo en el que los llanitos creen vivir, eso sí, con el inestimable apoyo de la potencia colonial: el Reino Unido desunido de la UE. Con este ya van 30 apagones en Gibraltar en este año.

Pero ni con apagones. Según Panorama, sería casi un drama para España que en el hipotético acuerdo entre la UE y GB no se llegara a suprimir la famosa Verja. ¿Saben por qué? Porque sería un desastre para los casi 10.000 españoles que la cruzan a diario para mantener la colonia. Es decir, esta gente es el chantaje, la excusa para cualquier gobierno de esta peculiar democracia española, al que le temblarían enseguida las piernas porque, ¡qué se podría hacer con tanto parado! Nada, nada. Que se trague con lo que sea para que sigan cruzando la Verja. A costa de la humillación de España y de no suprimir gastos astronómicos de escándalo.

Al parecer, por el contrario, para los llanitos encerrados en una colonia militar, si no hay acuerdo no habría problema. Es decir, los 30.000 ratoncillos encerrados, ¿cuánto tiempo aguantarían en la ratonera? Lo grave es que el prosocialista El País, dio la voz de alarma para tragar con lo que fuera para que los 10.000 entren y salgan de Gibraltar a diario para sobrevivir. Naturalmente, El País no ha dicho que suprimiendo en Andalucía una decena de chiringuitos de los que se han beneficiado los socialistas durante décadas, se podrían crear las suficientes empresas para absorber a los 10.000 y quizás a 10.000 más.

De otra parte, el embajador permanente español ante la ONU, Agustín Santos Maraver, intervino en la Comisión Política Especial y de Descolonización de la Asamblea General. Dijo que la Cuarta Comisión tiene por función esencial mantener la doctrina sobre descolonización de la ONU para eliminar el colonialismo, que “atenta contra la integridad territorial de los Estados. Este es el caso de Gibraltar para España”.

Añadió que “España cedió en 1713, únicamente, sin jurisdicción territorial alguna, la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensas y fortaleza. No cedió nada más, pero el Reino Unido ocupó desde entonces, por la fuerza, y fuera de toda legalidad internacional, otros espacios adyacentes a Gibraltar”. Y continuó describiendo de forma cronológica esas ocupaciones ilegales, la construcción de la Verja, y en 1934 una pista de aterrizaje que se convirtió en 1938 en aeródromo militar.

Recalcó que todos estos espacios no los contempló el Tratado de Utrecht, ni las aguas que circundan Gibraltar, ni su espacio aéreo. Espacios que son de soberanía española. Y añadió que “los efectos perniciosos de tener una colonia enclavada en nuestro país, se manifiestan también en los ámbitos económico, medioambiental y de seguridad, afectando muy particularmente al Campo de Gibraltar y a sus habitantes”. Dijo también que “España es favorable a que la población de Gibraltar prospere y creemos que existe un enorme potencial de prosperidad a ambos lados de la Verja. Nuestra prioridad, por tanto, debe ser poner fin a la situación colonial de Gibraltar de acuerdo con la doctrina de la ONU… Lamentablemente, la potencia administradora de Gibraltar, ha ignorado la doctrina de esta Organización”. Y acabo diciendo que “nuestro objetivo es el de trabajar en la creación de un área de prosperidad social y económica que albergue todo el espacio de Gibraltar y el Campo de Gibraltar”.

¿En qué quedamos? Si la prioridad es la descolonización, para qué buscar objetivos intermedios que no se van a lograr ni en sueños a corto o medio plazo. Además, el embajador en su discurso, solo habló en dos ocasiones de ocupación militar del Peñón por GB. Y no se le oyó decir que Gibraltar es, ante todo, una colonia militar con 30.000 habitantes dentro, además de un paraíso fiscal. Y que lo que defiende GB por encima de todo, es el carácter militar de la colonia.

Lo siento embajador. Pero creo que es su dialéctica se quedó lejos de lo que usted mismo definió como prioridad para España ante la Cuarta Comisión. Y más aún si intercalamos objetivos que no se van a lograr ni ahora ni en muchos años. Y así, ¿hasta cuándo?

Un abrazo a todos.