Mal, muy mal tienen que ver las cosas los socialistas de cara a las elecciones del 4 de mayo en Madrid -dentro de dos días- para que saquen a su fiera más significada a soltar dentelladas al aire.
Después de las apariciones esperpénticas en su campaña electoral de personajes como el "rey de la telebasura", que casi simultáneamente ofrecía su real culo en directo a los telespectadores; del consejo de ministros al tropel incluyendo alguna ministra mostrando enormes navajas de papel; del secuestro de informaciones sensibles por el ministerio del Interior, como la detención de elementos de Podemos implicados en la lapidatio interrumpida de los hombres, mujeres y niños de Vox en Vallecas, al más viejo estilo de la "Motorizada" de Indalecio Prieto en sus andanzas electorales... así como de otras incontables meteduras de pata, viene la superiora del convento socialista Adriana Lastra, vara de avellano en mano, a conjurar a todo aquel cazafascista que se precie a no quedarse en casa el 4 de mayo, ante el riesgo -más que probable, añadimos nosotros, también por cierto para disgusto del señorito Évole- de caer Madrid en el infierno fascista y retrógrado de los que no forman parte de la santa cruzada de las izquierdas.