... sin que fuera reconocido su esfuerzo y sacrificio. Empezaremos con los muchos que dejaron su vida en los campos del Rif.
En la campaña del Rif sufrimos un número considerable de muertos. Solo mencionaré, con números aproximados, los lugares de más triste recuerdo: Dar el Qebdani, 1.000, Zeluan 500, Annual, Abarran, Igueriben, Tazarut y Dar Drius, y otras posiciones menores, 8.000, Arruit, 3.000, y en una de las dos ofensivas españolas para salvar Tetuán desde Alhucemas, después del desembarco, 1.000 muertos. De los muertos citados, casi 5.000 fueron masacrados habiendo entregado y rendido las armas (Quebdani, Zeluan y Arruit) y en el ataque a la columna de heridos cerca de Dar Drius. Esta ignominiosa crueldad rifeña queda marcada en lo peor de la historia de la guerra como crímenes de lesa humanidad.
Entre 1921 y 1924 y en los combates terrestres iniciados en 1925, posteriores al desembarco hispano-francés de Alhucemas, hasta la ofensiva final hispano-francesa en el Rif en 1926 que destruyó, no sin dificultad, al Ejército del Rif Libre, se produjeron un elevado número de muertos españoles acercando la cantidad total de la guerra a los 20.000 citados. Los franceses, un año antes, en 1924, recibieron un ataque masivo del Ejército del Rif contra posiciones francesas, dentro de su zona de protectorado, desde Taza, cerca de Fez, a lo largo del río Uarga, en el Sur del Rif sufriendo 3.000 muertos y 7.000 heridos, además del colapso total, lo que provocó la dimisión del General Lyautey, Alto Comisario francés. Se estima que en los combates posteriores entre 1925 y 1927 sufrieron otras 15.000 bajas más. Francia quedó consternada. Les destacaré algo poco conocido, la guerra del Rif enfrentó a tres ejércitos en el norte de África, el de la Monarquía española, el de la República francesa y el de la República del Rif Libre.
En efecto, el Ejército del Rif Libre estaba bien organizado, dotado, pagado, instruido y armado con Artillería, Morteros, Ametralladoras y Fusiles modernos, totalmente preparado para una guerra convencional tipo europeo, como así lo entendió el General Goded, lo que puso contra las cuerdas en 1924 al ejército español y al ejército francés provocando el desembarco de Alhucemas en 1925. Además, contaba en su cuartel general con asesores con experiencia militar previa en la primera guerra mundial (turcos) y segunda guerra de África (desertores españoles) como el que se hizo famoso en la guerra civil conocido como el campesino. Entre sus tropas figuraban mercenarios con experiencia de guerra en otros países y desertores franceses y españoles.
En cuanto a la corta guerra de Ifni, se desencadenó en 1957 justo después del fin del protectorado español y francés y la independencia de Marruecos en 1956. Según el Sultán las fuerzas atacantes fueron rebeldes fuera de control, la realidad es que fueron unidades de las Fuerzas Reales Marroquíes con otros ropajes. El Sultán pretendía enviar un mensaje a España de que la independencia suponía la reunificación de todos los territorios, empezando por el de Ifni, cedido a España por el Tratado de Fez, y terminando con el Sahara español en 1975, lo que se materializó después con la marcha verde ante la debilidad del gobierno español.
La mayoría de los españoles desconocen las unidades que participaron en la olvidada guerra de Ifni. Como he indicado antes voy a recordarlas: Ejército de Tierra: Grupo de Tiradores de Ifni (Indígenas), I y IV Grupos de Policía Indígena, I y II Banderas Paracaidistas del Ejército de Tierra, II, IV, VI, IX y XIII Banderas de la Legión, cinco Batallones de Infantería (Soria 9, Extremadura 15, Castilla16, Pavía 19 y Cádiz 41), Batallón de Cabrerizas, Grupo de Caballería Santiago nº1, Grupo de Artillería de Ifni, Grupo de Artillería 19. De las unidades del ejército del “África Occidental Española”: Compañía de Ametralladoras Pesadas, Compañía de Zapadores, Unidad de Transmisiones, Unidad de Automovilismo, Compañía de Intendencia, Compañía de Intendencia del Aaiun. Finalmente la Compañía de Mar del Ejército de Tierra. En total 19 unidades tipo Batallón o Grupo y 7 unidades tipo Compañía. Estructura de fuerzas equivalente a una potente División de cinco Brigadas reforzadas. Sufrieron 145 muertos, 80 desaparecidos, de los que 70 eran desertores de la policía indígena y 521 heridos. Armada: Unidad de Infantería de Marina, Unidades de la Base Naval de Canarias, sufriendo un total de 6 heridos. Ejército del Aire: Unidad de Paracaidistas del Ejército del Aire y Unidad de Apoyo, sufriendo un total de 10 muertos y 20 heridos.
La conocida como “la guerra olvidada” sufrió 42 muertos y 123 heridos indígenas y 156 muertos y 451 heridos españoles sobre unos 10.000 soldados desplegados. Los desaparecidos, como dijimos, fueron principalmente desertores de la policía indígena y alguno español. Los franceses intervinieron en alguna operación combinada con cerca de 5.000 soldados.
Por último, el protectorado español empezó formalmente en abril de 1913, se organizó en 1916, sufrió las dificultades derivadas de la Gran Guerra (1914-1918) y las de la retirada de tropas francesas de su Protectorado debido a la guerra. Es por ello que el inicio de control del Protectorado español de facto comenzó en 1919, cuando España controlaba solo el 30% del territorio. La expansión provocó en 1921 la tercera guerra de África que duró hasta 1926, a la que se unió el intento de independencia de la República del Rif Libre.
Finalizada la guerra, con la rendición de Abd el Krim, se iniciaron el desarrollo de las acciones civiles comprometidas por España en el protectorado entre 1926 y 1956. Treinta años de paz, de desarrollo socio económico, cultural, sanitario, de educación y de magníficas relaciones entre España y Marruecos, una historia compartida de tres décadas, una historia de éxito de España que finalizó con la independencia de Marruecos en 1956, seguida abruptamente con la Guerra de Ifni en 1957, la guerra olvidada, donde paracaidistas, legionarios y también, soldados de reemplazo, siempre olvidados, combatieron con valor siguiendo las órdenes del gobierno.
La guerra de Ifni, y las tres guerras de África: la de 1859-1860, única contra el Sultán de Marruecos, la de 1907-1911 y la de 1921-1926, estas dos contra los rebeldes de la Yebala y del Rif, finalizaron con victoria española o hispano-francesa, victorias logradas a cambio de un gran sacrificio en vidas como hemos reseñado. Sin embargo en la memoria colectiva española no figuran esas victorias, ni el éxito del Protectorado, solo recordarnos los desastres.