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Ricardo de La Saussaye y Duffy: un héroe entre héroes

Cruz Laureada de San Fernando.

LA CRÍTICA, 16 MARZO 2021

José Luis Isabel Sánchez | Martes 16 de marzo de 2021
A la Cruz Laureada de San Fernando va unida la consideración de héroe, lo que da derecho a que en el apartado VALOR de la Hoja de Servicios de un militar sea anotada la calificación de HEROICO, reservándose el título de DISTINGUIDO para los poseedores de la Cruz Sencilla (...)

... y el de ACREDITADO en caso de no haberla obtenido por juicio contradictorio1.

Desde la creación de la Real y Militar Orden de San Fernando han sido treinta y tres los militares que han conseguido más de una Cruz Laureada a lo largo de su carrera, no superando ninguno de ellos las cuatro2. El número de Cruces al alcance de los militares iría disminuyendo conforme los sucesivos reglamentos iban endureciendo las condiciones para obtenerlas. Éstos son los que fueron recompensados con tres o más Cruces Laureadas:

NOMBRE

ARMA

Domingo Dulce Garay (1808-1869)

Caballería

1

1

2

José Gutiérrez de la Concha (1809-1895)

Caballería

1

1

2

Joaquín Baldomero Fernández Espartero (1793-1879)

Infantería

1

2

1

Felipe Rivero Lemoine (1797-1873)

Infantería

1

2

1

Federico Roncali Ceruti (1806-1857)

Infantería

1

2

1

Manuel Gutiérrez de la Concha (1808-1874)

Infantería

2

1

1

Ricardo de La Saussaye y Duffy (1806-1872)

Infantería

3

Isidro Alaix Fábregues (1790-1853)

Caballería

1

1

1

Jacobo María Espinosa de los Monteros (1793-1853)

Infantería

1

1

1

Juan de Lara e Irigoyen (1808-1869)

Infantería

1

2

Francisco Lersundi Ormaechea (1817-1874)

Infantería

1

2

Manuel Bretón del Río (1780-1859)

Caballería

1

1

1

Manuel Lorenzo Oterino (1785-1847)

Infantería

1

1

1

2 Son Laureadas las antiguas Cruces de 2ª, 4ª y 5ª clase, y las actuales Gran Cruz Laureada y Cruz Laureada. La Cruz de 5ª clase, o Gran Cruz, y la Gran Cruz Laureada estaban destinadas a los generales en jefe, la de 4ª clase a los generales, la de 2ª a los oficiales, clases de tropa y tropa y la Cruz Laureada a los empleos desde general a soldado. Las Cruces Sencillas eran las de 1ª y 3ª clase, reservada la primera a los oficiales y la segunda a los generales.
1 Colección Legislativa núm. 340/1881.

Teniendo en cuenta que para obtener la Cruz de 5ª clase se exigía que el general hubiese mandado en jefe los Ejércitos, o una división, y llenado sus deberes de un modo eminentemente distinguido, con gloria y ventajas de las armas, lo cual se podía hacer desde un despacho o a retaguardia de las fuerzas, no cabe duda de que por muy heroico que hubiese sido el comportamiento no se podía comparar al demostrado por un oficial, clase de tropa o tropa peleando cara a cara con el enemigo.

Algo parecido se puede aplicar a la Cruz de 4ª clase, pues si bien para obtenerla era preciso que el general o brigadier ejecutasen servicios militares distinguidos en grado heroico, al igual que para la de 2ª clase, las ocasiones que se podían presentar a un alto mando no serían muy numerosas y escasas veces de carácter individual. De los catorce personajes que figuran en la primera de las listas, únicamente dos tuvieron la ocasión de enfrentarse al contrario con las armas en la mano, Dulce Garay y Espartero, y solamente dos de los premiados con la Cruz de 4ª clase perdieron la vida frente al enemigo, Fidel Alonso de Santocildes y Joaquín Vara de Rey.

Quiere esto decir, que parece lógico que para medir el heroísmo de un militar haya que fijarse en sus Laureadas de 2ª clase antes que en las de 5ª y 4ª.

Es evidente que entre todos estos valientes hay uno que destaca por haber sido el único en ganar tres Cruces Laureadas de 2ª clase: Ricardo Federico de La Saussaye y Duffy. Es una lástima que por su procedencia no dispongamos de toda la información que nos gustaría tener de él y que, por ello, su figura haya quedado relegada al olvido.

De familia católica originaria de Francia, cambió el apellido Saussaye por Sausse al emigrar a Irlanda. Nació en Carrick-on-Suir (Irlanda) el 16 de julio de 1806, siendo sus padres el banquero Richard Sausse y Jane Duffey, quienes en 1827, al quebrar el banco familiar, tuvieron que regresar a Francia, fijando su residencia en Toulouse, donde recuperaron el apellido Saussaye. En ese mismo año ingresó nuestro héroe en el 3er Regimiento de Granaderos de la Guardia Real de Infantería con el empleo de alférez.

En 1830 se le concedió el empleo de capitán y tras pasar unos meses en situación de ilimitado fue destinado al Regimiento de Gerona, en el que prestó sus servicios hasta que en 1833, una vez ascendido a segundo comandante, se le concedió licencia para viajar al extranjero. En 1834 fue agregado a la Plana Mayor del Ejército del Norte, asistió a las acciones de Olazagoitia y Artaza, y pasó al cabo de dos meses a la situación de excedente en Madrid y Valencia, siendo en esta última ciudad encargado de organizar los batallones francos de esta plaza.

En el mes de febrero de 1836 se enfrentó a los carlistas en las líneas de San Sebastián, Alzá, Fuenterrabía, y en otras acciones, y al año siguiente fue puesto al frente de la División Auxiliar Inglesa, con la que combatió en Arteaga, alturas de San Marcos y Venta de Oriamendi, ganando por esta última acción los ascensos a primer comandante y a teniente coronel. Posteriormente, participó en las tomas de Hernani e Irún, y tras la disolución de la Legión, en diciembre de 1837, al formarse con parte de sus miembros una brigada de artillería y lanceros se le confió su mando. En 1838 ganó el ascenso a coronel en la acción de Los Arcos y Sesma, y al año siguiente tuvo una destacada actuación en las acciones de Belascoáin, Ziriza, Arróniz, Allo, Dicastillo y otras muchas. Se halló en 1840 en los sitios de Segura, Castellote, Morella y Berga y al año siguiente se le concedió el empleo de brigadier por su intervención en los sucesos del asalto al Palacio Real, siendo nombrado comandante general de la provincia de Segovia.


Recompensas

A partir de octubre de 1842 se mantuvo en situación de licencia en el extranjero, pasando en 1850 a la de cuartel. En 1852 fue destinado a las inmediatas órdenes del Ministro de la Guerra y al año siguiente nombrado gobernador militar interino de Huesca. En 1854 fue comisionado al extranjero y en ese mismo año pasó a la situación de cuartel y al siguiente a desempeñar el cargo de Gobernador Militar de Toledo, cesando en el mismo en 1857 para volver a la situación de cuartel.

Bando del Gobernador Militar de la provincia de Toledo

Se le dio en septiembre de 1859 el mando de la Brigada de Vanguardia del Ejército de Observación de la Costa de África, con la que se embarcó en ese mismo mes hacia Ceuta, tomando parte en noviembre en la toma del Serrallo y en las acciones siguientes, por las que fue recompensado con el empleo de mariscal de campo. Concedido el mando de la 2ª División del 1er Cuerpo de Ejército, con ella combatió en Samsa y Wad Ras.

Al término de la guerra y a su vuelta a la Península, fue nombrado gobernador militar de la provincia de Murcia y plaza de Cartagena, cargo en el que sería cesado al producirse el alzamiento de 1868, pasando a la situación de cuartel y concediéndosele cuatro meses de licencia para viajar a Francia e Inglaterra.

Falleció soltero en uno de los viajes realizados a París, el 27 de octubre de 1872, y recibió sepultura en el Cementerio de Montparnasse, acudiendo a su entierro y pronun- ciando un responso Salustiano Olózaga, que desempeñaba el cargo de embajador de España en Francia.

Tumba y detalle de la misma

Poseía las Grandes Cruces de Isabel la Católica (1856) y San Hermenegildo (1859), y la Cruz y Encomienda de la Legión de Honor de Francia. Uno de sus hermanos, Matthew Ricard Sausse (1809-1867), del que fue albacea, ejerció el cargo de presidente del Tribunal Supremo de Bombay y obtuvo el título de sir.

El valor demostrado a lo largo de su carrera militar fue recompensado con seis Cruces de San Fernando, cuatro de ellas de 1ª clase, que canjeó por una Laureada de 2ª, dos Laureadas de 2ª y una Cruz de 3ª.

La primera Laureada se le concedió por el asalto y toma de Irún (Guipúzcoa), los días 16 y 17 de mayo de 1837, y la segunda por su intervención en la acción de Los Arcos, el 3 de diciembre de 1838. Ambas las obtuvo tras pasar el preceptivo juicio contradictorio.

Su muerte lejos de España y el haber permanecido soltero ha impedido localizar a alguien de su familia, a pesar de haberse intentado a través del Consulado de España en París, quien contactó con el Servicio Histórico del Ejército Francés, en el que es totalmente desconocido. Se pudieron conseguir las fotografías de su sepultura, que debió de tener una gran placa de mármol, hoy desaparecida, y en cuya parte superior aparecen las tres Laureadas por él ganadas, junto con la Cruz de San Hermenegildo y la de la Legión de Honor.

Quizá al resucitar su nombre con este artículo alguien que lo lea pueda dar alguna noticia más del héroe.

José Luis Isabel Sánchez

Coronel de Infantería (R)
Profesor Emérito de la Academia de Infantería
Numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo Correspondiente de la Real Academia de la Historia
Miembro de la Asociación Española de Militares Escritores