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Elecciones en Cataluña: análisis sin sesgo de los resultados electorales

Elecciones catalanas del 14 de febrero de 2021. (Foto: RTVE).

LA CRÍTICA, 17 FEBRERO 2021

Luis Feliú Bernárdez | Miércoles 17 de febrero de 2021
Las elecciones al parlamento de Cataluña del domingo pasado permiten el análisis de cualquiera que lo desee, de la clásica batería de datos, que poniendo todos y cada uno en la tabla que le corresponde y analizados, todos y cada uno, sin sesgo, en relación con los de las elecciones de 2017 puede llegar a sorprender a cualquier analista, como ha sorprendido al autor de este análisis. (...)

... Dejando de lado los análisis con sesgo de los partidos políticos o de los medios de comunicación catalanes y del resto de España, particularmente los afines a la izquierda, izquierda radical o extrema y nacionalista, permítanme analizarlos desde mi perspectiva, intentaré que sea imparcial, de un ciudadano con orígenes en Cataluña y apellido catalán.

Empecemos repasando los datos censales y totales de la votación. En los cuatro años desde las últimas elecciones, la población catalana ha aumentado en 257.883 y el censo electoral en 66.061, sin embargo los votantes que han acudido a las urnas se han reducido nada menos que en 1.518.489. Alguno podría argumentar que por el miedo al contagio del SARS COV2. Yo creo sinceramente que a la vista de la buena organización y de las medidas de prevención y seguridad establecidas en los colegios electorales y mostradas en los medios de comunicación a lo largo del día, no se sostiene o al menos no justifica el más de millón y medio, un 46% del censo, de abstención.

Otro dato que sorprende es que el voto en blanco y nulo se ha duplicado pasando a ser el 1,2% del censo, más porcentaje que el sacado por PDeCat (1%) por lo que el voto en blanco/nulo tiene más peso que ese partido que pasa a la irrelevancia así como su líder Artur Mas.

Repasando la tendencia de los votos de los partidos vemos que todos los nacionalistas pierden en total más de 850.000 votos repartidos entre ERC -332.254, Junts per Cat -380.231, la CUP -6.159 y Comun Podem -131.734. Llama la atención como el partido radical, violento y que utiliza prácticas de guerrilla urbana a través de los CDR, la CUP, baje tan poco.

El descalabro en votos de los nacionalistas solo ha sido superado por el del Partido Ciudadanos que ha perdido la friolera de 951.829, casi un millón de votos pasando, junto al Partido Popular que ha perdido 76.603, a la cuasi irrelevancia en Cataluña.

En consecuencia, en términos de votos, el Partido Socialista ha subido ligeramente en 46.199, superando los 650.000 y por ello sobrepasando a ERC en 50.000 votos, y siendo el partido más votado. Por último, pero no menos importante, VOX ha recogido 217.883 votos lo que supone una representación superior a Podem, a la CUP/CDR, a Ciudadanos y al PP, alcanzando a ser la cuarta fuerza política en Cataluña. Esto ha dolido más a la extrema izquierda, la izquierda radical nacional y nacionalista que cualquier otra cosa. Al día siguiente de los comicios ya había más de treinta manifestaciones reclamando echar a VOX del Parlamento de Cataluña en un alarde de democracia auténtica pocas veces visto. Quo Vadis Cataluña…

Otro aspecto llamativo que merece ser considerado es la evolución de la estructura de los escaños desde las elecciones de 2017. El bloque nacionalista ha pasado de tener 78 a 82 asientos en el Parlamento es decir el 60,7% de los huecos, subiendo 3 sitios, los socialistas han pasado de 17 a 33 escaños, es decir el 24,4%, subiendo 16, y los Constitucionalistas han pasado de 40 a 20, un 14,8%, y perdiendo la mitad de asientos. Estos porcentajes representan la muy mala noticia de estas elecciones para España.

A pesar de la gran pérdida en votos de los nacionalistas, a pesar de que el partido de la abstención ha acumulado 2.587.023 votos no depositados en las urnas, a pesar de que uno de los patrocinadores del proceso de separación de Cataluña, Artur Mas, con la familia Pujol a su sombra, ha pasado a la historia, a pesar de todo ello, más del 60% del Parlamento catalán tiene tendencias secesionistas y junto con la posición, a veces tambaleante, de los socialistas a la vista de lo acontecido en las últimas décadas, se abre un horizonte muy poco esperanzador.

Sin embargo, en términos de censo electoral y para sorpresa de propios y extraños, los nacionalistas han conseguido un exiguo 27,7% del censo electoral perdiendo más de un 15%, los socialistas un 11,6%, subiendo un exiguo 0,7% y lo verdaderamente escalofriante es que los constitucionalistas han pasado de un 23,3% del censo a un mínimo 8,6% perdiendo casi un 15%. Por último la “abstención” ha alcanzado un 46% del censo que junto con el voto en blanco/nulo que alcanza un 1,2% representa un total del 47,2% , porcentaje que se enfrenta a los 47,9% de nacionalistas, socialistas y constitucionalistas. Esta clara situación de equilibrio, en términos de censo electoral, la mayoría de los partidos se empeñará, con seguridad, en ocultar o incluso en deformar para construir un relato modificado de acuerdo a sus intereses.

A la vista de los datos mostrados en este breve análisis y en relación con el censo electoral, a la vista de la gran pérdida de votantes de los partidos nacionalistas, también la de los constitucionalistas, a la vista de todo ello, los partidos independentistas deberían ser muy, muy prudentes, en sus aspiraciones. Sin embargo, el dominio de escaños en el Parlamento será determinante en cualquiera de sus iniciativas.

No he querido entrar en analizar las diferencias, que parecen evidentes, entre los partidos nacionalistas/secesionistas, ni en los personalismos que lideran el discurso político entre ellos y que, sin duda, serán una variable en la ecuación de gobierno, pero creo que a pesar de todas ellas se pondrán de acuerdo en lo fundamental, en lo que les une, la secesión de Cataluña, llamando a las cosas por su nombre, claro.

Pocas veces el análisis de un resultado electoral es tan importante, tan necesario para todos, en particular para los ciudadanos españoles, para todos, y de España como nación.

Fuente de datos: Jesús I. Martínez Paricio, Sociólogo, UCM

Luis Feliu Bernárdez
General de Brigada (r)