... No sería la primera vez que se produce un gran fraude electoral en la democracia americana. En la famosa campaña presidencial de 1960–ahora casi todo el mundo lo reconoce– Kennedy le robó la elección a Nixon (Seymour M. Hersh, The Dark Side of Camelot, 1997; sobre todo Irwin Gellman, “Nixon´s Noble Pass on a 1960 Recount”, WSJ, Jan. 6, 2021, y su monografía en ciernes Campaign of the Century: Kennedy, Nixon and the Presidential Election of 1960, 2021).
Tampoco han estado libres los Estados Unidos de intentos golpistas y alguno con éxito. Prescindiendo de la desinformación periodística al estilo Woodward & Bernstein, el más famoso caso fue también contra Nixon (Len Colodny & Robert Gettlin, Silent Coup, 1991; Ray Locker, Haig´s Coup, 2019).
Pero volvamos a 2020 y recapitulemos lo que son hechos probados, no hipótesis conspiratorias, basados en:
La investigación e informe de Devin Nunes, presidente de Comité de Inteligencia en la Cámara de Representantes (Nunes Memo, 2018).
La investigación y las obras del autor freelance Lee Smith (The Plot Against the President, 2019, y The Permanent Coup, 2020).
La investigación y la obra de la historiadora Svetlana Lokhova (Spygate Exposed, 2020).
Todas ellas son investigaciones concurrentes que demuestran, paralelamente a alguna documentación reciente desclasificada:
Como han demostrado los abogados de la defensa de Trump en este “juicio” político contra un ciudadano que ya no es presidente, se han vulnerado los dos principios básicos del Estado de Derecho (“Rule of Law”): el debido proceso (“due process”) y la Primera Enmienda (“free speech”). Es la culminación de un abuso de poder por la mayoría en el Legislativo, y de un golpe permanente del Estado Profundo.
Svetlana Lokhova, joven historiadora ruso-británica en la Universidad de Cambridge es testigo y víctima, como ha relatado detalladamente en su libro Spygate Exposed (2020), de los prolegómenos de esta historia con algunos ribetes de “soap opera” política. El reciente 3 de Enero de 2021 afirmaba Lokhova en un tweet: “Documentos desclasificados en 2020 muestran que el grupo Crossfire Hurricane del FBI, coordinado con el senador McCain, Chris(topher) Steele y Stef(an) Halper divulgaron falsas alegaciones de que yo era una espía rusa que sedujo al futuro Consejero de Seguridad Nacional (general Flynn). El objetivo último era Donald Trump.”
El historiador Christopher Andrew, reputado experto en estudios sobre Inteligencia-Contra-Inteligencia y tutor de Lokhova en Cambridge, publicó un miserable artículo en el Sunday Times London, Feb. 29, 2017) alimentando la mentira. Como relata Lee Smith: “Andrew, un auxiliar en la operación de Halper (profesor en la Universidad de Cambridge e informador del FBI), insinuó que su antigua alumna era una espía rusa que sedujo mediante un honey-trap a Flynn” (The Plot Against the President, 2019, p. 139).
Basándome principalmente en las investigaciones del congresista Devin Nunes y del autor Lee Smith he divulgado alguna información y los nombres de los principales responsables de este presunto golpe de Estado del Deep State en mis artículos “Un portugués azul en el grupo rojo del Congreso USA” y “El Factor I-C-I en la crisis de la Democracia Americana” (ambos en La Crítica, 25 de Noviembre, 2020, y 7 de Enero, 2021, respectivamente), pero debemos seguir esperando la publicación de más documentos desclasificados, y las revelaciones finales del fiscal especial John Durham que investiga el espionaje y golpismo contra Trump, si la administración Biden –obviamente comprometida con el Deep State- no lo impide.
Cualquiera que sea el final de esta crisis política y constitucional –para mí, una triste historia– dos hechos parecen quedar en evidencia: los Estados Unidos es hoy una sociedad profundamente dividida, y ante el resto del mundo la Democracia Americana aparece ahora como un sistema político gravemente disfuncional.