Juan Manuel Martínez Valdueza

Así se reescribe la Historia. El ejemplo español. 5) La Segunda República (y IV)

Manuel Azaña, Presidente de la Segunda República en mayo de 1936.

SIGNO DE LOS TIEMPOS

LA CRÍTICA, 6 FEBRERO 2021

Juan M. Martínez Valdueza | Sábado 06 de febrero de 2021
Antes de comenzar con el séptimo y último tramo de la Segunda República –la República del Frente Popular–, que comienza formalmente el 16 de febrero de 1936 con las elecciones generales, es muy conveniente reflexionar sobre las condiciones en las que se llega a ese momento tan peculiar y tan extraordinario. (...)

... Recuerde el lector que las Cortes de diciembre de 1933 fueron las primeras Cortes ordinarias, ya que las anteriores y únicas fueron las Cortes Constituyentes (junio de 1931) que, en lugar de ser disueltas al término de su misión –la redacción y aprobación de la Constitución en diciembre de 1931–, se convierten en ordinarias y, tras muchas trapisondas entre los partidos republicanos y los revolucionarios durante dos años, son disueltas por el Presidente Alcalá-Zamora el 9 de octubre de 1933 al haber llegado la situación a un punto de insostenibilidad.

Pues bien, como ya vimos en “El golpe de mano presidencial”, la maniobra del presidente de la República para hurtarle el poder a las mayorías parlamentarias de la derecha, con la presión de las izquierdas, concluye con la disolución de las Cortes salidas de las elecciones de 19 de noviembre de 1933 –en las que las derechas obtuvieron amplia mayoría–, antes de tiempo –tendrían que haber durado hasta finales del año 1937–, cuestión que le costará muy pronto la pérdida de la Presidencia a manos de los mismos que a tal disolución le forzaron o al menos incitaron, es decir, los partidos republicanos y revolucionarios. Amparándose, como veremos más adelante, para ello, en la misma disolución de las Cortes, que tacharon de inconstitucional ¡por innecesaria!

A este desbarajuste a todas luces antidemocrático se suma la polarización de la sociedad española a lo largo del año 1935, en que por un lado las izquierdas, ahítas de resentimiento por la represión de los gobiernos de la derecha contra los revolucionarios de 1934, y por otro las derechas temerosas de que una vuelta al poder de los primeros suponga la revolución definitiva, definen una situación explosiva y prevén lo que serán las elecciones del 16 de febrero: la lucha a muerte entre revolución y contrarevolución, sin más. Términos que los políticos no se privan, de uno y otro lado, de esgrimir y que calientan los ánimos hasta en el último punto del territorio español.

Debe disculpar el lector esta aparente vuelta atrás en el relato pero es necesario para entroncar las elecciones de febrero del 36 como un paso más, y definitivo, en la desarticulación de la República desde que esta no respondió a los intereses de quienes la suponían suya. En la convicción de que la habían perdido por las peleas intestinas entre republicanos de izquierdas y socialistas, en las elecciones de noviembre de 1933, a las que se presentaron cada uno por su lado obteniendo unos resultados electorales nefastos, ya hemos visto cómo intentaron por todos los medios la involución, la que sin embargo fue impedida también una y otra vez por los gobiernos republicanos legítimos.

7) La República del Frente Popular

Después del último fracaso, la revolución de 1934, de cara a las elecciones de febrero de 1936 socialistas y republicanos de izquierdas se unen naciendo así el Frente Popular, que, para resarcir a los revolucionarios les dedica el Capítulo 1º de su programa electoral:

Como supuesto indispensable de paz pública, los partidos coaligados se comprometen:
1º A conceder por ley una amplia amnistía de los delitos político-sociales cometidos posteriormente a noviembre de 1933, aunque no hubieran sido considerados como tales por los Tribunales. Alcanzará también a aquellos de igual carácter no comprendidos en la ley de 24 de abril de 1934. Se revisarán con arreglo a la ley las sentencias pronunciadas en aplicación indebida de la de Vagos, por motivos de carácter político; hasta tanto que se habiliten las instituciones que en dicha ley se prescriben, se restringirá la aplicación de la misma y se impedirá que en lo sucesivo se utilice para perseguir ideas o actuaciones políticas.
2º Los funcionarios y empleados públicos que hayan sido objeto de suspensión, traslado o separación, acordada sin garantía de expediente o por medio de persecución política, serán repuestos en sus destinos.
El Gobierno tomará las medidas necesarias para que sean readmitidos en sus respectivos puestos los obreros que hubiesen sido despedidos, por sus ideas o con motivo de huelgas políticas, en todas las Corporaciones públicas, en las Empresas gestoras de servicios públicos y en todas aquellas en que el Estado tenga vínculo directo.
Por lo que se refiere a las Empresas de carácter privado, el Ministerio de Trabajo adoptará las disposiciones conducentes a la discriminación de todos los casos de despido que hubieran sido fundados en un motivo político-social, y que serán sometidos a los Jurados mixtos para que estos amparen en su derecho, con arreglo a la legislación anterior a noviembre de 1933, a quienes hubieran sido indebidamente eliminados.
3º Se promulgará una ley concediendo a las familias de las víctimas producidas por hechos revolucionarios o por actos ilegales de la autoridad y la fuerza pública en la represión la adecuada reparación del daño inferido a las personas.

Y enfrente la contrarrevolución, los monárquicos, las derechas, además de los centristas del Gobierno de Portela y del Presidente de la República, y otros, como veremos. Cada uno por su lado o casi.

Por último, y antes de entrar en las elecciones, resaltar que si bien la Ley Electoral vigente en ese momento era la de 1907 de la Monarquía, de la media docena de cambios introducidos por los gobiernos republicanos, ya comentados, hay uno que habrá de restar credibilidad a todo el proceso electoral sin remedio: se le hurta al Tribunal Supremo, como establecía la Ley Electoral de 1907, la facultad de dictaminar sobre cualquier cuestión derivada del proceso y resultados electorales, cediendo esta responsabilidad a las propias Cortes. Esta cuestión, que parece baladí, dará por el contrario el espaldarazo al fraude electoral al ser los potenciales defraudadores los encargados de dictaminar sobre su propio supuesto fraude. Como más adelante se verá, cambiarán el resultado de las elecciones gracias a la intervención de la Comisión de Actas del Congreso controlada, como no podía ser de otra manera, por los supuestos vencedores.

En fin, un buen resumen de la situación preelectoral podemos encontrarlo en dos citas, de las partes enfrentadas:

Francisco Largo Caballero, Presidente del PSOE y Secretario General de UGT:

Las elecciones no son más que una etapa en la conquista y su resultado se acepta a beneficio de inventario. Si triunfan las izquierdas, con nuestros aliados podemos laborar dentro de la legalidad, pero si ganan las derechas tendremos que ir a la guerra civil declarada. Yo deseo una República sin lucha de clases; mas para eso es necesario que desaparezca una de ellas. Y esto no es una amenaza, es una advertencia; y que no se diga que nosotros decimos las cosas por decirlas: nosotros las realizamos.

José María Gil Robles, Presidente de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas):

Quien desata vientos de arbitrariedad recoge tempestades de sangre. Quien nos busque, nos encontrará.

Las elecciones del 16 de febrero de 1936

La evolución de las formaciones políticas presentes en las Cortes Constituyentes de 1931, en relación con las elecciones de febrero de 1936 fue la siguiente:

CORTES CONSTITUYENTES

ELECCIONES 1936

Acción Catalana

Sin cambios.

Acción Popular

Se integra en la CEDA.

Acción Republicana

Da origen a Izquierda Republicana.

Agrupación al Servicio de la República

Disuelta.

Alianza Republicana

Disuelta.

Defensores del Estatuto Vasco

Disuelta.

Derecha Liberal Republicana

Da origen al Partido Republicano Progresista. Una parte se integra en el Partido Republicano Conservador.

Esquerra Republicana de Cataluña

Sin cambios.

Federación Republicana Gallega

Se integra en Izquierda Republicana.

Izquierda Revolucionaria Antiimperialista

Disuelta.

Lliga Catalana

Sin cambios.

Monárquicos

La mayoría se integra en Renovación Española.

Partido Agrario

Sin cambios, aunque una parte se integra en la CEDA.

Partido Centrista

Sin cambios.

Partido Comunista

Sin cambios.

Partido Galleguista

Sin cambios.

Partido Nacionalista Español

Sin cambios.

Partido Nacionalista Vasco

Sin cambios.

Partido Republicano Radical Socialista

Se divide en dos. Una de las partes se integra en Izquierda Republicana y la otra en Unión Republicana.

Partido Republicano Autónomo

Disuelta.

Partido Republicano Catalanista

Disuelta.

Partido Republicano Conservador

Sin cambios.

Partido Republicano Federal

Sin cambios. Una parte se integra en Izquierda Republicana.

Partido Republicano Liberal Demócrata

Sin cambios.

Partido Republicano Radical

Sin cambios. Hay una escisión que termina integrada en Unión Republicana.

Partido Socialista Obrero Español

Sin cambios.

Tradicionalistas

Sin cambios.

Unión Republicana Autonomista

Disuelta.

DATOS ELABORADOS POR EL AUTOR

El resto de grupos, independientes de uno y otro signo, se incorporaron a las formaciones citadas resultantes, y a las de nueva creación en el periodo 1931-1936.

A las elecciones de febrero de 1936 acudieron las siguientes formaciones políticas:

FORMACIÓN POLÍTICA

COALICIÓN

Acción Catalana

FRENTE POPULAR

Acción Obrerista

COALICIÓN DE DERECHAS

Católicos independientes

COALICIÓN DE DERECHAS

CEDA

COALICIÓN DE DERECHAS

Esquerra Republicana de Cataluña

FRENTE POPULAR

Esquerra Valenciana

FRENTE POPULAR

Falange Española

Independientes

Independientes de derecha

COALICIÓN DE DERECHAS (parcialmente)

Independientes de izquierda

FRENTE POPULAR

Izquierda Republicana

FRENTE POPULAR

Lliga Catalana

COALICIÓN DE DERECHAS

Monárquicos

COALICIÓN DE DERECHAS (parcialmente)

Monárquicos independientes

COALICIÓN DE DERECHAS (parcialmente)

Partido Agrario

COALICIÓN DE DERECHAS (parcialmente)

Partido Catalán proletario

FRENTE POPULAR

Partido Centrista

COALICIÓN DE CENTRO (parcialmente)

Partico Comunista

FRENTE POPULAR

Partido Galleguista

FRENTE POPULAR (parcialmente)

Partido Nacionalista Catalán Proletario

FRENTE POPULAR

Partido Nacionalista Español

COALICIÓN DE DERECHAS

Partido Nacionalista Vasco (PNV)

Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM)

FRENTE POPULAR

Partido Republicano Conservador

COALICIÓN DE CENTRO (parcialmente)

Partido Republicano Federal

FRENTE POPULAR

Partido Republicano Liberal Demócrata

COALICIÓN DE DERECHAS (parcialmente)

Partido Republicano Progresista

COALICIÓN DE DERECHAS (parcialmente)

Partido Republicano Radical

COALICIÓN DE DERECHAS (parcialmente)

Partido Sindicalista

FRENTE POPULAR

Partido Socialista Obrero Español (PSOE)

FRENTE POPULAR

Renovación Española

COALICIÓN DE DERECHAS

Sindicalistas independientes

FRENTE POPULAR

Tradicionalistas

COALICIÓN DE DERECHAS

Unión de Rabassaires

FRENTE POPULAR

Unión Republicana

FRENTE POPULAR

Unión Socialista de Cataluña

FRENTE POPULAR

DATOS ELABORADOS POR EL AUTOR

En la relación anterior puede verse con claridad la férrea unión de todas las izquierdas en España, republicanas y revolucionarias, frente a la dispersión de las fuerzas de centro y de derecha, algunas de las cuales no aparecen en la lista anterior porque no llegaron a concurrir a las elecciones.

El día de las elecciones transcurrió sin incidentes destacables hasta el cierre de las votaciones, momento en el que empiezan a moverse las piezas en el tablero. Entretanto, anécdotas como la comida a mediodía en el Palacio Nacional –según testimonio del coronel Segismundo Casado–, a la que asisten además del propio coronel Casado y del Presidente de la Reública Niceto Alcalá Zamora, el Nuncio de Su Santidad, cardenal Tedeschini; el Primado de España, cardenal Gomá; el obispo de Madrid-Alcalá, monseñor Eijo-Garay; el Secretario General de la Presidencia, Rafael Sánchez Guerra y el Jefe del Cuarto Militar, general Batet. Al término de la comida, el Presidente de la República solicitó un pronóstico a los comensales sobre el resultado de las elecciones y, con excepción de Sánchez Guerra y de Casado, todos pronosticaron el triunfo de las derechas. (Inciso: voluble el destino con los hombres y mujeres de aquella época. El general Batet, laureado por la contención en Cataluña de la sublevación de 1934, sería fusilado por los sublevados de 1936 por no ponerse al frente en Burgos de dicha sublevación con la VI División Orgánica, que mandaba).

Al anochecer se conoce el triunfo del Frente Popular en Madrid y Barcelona. A partir de este momento los acontecimientos se precipitan. El general Franco realiza gestiones para pedir al gobierno que sea declarado el estado de guerra, lo que no consigue al oponerse el Inspector de la Guardia Civil general Sebastián Pozas.

Los partidos y sindicatos de izquierda dan por ganadas las elecciones y comienzan a organizarse movilizaciones que saldrán a la calle el mismo día 16, anticipando los acontecimientos del día siguiente y posteriores.

Según testimonio del Presidente de la República, en la madrugada del domingo al lunes le llama por teléfono el jefe del gobierno Manuel Portela Valladares pidiéndole autorización para la suspensión de garantías constitucionales y la declaración del estado de guerra, a lo que el Presidente se opone.

Conclusión: como ocurriera en las elecciones del 14 de abril de 1931 la izquierda en lugar de contar los votos los pesa, y considerando de valor más que suficiente su aparente triunfo en Madrid y Barcelona da por ganadas las elecciones y se lanza a la calle, a la toma del poder.

Los días siguientes

El lunes 17 el Gobierno declara el Estado de Alarma en toda España.

El martes 18 dimite el Gobierno de Portela Valladares. La prensa de izquierdas reclama la entrega inmediata del poder a los partidos de izquierda. Los altercados y la violencia se suceden, con muertos y heridos en diferentes puntos de la geografía nacional. Por la noche, Portela Valladares presenta su dimisión al Presidente de la República. Muchos gobernadores civiles ya han abandonado sus puestos (hasta la fecha me ha sido imposible coronar satisfactoriamente el seguimiento del medio centenar de gobernadores civiles, de los cuales una mayoría desaparecieron como por ensalmo), antes de producirse la cesión de poderes.

El miércoles 19 el presidente de la CEDA, José María Gil Robles, interviene ante el jefe del gobierno Portela Valladares para que no abandone el poder, al menos hasta que se conozca el resultado de las elecciones, sin conseguirlo. Intenta evitar una situación similar a la del 14 de abril de 1931, cuando los monárquicos abandonaron el poder. El Presidente de la República formaliza el traspaso de poderes encargando la formación de gobierno a Manuel Azaña. En la misma tarde de este día 19, un día antes de que se reúnan las Juntas Provinciales del Censo Electoral para proceder al escrutinio de las elecciones celebradas tres días atrás, se presenta el nuevo gobierno:

Presidencia: Manuel Azaña Díaz (Izquierda Republicana
Agricultura: Mariano Ruiz-Funes García (Izquierda Republicana)
Comunicaciones y Marina Mercante: Manuel Blasco Garzón (Unión Republicana)
Estado: Augusto Barcia Trelles (Izquierda Republicana)
Gobernación: Amós Salvador Carreras (Izquierda Republicana)
Guerra: Carlos Masquelet Lacaci (Militar)
Hacienda: Gabriel Franco López (Izquierda Republicana)
Industria y Comercio: Plácido Álvarez-Builla y Lozana (Independiente)
Instrucción Pública y Bellas Artes: Marcelino Domingo Sanjuán (Izquierda Republicana)
Justicia: Antonio de Lara y Zárate (Unión Republicana)
Marina: José Giral Pereira (Izquierda Republicana)
Obras Públicas: Santiago Casares Quiroga (Izquierda Republicana)
Trabajo, Sanidad y Previsión Social: Enrique Ramos y Ramos (Izquierda Republicana)

Gobierno en el que no participa el Partido Socialista Obrero Español, como así lo habían anticipado, preocupados en preparar, siguiendo el programa revolucionario internacional, la revolución definitiva sin mayores ataduras democráticas.

El jueves 20 es la jornada de escrutinio y proclamación de diputados por las Juntas Provinciales del Censo Electoral. Se reúnen dichas Juntas y comienza el escrutinio. Como observará el lector, la estrategia del 14 de abril de 1931 se ha vuelto a repetir y para este día, aún sin resultados, las izquierdas –el Frente Popular– ya han tomado el poder. Manuel Azaña, flamante presidente del Gobierno, se dirige por radio al país en un discurso conciliador y al mismo tiempo garantizando la inmediata puesta en marcha de los principales objetivos del Frente Popular: la amnistía para los participantes en la sublevación de octubre de 1934, y la marcha atrás en las consecuencias políticas, judiciales y sociales derivadas de la misma. Comienzan los disturbios en muchas ciudades y la ocupación de gobiernos civiles, cárceles y otras instituciones por comités y milicias de izquierdas, arropados por multitudes en la calle.

El viernes 21 continúa la jornada de escrutinio y proclamación de diputados en aquellas provincias que no terminaron el escrutinio el día anterior. Los disturbios se generalizan salpicando de incendios, asaltos, detenciones y muertos una parte importante del territorio nacional: Albacete, Alicante, Asturias, Barcelona, Cádiz, Ceuta, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Madrid, Málaga, Murcia, Pontevedra, Sevilla, Zaragoza…

El primer Consejo de Ministros del gobierno Azaña decreta la amnistía para los miles de presos relacionados con la sublevación de octubre de 1934, cumpliendo escrupulosamente el Capítulo 1º de su programa electoral, así como el cese de los generales Francisco Franco Bahamonde y Manuel Goded Llopis, que habían participado en la represión de la sublevación de 1934 en Asturias, y que ahora son trasladados a Canarias y Baleares respectivamente. (Inciso: el general Goded sería fusilado por el Gobierno de la República en agosto de 1936, después de ser juzgado y condenado a raíz del fracaso de la sublevación de julio de 1936 en Barcelona, a la que se incorporó procedente de Baleares).

La Diputación Permanente de las Cortes –de las Cortes de mayoría de derechas de 1933– aprueba la amnistía, con el voto favorable de la CEDA. Ésta, a través del diputado leonés Antonio Álvarez Robles, explica su voto como aportación a la estabilidad y para evitar males mayores que afectarían a la propia existencia de España como nación y como sociedad civilizada. Los socialistas dejan ver su fuerza en toda España mostrando a sus presos ya liberados en tumultuosas manifestaciones.

El sábado 22 comienza en toda España la readmisión de los despedidos de las empresas privadas como consecuencia de la sublevación de octubre de 1934.

El martes 25 las delegaciones provinciales de Trabajo publican una nota dirigida a todas las Asociaciones profesionales obreras –los sindicatos– indicando “…que con la urgencia que el caso requiere, han de remitir a esta Delegación la lista de los obreros seleccionados con motivo de los sucesos de octubre de 1934, al objeto de que puedan dictarse las medidas conducentes al restablecimiento de la paz social y al imperio de la Justicia.”

El domingo 1 de marzo, Jornada Electoral – Segunda Vuelta en los distritos electorales de Álava, Castellón, Guipúzcoa, Soria y Vizcaya-Provincia al no haber alcanzado ninguna candidatura el número de votos exigido por la ley (40 %). Manifestaciones en toda España para celebrar el triunfo del Frente Popular en las elecciones, en una demostración de fuerza notable.

El sábado 14 de marzo es detenido el jefe de Falange, José Antonio Primo de Rivera, bajo la acusación de tenencia ilícita de armas, que no volverá a ser puesto en libertad. Más tarde, y ya en el periodo de la Guerra Civil, fue juzgado y ejecutado en la prisión de Alicante el 20 de noviembre de 1936. Su detención fue posible al haberle negado la Coalición de Derechas la posibilidad de integrar a Falange en la coalición en las elecciones, lo que le privó, caso de haber sido elegido diputado, lo que era muy probable, de la inmunidad parlamentaria. Mientras pudo, incluso preso, fue muy activo en la oposición al régimen republicano y en la conspiración para su caída.

El lunes 16 de marzo, reunión preparatoria de las nuevas Cortes, en la que se elige presidente de las mismas a Diego Martínez Barrio.

El martes 17 de marzo se constituye en las Cortes la COMISIÓN DE ACTAS que ha de dictaminar sobre la validez de los resultados de las elecciones. Su composición fue la siguiente:

Presidente: Indalecio Prieto Tuero (PSOE)
Vicepresidente: Emilio Baeza Medina (Izquierda Republicana)
Secretario: Jerónimo Gomáiz Latorre (Unión Republicana)
Vicesecretario: Pedro Martínez Cartón (Partido Comunista)

El miércoles 18 de marzo COMIENZA LA CONSPIRACIÓN DE LOS MILITARES. En una reunión de varios militares de alta graduación en el domicilio de José Delgado, en Madrid, se discute la posibilidad de organizar una rebelión militar contra el gobierno de la República, sin que lleguen a adoptar un acuerdo definitivo. Asisten los generales José Varela, Emilio Mola, Francisco Franco, Joaquín Fanjul y Luis Orgaz. El general Varela ostenta la representación del general Sanjurjo.

El domingo 22 de marzo, en Oviedo, es asesinado en la puerta de su domicilio por unos pistoleros ALFREDO MARTÍNEZ GARCÍA-ARGÜELLES, ex ministro de Justicia, Sanidad y Trabajo del gobierno de Portela Valladares; ex diputado y médico personal de Melquíades Álvarez. El doctor Alfredo Martínez García-Argüelles y su familia ya habían sido represaliados por los revolucionarios en 1934, en sus personas, casa y bienes, condenando a muerte a uno de sus hijos que finalmente logró escapar.

El martes 31 de marzo, en el Congreso de los Diputados, la Comisión de Actas anula las elecciones correspondientes a Granada. Los diputados de la CEDA, Renovación Española y Tradicionalistas abandonan el Parlamento.

El miércoles 1 de abril, se crea la organización JUVENTUDES SOCIALISTAS UNIFICADAS, a partir de las correspondientes organizaciones del Partido Socialista Obrero Español y del Partido Comunista: las Juventudes Socialistas de España y la Unión de Juventudes Comunistas de España. Esta fusión fue auspiciada por Santiago Carrillo Solares, a la sazón secretario general de las Juventudes Socialistas.

El viernes 3 de abril, una vez finalizada la misión de la Comisión de Actas del Congreso, SE CONSTITUYEN LAS CORTES, con 142 diputados de derechas, 31 de centro y 280 de izquierdas. Este mismo día se anula la convocatoria de Elecciones Municipales. En su quehacer, la Comisión de Actas ha modificado los resultados electorales de los distritos de Albacete, Burgos, Ciudad Real, Cuenca, Granada, Jaén, Orense, Oviedo, Salamanca y Tenerife.

Unas líneas para recordar que el resultado de las Elecciones Generales del 16 de febrero de 1936 nunca fueron publicados. Los esfuerzos por llegar a ese punto, en los que destaca el historiador Javier Tusell, no son sino aproximaciones utilizando como fuentes los datos publicados por la prensa, nacional y provincial, de entonces. Al día de la fecha existen algunas monografías provinciales entre las que se encuentra la de este autor dedicada a la provincia de León. En nuestra investigación a nivel nacional, inédita hasta el momento, y basada en las actas de las mesas, secciones y Juntas provinciales, así como en la documentación existente en el Congreso de los Diputados, aparecen numerosas irregularidades en más de una decena de distritos, que implican incluso a los censos de población, siendo imposible en alguno de los distritos llegar a alguna conclusión al haber sido destruida la documentación que podría llevar a su demostración. No así en otros, como Badajoz y Oviedo, donde dichas irregularidades han quedado perfectamente documentadas.

Nuestros datos, hasta el momento, y sumando pacientemente con la ayuda de las modernas tecnologías, tienen todavía 2.757.548 votos sin asignar, que esperamos algún día poder descifrar. Es un 3,69 % de los votos emitidos, cifra nada desdeñable habida cuenta que, hasta el momento, en nuestro estudio solamente dos puntos separan a uno de otro frente en tan histórica contienda.

El martes 7 de abril, DESTITUCIÓN DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. Vodevil en las Cortes. El socialista Indalecio Prieto y otros veinte diputados de izquierdas presentan una proposición de condena de la disolución de las Cortes por el Presidente Alcalá Zamora, alegando la no necesidad de dicha disolución. Disolución repetidamente solicitada por ellos mismos en la anterior legislatura y mediante la cual habían accedido al poder. El presidente de la República Niceto Alcalá Zamora es destituido y se nombra presidente interino al de las Cortes, Diego Martínez Barrio.

El lunes 13 de abril es asesinado, probablemente por militantes falangistas, el magistrado del Tribunal Supremo MANUEL PEDREGAL LUEGE, ponente en la causa instruida por el atentado contra Luis Jiménez de Asúa, en la que es condenado un falangista a 25 años de reclusión por la muerte del escolta de Jiménez de Asúa (12 de marzo de 1936).

No se incluye en esta cronología el detalle de la lucha en las calles entre falangistas y socialistas, que abarca los años 1934, 1935 y 1936, con incontables altercados, con muchos muertos y heridos, limitándonos a los hechos más significativos. En caso contrario se convertiría esta minicrónica en una alargada página de sucesos, de ataques y contraataques, de ofensas y venganzas.

El martes 14 de abril, quinto aniversario de la Segunda República. En Madrid, durante el desfile militar, estalla un petardo bajo la tribuna que preside el acto. El alférez de la Guardia Civil Anastasio de los Reyes, de paisano y espectador del desfile, muere a consecuencia de los disparos de los guardias de Asalto, quizá por error.

El jueves 16 de abril, con ocasión del entierro de Anastasio de los Reyes López, se realizan tiroteos contra la comitiva fúnebre por las calles de Madrid. Los disturbios crecen produciéndose enfrentamientos con los guardias de Asalto, con el resultado de varios muertos y heridos. Entre los muertos está el primo de José Antonio Primo de Rivera, Andrés Sáenz de Heredia.

El viernes 17 de abril Amós Salvador Carreras, y a cuenta de los sucesos, es cesado como ministro de la Gobernación y sustituido interinamente por Santiago Casares Quiroga, ministro de Obras Públicas.

El sábado 18 de abril es desarticulado un teórico golpe militar dirigido por el general Rodríguez del Barrio. Los generales Orgaz y Varela son destituidos y enviados a Canarias y Cádiz respectivamente.

El domingo 19 de abril EL GENERAL MOLA ASUME EL MANDO DE LA CONSPIRACIÓN MILITAR. El general Emilio Mola asume la responsabilidad de la conspiración militar y será el Director hasta que pueda hacerse cargo de la misma el general Sanjurjo.

El domingo 26 de abril ELECCIONES DE COMPROMISARIOS PARA DESIGNAR AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. Triunfo del Frente Popular en las elecciones de compromisarios, en las que la CEDA no participó.

El viernes 1 de mayo DESFILAN EN MADRID LAS MILICIAS SOCIALISTAS UNIFORMADAS. Espectacular desfile por las calles de Madrid de las milicias socialistas de uniforme y con estructura militar. Miles de milicianos vitorean a la Unión Soviética y piden que se establezcan relaciones diplomáticas.

El domingo 3 de mayo nueva JORNADA ELECTORAL. REPETICIÓN DE LAS ELECCIONES EN CUENCA Y GRANADA. Repetición de las elecciones en Cuenca y en Granada realizadas bajo una gran tensión. En Granada las derechas no concurren a las elecciones.

El jueves 7 de mayo JORNADA DE ESCRUTINIO ELECTORAL EN GRANADA. Los resultados del 16 de febrero dieron diez diputados a las derechas y tres al Frente Popular. En la repetición, los trece diputados son para el Frente Popular.

El sábado 9 de mayo, asesinato por los falangistas de Carlos Faraudo Micheo, capitán de la Guardia de Asalto e instructor de las Milicias de las Juventudes Socialistas. Paseaba con su mujer por la calle Lista de Madrid.

El domingo 10 de mayo Manuel Azaña es elegido nuevo presidente de la República en el Palacio de Cristal del Retiro madrileño.

Este domingo también es JORNADA DE ESCRUTINIO ELECTORAL EN CUENCA. Los resultados del 16 de febrero dieron seis diputados a las derechas y ninguno al Frente Popular. En la repetición, cuatro diputados son para el Frente Popular y dos para las derechas.

Miércoles 3 de junio de 1936. Juramento en el Congreso de los últimos diputados que faltaban por hacerlo: los diputados de la CEDA elegidos en Cuenca: Manuel Casanova Conderana y Modesto Gosálvez Fuentes-Manresa

Continúan los meses de junio y julio en el mismo tono prebélico entre unos y otros, acercándose la traca final en la segunda decena del mes de julio, con los asesinatos del teniente de la Guardia de Asalto José del Castillo Sáenz de Tejada el día 12 y del diputado y jefe de Renovación Española, José Calvo Sotelo, al día siguiente. Ambos consecuencia directa de la lucha empecinada entre falangistas y socialistas. ¿Recuerdan los incidentes del quinto aniversario de la República? En ellos murió, entre otros, Andrés Sáenz de Heredia, primo de José Antonio Primo de Rivera por los disparos de la Guardia de Asalto. Bien, pues quien mandaba las fuerzas de Asalto era precisamente José del Castillo. Cabe deducir, aunque nunca lo admitieron, que la muerte de Castillo lo fuera a manos de un comando falangista. Y como los socialistas no se cortan, al día siguiente un comando formado por militares de la Guardia de Asalto y militantes socialistas, todos al mando de un capitán de la Guardia Civil y militante del PSOE, Fernando Condés Romero, secuestran en su casa y de noche al virtual Jefe de la Oposición en las Cortes, José Calvo Sotelo, lo ejecutan en la misma camioneta del comando y lo abandonan en el cementerio de la Almudena de Madrid. Tristes episodios que, si no provocaron la sublevación de parte del Ejército tres días después, probablemente sí pusieron fecha a esa sublevación, en marcha desde hacía varios meses.

Cuando el 14 de julio, miércoles, muchos de los diputados de la derecha asistían a las exequias de Calvo Sotelo, solamente algunos estaban al tanto de lo que iba a ocurrir tres días después –cuatro según los planes de los conspiradores–. Con los demás el destino jugó una de sus macabras bazas, condenándoles a muerte en función de si iban o no a salir de viaje ese fin de semana, abandonando o no Madrid.

Continuará en:

Así se reescribe la Historia. El ejemplo español. 6) La Guerra Civil (I)