Juan Manuel Martínez Valdueza

La peripecia de las grandes obras del Museo del Prado entre 1936 y 1939

"Las cajas españolas". (Foto: RTVE)

UN POCO DE MEMORIA HISTÓRICA ...

LA CRÍTICA, 7 NOVIENBRE 2020

Juan M. Martínez Valdueza | Sábado 07 de noviembre de 2020
Aproximación a la verdad histórica sobre el traslado fuera de España de las grandes obras de arte del Museo del Prado fuera de España, ordenada por las autoridades republicanas en 1936. (...)

“Las cajas españolas” es un documental[1] de muy buen corte, que se estrenó en España el día 12 de noviembre de 2004, y que recoge la peripecia de la evacuación, traslado fuera de España y su retorno, de las grandes obras del Museo del Prado entre 1936 y 1939.

Si bien el documental se estrena en la legislatura del Sr. Rodríguez Zapatero, su gestación y producción lo es en la del Sr. Aznar, lo cual destaco como dato curioso y en cierto modo paradójico, dada la orientación ideológica del documental más allá de su contenido histórico y testimonial.

Esto da pie también a destacar algo que prevalece en el contexto histórico en el que se desarrolla la peripecia, y es la superposición –en cada uno de los tres ámbitos objeto de esta reflexión: republicano, rebelde e internacional– de las acciones y criterios políticos por un lado, y por otro de los criterios y acciones técnicas y profesionales, no siempre de la mano unas con otras y en algunos casos en franco enfrentamiento, y cuyo análisis escapa del documental, devaluándolo en cierta medida, sin que ello desmerezca el loable objetivo de rescatar para el gran público la figura y memoria de las personas con las que se identifica tamaña proeza.

Con la perspectiva del tiempo transcurrido desde los hechos y obviando la propaganda coetánea reflejada en la prensa afín a cada uno de los tres ámbitos referenciados anteriormente, la conclusión única a la que es posible llegar tras el análisis de las fuentes que recogen el poder real, es decir, las disposiciones legales que reflejaron la voluntad política de unos y de otros[2] en relación con el Patrimonio Histórico y Artístico español, es la extraordinaria importancia e interés que tuvieron todos en su protección y conservación, y los esfuerzos que hicieron por conseguirlo. Como veremos a continuación, donde no entraremos en el relato de los hechos –para eso está el documental– sino en una reflexión sobre los mismos.

Estrategia empleada por la Junta de Defensa del Tesoro Artístico Nacional del gobierno republicano en la evacuación de las obras del Museo del Prado

Si bien es cierto que, debido a los bombardeos que sobre la ciudad de Madrid realizaban los sublevados en el mes de noviembre de 1936, había un riesgo real de que fuera dañado el contenido del Museo del Prado, no lo es menos que a esas fechas la destrucción real de parte del Patrimonio Nacional solamente se había producido –aunque no provocado por el Gobierno sino por las fuerzas revolucionarias que actuaban por cuenta propia–, en el ámbito de responsabilidad republicana. Por otro lado, la influencia de sectores intelectuales ajenos a las propias autoridades republicanas del ramo (Dirección General de Bellas Artes), sumado a la sustitución de sus responsables y la prevalencia de criterios políticos, inclinan al Gobierno a tomar la decisión de evacuar el Museo del Prado. Decisión que, dadas las circunstancias, pudiera estar justificada en principio. Lo que ya es más cuestionable es que el preciado cargamento fuera sometido a más de dos años de incertidumbres y terminara saliendo de España, ignorando la realidad de unos hechos –queridos o no, legítimos o no– como son la consolidación del Estado puesto en marcha por los sublevados y la asunción por parte del mismo de las responsabilidades de gobierno en todo el territorio nacional, incluida la protección del Patrimonio.

Mención aparte son los responsables de la operación del Museo del Prado, auténticos héroes movidos por el “amor al Arte” y ajenos a las estrategias políticas que marcaban el rumbo a seguir. Probablemente sin su esfuerzo y buen hacer el resultado hubiera sido nefasto. Como lamentablemente ocurrió con una parte no desdeñable del Patrimonio Histórico y Artístico español perdido para siempre en otros exilios durante la Guerra Civil[3].

Actitud del bando nacional y el gobierno franquista ante la evacuación de las obras del Museo del Prado

Se suele hacer referencia a la creación por el bando nacional del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN) el 22 de abril de 1938, dos años después de la creación de la Junta Central del Tesoro Artístico republicana, como tardía respuesta al problema del Patrimonio, pero no es exactamente así. Ya el día 9 de diciembre del mismo año 1936, el BOE nacional publica un decreto (el Nº 95) estructurando la protección del Patrimonio, y unos días después, el 24 del mismo mes, se desarrollan los preceptos del citado decreto y se ponen en marcha las Juntas provinciales de Cultura Histórica y del Tesoro Artístico, incorporando a las mismas y junto a las autoridades políticas y militares a diferentes autoridades académicas y científicas.

Dado el secretismo con que se llevó inicialmente la operación de evacuación del Museo del Prado, la propaganda del bando nacional lo consideró siempre un expolio, e incluso llegó a publicar noticias sobre su venta y su destrucción[4]. Pero una vez las obras en Suiza y finalizada la guerra, con independencia de la propaganda, los representantes franquistas cumplieron la misión de retornar el cargamento a España. Su negativa a las peticiones de nuevas exposiciones de las obras por parte de otros países –después del éxito internacional de la exposición en Suiza, esta sí autorizada por el gobierno de Franco– fue providencial, coincidiendo el regreso de los cuadros con el estallido de la guerra en Europa.

El papel desempeñado por los Comités Internacionales y la Sociedad de Naciones en todo el proceso

La Sociedad de Naciones, muy politizada y también reticente a aceptar la realidad española, a pesar de que las grandes potencias ya habían reconocido al gobierno de Franco, no quisieron intervenir en el asunto del Patrimonio Español, siendo los distintos Comités Internacionales, representantes de la cultura, los que mediaron para que definitivamente la operación terminara felizmente.

[1] Financiado por el ICO (Instituto de Crédito Oficial) con la colaboración de Televisión Española, la Junta de Extremadura, Televisió de Catalunya y el Ministerio de Cultura, y producido en 2002 por las empresas Drop a Star (José del Río Mons), Euroficción (Grupo Vocento), Iberautor (Editorial Iberautor Promociones Culturales, Barna.), y Public Special Events (Barna.)

[2] La Gaceta de la República y el Boletín Oficial del Estado de los sublevados.

[3] Saavedra Arias, Rebeca. El exilio del Patrimonio Artístico español durante la Guerra Civil (1936-1939). Universidad de Cantabria.

[4] ABC de Sevilla, 3 de mayo de 1938, pág. 8: “París, 2. Se sabe que algunos cuadros de gran valor que se hallaban en el Museo del Prado se encuentran ahora en el Museo de Copenhage, vendidos por el gobierno rojo.”

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