Al observador que se encuentra lejos de los centros de poder, políticos y económicos, no le queda otra que especular sobre este silencio, descartando que su origen pueda venir del poder político español, por incongruente, y menos por el económico (nacional) que carece que sepamos de fuerza suficiente para tamaño empeño. Solo nos queda pensar en el extraordinario poder de los petrodólares, tan bien representado por los Emiratos Árabes, que desde hace años controla una buena parte de la economía española, verbigracia desde Cepsa hasta el Corte Inglés, pasando por todos aquellos sectores productivos, de servicios e incluso de ocio que se puedan ustedes imaginar.
Ya ven ustedes: la falta de información también puede traer, entre líneas, información.